Observador político - ¿A quién conviene salirse del Mando Coordinado?
En opinión de Gerardo Suárez Dorantes
Desde hace años pero particularmente en las últimas semanas, una de las principales demandas y exigencias que los ciudadanos han expresado a los 19 candidatos que hacen proselitismo político para alcanzar su confianza y voto para ganar la presidencia municipal de Cuernavaca es que se mejore y haya resultados en materia de seguridad.
AYER GOBERNANTES, HOY CANDIDATOS.- Una campaña no solo sirve para exponer a los electores las propuestas para supuestamente hacer un mejor gobierno, sino para recoger el sentir y encontrar soluciones a corto, mediano y largo plazo. El tema, pues, es muy complejo y pocos, muy pocos se atreven a hablar del fondo del problema.
Hay que recordar que desde hace nueve años se les quitó la potestad a los alcaldes para designar de manera discrecional a los secretarios de seguridad pública en sus municipios. En muchos casos se pudo ver a los amigos del presidente municipal en turno ocupando esos cargos sin tener la mínima preparación y en los peores obedecían a ciertos acuerdos con personajes oscuros y de dudosa reputación que incluso, patrocinaban sus campañas y exigían esa y otras posiciones para manejar a su antojo a la policía.
Durante la administración del perredista Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, se manejó el esquema del Mando Único a capricho y antojo de Jesús Alberto Capella Ibarra, quien por cierto dejó por los suelos la imagen de la corporación. Puso a gente cercana en puntos clave en el que, al parecer, solo le entregan dinero y no resultados, había una pésima relación con los ediles y un desprecio absoluto para trabajar de la mano con los elementos policiacos que son los que han sufrido y soportado las malas condiciones laborales antes y actualmente.
Sin embargo, hoy opera el Mando Coordinado y una gran diferencia con la administración pasada es que los secretarios de seguridad pública son propuestos por los propios alcaldes, aunque para ello deben de cumplir con los exámenes de control y confianza, además de sujetarse a una remoción si no hay cumplimiento de los objetivos. A diferencia del pasado, existe hoy una relación cercana con los municipios y hay más control en el manejo de la policía, aunque los resultados no son los que la sociedad demanda.
Por ello, salirse del Mando Coordinado se convierte en automático en una clara afrenta contra el gobernador. Esta acción ya fue planteada por Sergio Alberto Estrada Cajigal Ramírez, quien planteó esta posibilidad con el pretexto de fortalecer a la corporación municipal. Los tiempos de hoy no son los mismos de hace 20 o 25 años, debido a que la prevención dio un giro con la llegada de las redes sociales y los programas de antaño ya no tienen el mismo efecto, los niños y jóvenes ya no le apuestan al pasado.
La seguridad tiene que verse con un enfoque responsable y para los especialistas en el tema, no se puede transferir una obligación constitucional por lo que urge trabajar en cada una de las responsabilidades que le toca a cada nivel de gobierno, buscar estrategias y acciones tendientes a mejorar la seguridad pública que es la principal demanda ciudadana en Cuernavaca, Morelos y México, dado que las acciones que han realizado las autoridades responsables del tema han sido insuficientes y hoy en día, la delincuencia ha demostrado estar más organizada que las instituciones gubernamentales y las corporaciones policiacas.
REGRESAR AL PASADO.- Debe ser precisamente a través de una verdadera estrategia, que se fortalezca y blinde un sistema de cooperación entre la policía de los municipios, el gobierno del estado y las fuerzas federales. Se debe prevenir los delitos, particularmente entre los niños y jóvenes que siguen siendo presa fácil del crimen organizado, razón urgente para combatir a la delincuencia con inteligencia, estrategia y operativos bien dirigidos.
Es urgente y necesario que se deje de lado el protagonismo en estos tiempos de campañas político-electorales para poder ver la realidad. Hoy Morelos necesita una relación institucional sólida entre los municipios con los gobiernos estatal y federal, por lo que cualquier método que arriesgue enfrentar solos al crimen organizado está destinado a perder cualquier batalla.
Dejar que los municipios actúen solos y caminen a ciegas es abrir un espacio para que los policías no estén plenamente vigilados, no cumplan con sus evaluaciones y las instituciones puedan ser penetradas por ciertos grupos como ocurrió en el pasado.
Cuántos casos de jefes policiacos que brindaban protección a grupos criminales vimos en el pasado. El agrupar la fuerza de la policía conlleva cerrarle el paso, blindar a las instituciones, depurarlas y formar nuevas generaciones con valores sólidos que respondan a las exigencias ciudadanas, además de respetar los derechos humanos y laborales de los efectivos que arriesgan su vida en aras de cumplir con su actividad profesional y muchas de las ocasiones, sino que la mayoría, no son reconocidos sus esfuerzos y cada vez se les cuestiona y sanciona pese a que no están a la par con los grupos delictivos que portan armas de grueso calibre muy superiores a las de los policías en activo.
Ante este panorama incierto, recordamos los tiempos en que Sergio Estrada Cajigal fue gobernador por el PAN y su jefe de la policíaco, entregaba cuentas a uno de los cárteles más fuertes de México, a partir de esos tiempos empezaron a crecer los secuestros, las extorsiones y los delitos del fuero común.
Regresar al pasado a veces no resulta favorable, enfrentarse nuevamente con el gobernador en turno y el gobierno federal a nadie conviene, los ejemplos son un claro ejemplo de ello entre la capital y el estado. La mayoría de los candidatos hablan de regresar la paz a Cuernavaca, pero con acciones en las que es casi imposible que puedan cumplirse.
¿A quién conviene que Cuernavaca salga del Mando Coordinado?