Parálisis: buscándole ¨3 pies al gato¨
En opinión de Mirna Zavala
Se ha comentado que la actual parálisis de los trabajos de la actual legislatura puede ser resuelta en el futuro con un incremento en el número de diputados. Sobre ese argumento se propone una posible reforma a la ley electoral hacia el 2024. Nada más alejado de la realidad. En principio porque el juego de proporcionalidad numérica para alcanzar acuerdos es completamente independiente de sus participantes. El argumento que, en esencia obedece a una lógica de poder, tiene el único propósito de alcanzar más espacios de representación y nada que ver con la productividad legislativa. Fue más creíble aquel otro argumento de reducir el gasto del congreso para disminuir su número, cuya intencionalidad nada tenía que ver con tal reducción- ya que finalmente nunca se dio- la idea era restar a los partidos espacios de representación lo cual efectivamente se logró. Ahí radica el quid del asunto.
Se pretende hacer creer que la parálisis se resuelve con más diputados. Nada más extraviado. El concepto de parálisis está generalmente ligado a una enfermedad, a la pérdida de capacidades en el funcionamiento de cuerpo, concepto que con el paso del tiempo se trasladó a la política, la economía y otras áreas.
La parálisis que sufre el congreso tiene que ver con la disminución de sus capacidades para cumplir con las funciones que les son propias. Tales funciones están debidamente definidas y señalados sus responsables en la constitución y demás ordenamientos correspondientes. Hay que recordar que han existido legislaturas con mayor o menor número de diputados que la actual sin presentarse parálisis en sus trabajos. Esta enfermedad política es de reciente aparición y nada tiene que ver con el número de legisladores sino con la incapacidad democrática para dar gobernabilidad a la institución. No, la causa de la parálisis no es cuestión de número, pero le ha andan buscado “tres pies al gato” al tiempo.