Observador político - El secuestro de candidaturas a diputados pluris por líderes partidistas

En opinión de Gerardo Suárez Dorantes

Observador político - El secuestro de candidaturas a diputados pluris por líderes partidistas

La actual legislatura, marcada por la parálisis y la corrupción, ha representado un verdadero fracaso para el pueblo y es que, durante más de un año y medio, el Congreso estuvo sumido en la inacción, mostrando una alarmante incapacidad para avanzar en asuntos de verdadero interés público. ¿Y en qué fue lo único en que lograron los diputados ponerse de acuerdo? Lamentablemente, se trató únicamente de asuntos relacionados con el dinero y los favores políticos.

LA PERPETUIDAD DEL PODER POLÍTICO.- La presunta venta y designación de cargos en favor de amigos y ex trabajadores a quienes designaron como magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Morelos se convirtió en el único punto de consenso en una legislatura marcada por la falta de voluntad política para abordar los problemas reales que enfrenta la sociedad. Esta práctica clientelar y nepotista solo refuerza la percepción de que la clase política privilegia a sus propios intereses por encima de los de la ciudadanía.

Lo más preocupante es que este panorama no parece tener visos de cambiar en el futuro cercano; sobre todo cuando muchos de los legisladores actuales planean reelegirse, perpetuando así la continuidad de un sistema que ha demostrado su fracaso; además, se sumarán a esta dinámica de falta de renovación algunos presidentes de partidos políticos, quienes desde ahora ya se sienten parte de lo que será la Legislatura LVI.

Y es que, la decepción y el desencanto se extienden entre la población, que observa con impotencia cómo sus representantes legislativos no cumplen con la responsabilidad que les ha sido encomendada, de ahí que la confianza en las instituciones se desvanece cada vez más, dejando un sabor amargo en la boca de quienes creían en la posibilidad de un cambio real y transformador.

La Legislatura 55 debe servir como un recordatorio de los peligros de la complacencia y la falta de integridad en el ejercicio del poder.

LA FARZA DE LA DEMOCRÁCIA.- En un escenario político donde la democracia debería ser la piedra angular de la representación popular, las recientes denuncias de Roberto Salinas, director general del Centro de Investigación "Morelos Rinde Cuentas", revelan una cruda realidad: la selección de candidaturas plurinominales en Morelos para la próxima legislatura estatal está plagada de antidemocracia y opacidad.

Roberto Salinas expone de manera contundente cómo los líderes de los partidos políticos han secuestrado las candidaturas plurinominales para sus propios intereses, relegando la verdadera representación del pueblo a un segundo plano. En lugar de promover la participación democrática y la elección de perfiles capacitados, los dirigentes partidistas han priorizado sus propias agendas, asegurando su permanencia en el poder a través de posiciones privilegiadas en el Congreso local.

La falta de transparencia y la ausencia de rendición de cuentas por parte de estos líderes partidistas han permitido que las candidaturas se distribuyan entre ellos mismos, sin considerar verdaderamente la representación de grupos vulnerables, como establecen las normativas; es alarmante ver cómo personas sin pertenencia a estos grupos ocupan posiciones privilegiadas en las listas plurinominales, mientras que aquellos que realmente representan a comunidades indígenas, afrodescendientes u otros grupos vulnerables son relegados o ignorados.

Los ejemplos son claros y preocupantes. Personas como Jonathan Márquez Godínez, Nadia Josefina Díaz Rica, Tania Valentina Rodríguez Ruiz, Isaac Pimentel Mejía y otros más, están siendo señalados por Roberto Salinas como candidatos que no cumplen con los requisitos legales para representar a grupos vulnerables; esta manipulación descarada de las candidaturas plurinominales es una afrenta a la democracia y una burla a la verdadera representación popular.

Esta situación es un recordatorio contundente de que la lucha por la verdadera democracia está lejos de terminar, por los excesos y abusos de los dirigentes partidistas, quiénes en lugar de ser vehículos de representación ciudadana, se han convertido en instrumentos de perpetuación del poder de una élite política que privilegia sus intereses por encima del bienestar y la voluntad del pueblo.

La falta de representatividad genuina en el proceso de selección de candidaturas plurinominales es solo una manifestación más de un sistema político corroído por la corrupción, el clientelismo y la falta de ética; por lo que la manipulación de las listas plurinominales para favorecer a ciertos grupos políticos y mantener el statu quo es una afrenta a la democracia misma.

SINOPSIS.- HUITZILAC, “EL MIEDO NO ANDA EN BURRO”.- El clima de tensión que se vive en Huitzilac alcanza niveles alarmantes a medida que se acercan las elecciones municipales, sobre todo, porque Rafael Vargas, actual alcalde y candidato a la reelección por el PRI, ha desatado el temor entre los habitantes al movilizar a un grupo armado que lo acompaña las 24 horas del día. Esta intimidante presencia ha sembrado el pánico entre la comunidad, quienes evitan acercarse al edil incluso cuando busca desesperadamente su voto y confianza para las próximas elecciones del 2 de junio.

La situación que rodea a Rafael Vargas se torna preocupante y delicada, más porque la presencia de un político rodeado de guardaespaldas armados no solo atenta contra la seguridad ciudadana, sino que también refleja un severo desdén por la democracia y el diálogo con la ciudadanía. ¿Cómo puede esperar recuperar la confianza de su pueblo cuando su propia presencia inspira miedo en lugar de confianza?

Es evidente que el desempeño de Vargas como presidente municipal ha sido cuestionable, marcado por una alarmante incidencia delictiva tanto a nivel local como federal; sin abordar estos problemas y por su incapacidad para garantizar la seguridad de los ciudadanos solo han exacerbado la desconfianza y la indignación en la comunidad. Más cuando la sociedad vive con el “Jesús en la boca” por la grave situación de inseguridad y su alcalde, que busca reelegirse, anda con gente armada hasta los huesos, lo que evidencia su forma de gobernar en los últimos años en Huitzilac.

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