¡¡Me dueles México!! - Los grandes pendientes de la justicia penal

En opinión de Alicia Vázquez Luna

¡¡Me dueles México!! - Los grandes pendientes de la justicia penal

Hace 11 años en México decidieron cambiar el sistema de justicia penal de corte inquisitivo por un sistema garantista con la idea clara de aplicar el principio de debido proceso, presunción de inocencia, evitar los expediente acumulados en los escritorios o gavetas, un modelo de corte adversarial con igualdad de oportunidad entre las víctimas y los acusados, bajo la lupa de la sociedad por ser públicas las audiencias con los juzgadores de cara a las partes. Se dijo que los procesos penales deberían ser cortos, menos costosos y que visibilizaran a las víctimas. Es breves palabras: acabar con la impunidad y reprochar a los justiciables su comportamiento que duele a todos los hombres de bien.

 

Los cambios siempre son buenos. En materia de justicia penal después de más de cien años de aplicar el mismo modelo de justicia penal, podemos decir que no sucedió tal cual se justificó la inversión para implementar el sistema conocido comúnmente como “juicios orales”.

 

Podemos apreciar que los recursos que se utilizaron en infraestructura, tecnologías, capacitación, equipamiento para los operadores fue insuficiente, continúan los órganos investigadores llenos de carpetas, la incidencia delictiva rebasa al recurso humano, la tecnología no ha llegado a todas las áreas, la capacitación se ha diluido por múltiples razones, despidos, cambios de áreas, nuevas contrataciones sin la experiencia, utilizar al personal para actividades para las cuales no fue entrenado. Los recursos materiales no son suficientes para tanta carga de trabajo.

 

La organización México Evalúa, señala en su estudio del año 2018, que el 96.1% de los delitos a nivel nacional quedan impunes, las cifras que otorga de cada entidad federativa son alarmantes. No es una cuestión de recursos financieros, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, año tras año va incrementando los recursos federales, el Fondo de Apoyo para la Seguridad Pública (FASP), hace convenios con las entidades federativas para una distribución de los recursos a cada programa de prioridad que pueda dar respuesta a los escenarios de violencia, olvida el sistema que debe verificar la correcta aplicación de los recursos, el mismo se escuda bajo el pretexto de que no tiene el personal adecuado y suficiente para supervisar o verificar que en cada estado los recursos se manejen con total transparencia y en los proyectos pactados. El secretariado nacional se ha convertido en un “firma cheques” en contra del objeto primordial para lo que fue creado.

Al SESNSP le falta el recurso humano comprometido con la política criminal del presidente.

 

Que el SESNSP, no responda a la exigencia de fortalecer a los operadores del sistema de seguridad y justicia penal, tiene resonancia en todo el país y de ahí que la evaluación del sistema de justicia penal parecer insuficiente para evitar la impunidad y como consecuencia lógica la disminución de la violencia en el país.

 

Al no cumplirse con los ejes de profesionalización, infraestructura y tecnologías en las instituciones del sistema de justicia penal, los criminales siguen fortalecidos, no importa cuántos líderes de carteles o delincuentes comunes atrapen las policías, los criminales saben que por virtud del sistema garantista, seguirán tarde o temprano “trabajando” en contra de la sociedad. Es justo señalar como lo he repetido en otras opiniones, que la sociedad debe dejar la apatía y la falta de conciencia social, el dinero que reparte años tras año el SESNSP es de los impuestos y/o contribuciones de los mexicanos, es dinero que cada hombre o mujer trabajador produce, como se permite que no haya un correcto manejo del dinero y que finalmente sigamos llorando a nuestros muertos, desparecidos, etc. Soportando y tolerando a los delincuentes hasta sufragar su existencia en los centros de reclusión que también forman parte de los actores que toma en cuenta el SESNSP para el otorgamiento de recursos federales y parece que no pasa nada…¡algo tenemos que hacer! Las policías o fuerzas armadas detienen a líderes de células o carteles del crimen organizado y la violencia sigue, los reacomodos, el nacimiento de nuevos grupos; pero las cabezas no son suficientes, quedan otros, hay que atraparlos…al tiempo de prevenir que no se reagrupen, hasta en eso incide el SESNSP, porque tampoco verifica que los recursos federales se ejerzan eficaz y eficientemente en el tema de la prevención, so pretexto de que a los gobiernos no les gusta este tema “porque no luce” “nadie lo ve”.

 

Hablando de la escalada violenta: ¡urge que la Guardia Nacional dé resultados tangibles después de la detención de El Carrete!