Mutis de Cantú Cuevas en alerta de sarampión
No ha rendido un informe sobre una posible escasez de vacunas contra este padecimiento
Ello pone en peligro la “salud de la niñez morelense”. “En Morelos han guardado silencio”
Juan Lagunas
El secretario de Salud, Marco Antonio Cantú Cuevas, no ha rendido un informe -al Poder Legislativo- sobre una posible escasez de vacunas contra el sarampión, lo que pone en peligro la “salud de la niñez morelense”. “En Morelos han guardado silencio”.
Por tanto, el Congreso local, en Diputación Permanente, aprobó un exhorto (por unanimidad), con el objeto de solicitar esos datos. Se informó que, hasta este instante, no se tiene conocimiento si existe, en verdad, un “desabasto de vacunas”; sobre todo, la que inmuniza los efectos del virus que crea fiebre “leve a moderada”; la cual, a menudo es acompañada de tos constante, resfrío, ojos inflamados y erupción cutánea (sarampión).
De igual forma, los legisladores informaron que el riesgo se encuentra (conforme los medios de información) en las entidades federativas de Guanajuato, Durango y Guerrero (con el que Morelos colinda, hacia el sur). “El sarampión es contagioso”, dijeron.
El pronunciamiento, al que calificaron como “enérgico”, también se dirige al gobierno federal. Adujeron que el tema de la “corrupción” no debe inmiscuirse. “Que se dé la distribución de vacunas, para evitar riesgos”.
De esta forma, el secretario Cantú Cuevas tendrá que presentar lo que se le está demandando. De acuerdo a Tania Valentina Rodríguez Ruiz, de forma “reiterada” se ha dado a conocer que en otros estados de la República existe un desabasto en el suministro; sobremanera, la “Triple Viral”. Ésta, con base en información oficial, que se encuentra en el portal de la Secretaría de Salud -a nivel nacional., se aplica contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis; se administra en el brazo izquierdo del menor. Se necesitan dos dosis: la primera: a los doce meses de edad; en tanto, la segunda se aplica a los seis años o al ingresar a la escuela primaria.
Se agrega que, en un porcentaje “bajo” en las primeras 24 a 48 horas después de la vacunación, se puede manifestar dolor o enrojecimiento en el sitio de la aplicación; duran 48 a 72 horas y desaparecen de “forma espontánea; no requieren tratamiento”.
Puede presentar malestar general, cinco o 12 días después; ejemplo: “… escurrimiento de nariz, dolor de cabeza, tos y/o fiebre (38.5°C); estos síntomas pueden durar de dos a tres días, son autolimitados”.
