Observador político - La renovación del Ejecutivo y Legislativo en medio de inseguridad

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - La renovación del Ejecutivo y Legislativo en medio de inseguridad

En el escenario tenso y convulsionado que enfrenta el estado, se avecina el proceso electoral 2023-2024, que promete una reestructuración profunda de los poderes: Ejecutivo y Legislativo, así la designación del fiscal del estado; magistrados del Tribunal Superior de Justicia. Sin embargo, este proceso se desarrolla en medio de desafíos políticos y un panorama de inseguridad que arroja sombras sobre el futuro de la entidad.

NUBARRONES DE CARA AL PROCESO ELECTORAL.- La incertidumbre política que rodea a los funcionarios del Ejecutivo y a los diputados de la 55 Legislatura, vinculados a figuras relacionadas con el crimen organizado, plantea serias interrogantes sobre la integridad de quienes deben representar y servir al pueblo. Sin embargo, es preocupante que, a pesar de las evidencias de vínculos con líderes de carteles de narcotráfico, la impunidad parezca prevalecer, dejando un amargo sabor de impotencia entre la población.

En un contexto en el que incluso se menciona la influencia de la delincuencia organizada en la selección de los próximos candidatos en diversos partidos políticos, por lo que resulta alarmante la falta de acción de los órganos electorales como el INE e Impepac en esto temas tan delicados y preocupantes. Y es que, precisamente, la responsabilidad de verificar la idoneidad de los abanderados recae en los dirigentes partidistas, pero la ausencia de medidas para prevenir que individuos con antecedentes oscuros ocupen puestos de poder cuestiona la integridad del proceso democrático.

Es innegable que la situación de inseguridad prevaleciente en la entidad, catalogada como grave por muchos, plantea un desafío serio para la realización de un proceso electoral justo y transparente; a pesar de las declaraciones tranquilizadoras de los consejeros electorales de Impepac y de los propios partidos, la realidad es que la aparente falta de acción para abordar este problema podría poner en peligro la credibilidad y legitimidad de los comicios en el 2024.

También hay que decir de la división interna existente en Morena en Morelos sobre todo entre los grupos de poder de Rabíndranth Salazar y Ulises Bravo Molina, que añade un nivel adicional de complejidad. Resulta que la falta de unidad y la competencia podrían debilitar las posibilidades de ganar la elección en la que todos los aspirantes que están haciendo campaña, con bastante tiempo de anticipación se han declarado ganadores y aún no se hace la encuesta.

 

Dentro del gobierno, tal parece hay una fiebre entre los secretarios quienes en su mayoría andan motivados pensando en que alcanzarán una candidatura y a estas alturas de la vida, a cualquier cargo de elección popular que sea, tras la designación de la nueva dirigencia morenista; mientras que los de antaño, aquellos que se han beneficiado desde la fundación del partido guinda, no quieren que se rompa su intento por continuar con su carrera política y están explorando opciones, con bastante preocupación con las acciones y determinaciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador con relación a la detención de Uriel Carmona que tendrá afectos secundarios en estas designaciones para que sean abanderados políticos.

AMBIENTE CONVULSIONADO RUMBO AL 2024.- La elección hoy en día se encuentra enmarcado por un ambiente convulsionado y una situación de inseguridad que plantean serios desafíos para la democracia y la estabilidad del estado; de ahí la necesidad de garantizar la transparencia y la integridad del proceso, así como de abordar de manera efectiva la inseguridad, se torna imperativa para asegurar que los resultados reflejen verdaderamente la voluntad popular y promuevan un cambio positivo en Morelos.

Por ejemplo, el Congreso local está dividido y a pesar de que mantiene el G15 el control está más preocupado por su agenda que por atender los planteamientos de la ciudadanía, es decir, varios andan desatados en campaña inaugurando obras los diputados cuando esto le corresponde al Ejecutivo estatal o municipal y ya preparándose para que, en breve, oficialmente realicen proselitismo político sin tener la necesidad de solicitar licencia al cargo de legisladores luego de que así están las condiciones tras las reformas que se aprobaron hace años y que son de los pocos que les beneficia

Tendrían que sacar los negocios que les interesan los diputados como por ejemplo, los procesos para designar a los magistrados y donde tendrán partida directa para decidir y definir quiénes serán los próximos togados en el Tribunal Superior de Justicia, y a pesar de que lo rechacen o lo nieguen -como ya lo han hecho en reiteradas ocasiones el diputado Eliasib Polanco Saldívar, al mencionar incluso que están en riesgo su integridad- se sigue hablando con insistencia sobre la puesta en escena de varios millones de pesos a cambio de una de las varias magistraturas que tendrán que definir, tal como en su momento lo reconocieron en tribuna los diputados Arturo Pérez Flores como Agustín Alonso Gutiérrez

Temas controvertidos como ocurre con el aborto qué tanto demandan los colectivos y grupos feministas que se despenalice es lo que menos les importa a los diputados locales; ellos están más preocupados en cuestiones como que proceda el haber de retiro para los magistrados así como la no designación del sustituto de Uriel Carmona al frente de la Fiscalía, bajo el argumento de que ya está como encargado de despacho el Metropolitano.

Eso a ello les conviene, tal como ocurrió con la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, de donde los legisladores sacaron a América López para meter a un incondicional como encargado de despacho, José Blas Cuevas Díaz. Como parte de la guerra que tienen contra el Ejecutivo.

Mientras que en el poder judicial las cosas no son tan diferentes, ya que las diferencias no disminuyen sino por el contrario se incrementan entre los magistrados, quienes han mostrado su rechazo e inconformidad a la forma de dirigir los destinos del Tribunal Superior de Justicia de Luis Jorge Gamboa Olea, quien se aferra al cargo aprovechando los argumentos legaloides para no ser destituido por sus iguales

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