¡Me dueles México! - El avión…el avión ¿?
En opinión de Alicia Vázquez Luna
Recuerdo que cuando era una niña. Si crea amable lector si fui niña alguna vez, no lo dude! Morelos solo tenía casi 500 mil habitantes, no había tantos asentamientos humanos y era más vegetación que construcciones. El cielo era más claro y los niños se divertían corriendo (como chivos locos) cuando advertíamos el sonido de un avión y lo perseguíamos gritando “el avión, el avión”. Tonteras si usted así lo quiere calificar. Cuando desaparecía todos mirábamos al cielo observando la estela a su paso y con un suspiro de su desaparición.
Así ayer nos quedamos, porque los que gritaron “el avión…el avión” fueron otros.
Es increíble, verdaderamente inconcebible que el avión haya desaparecido. ¿Cómo que se lo llevaron? La nota de los diarios: “…fue que entraron dos sujetos, abastecieron de combustible, encendieron y se fueron” ¿? y más ¿?. Tenemos un Servicio de control de tránsito Aéreo cuya actividad se prolonga en las veinticuatro horas, los trescientos setenta y cinco días del año. Opera con controles de áreas geográficas para no perder entiendo el control de su tránsito, los radares (Radio Detection And Ranging) permanentemente están enviando las señales para saber con precisión su trayectoria. ¿?
Cuando escucho todas las cuestiones técnicas de operación de una aeronave o reglas e instrumentos de vuelo, no alcanzó a entender cómo fue que el avión del aeropuerto Mariano Matamoros se fue….¿? al parecer ni la estela que deja a su paso se detectó. ¿? También se cuenta con un sistema que permite detectar la colisión. Sin embargo, el avión despegó del aeropuerto de Morelos, se fue para después, según afirman desplomarse o colisionar en otro país vecino. Porque en México nadie sabe de su tránsito aéreo y menos se sabe quién o quienes iban a bordo, menos la causa o motivo para tripularlo, menos que llevaba, etc. ¿?
Ahora tenemos el suspiro y la mirada distante…el avión…el avión. Se fue, se lo llevaron. Me quedo pensando con tantos problemas que tiene este bendito Estado y México en su conjunto. Que por más que deseemos una mejor condición de vida, la triste realidad aplasta cualquier esperanza. En México el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, registra una incidencia delictiva de lo que debería de considerarse una enorme preocupación por el robo de vehículos automotores. Ahora que le sume un avión aunque no está dentro de las categorías que maneja dicho sistema. Entonces la mirada distante tiene que ver con este escenario ante el que se enfrenta un ciudadano común que alberga la esperanza de que localizaran su automóvil por sufrir el robo, presentar su denuncia para la localización y una serie de trámites, para que nunca llegue ese momento. Dirá mi compadre, sino localizan mi vehículo, ni quién cometió el robo, podrán localizar un avión y los responsables”. Le respondo: “al parecer ya localizado, al parecer colisionó, no se sabe en realidad si junto con los responsables del “robo” al parecer murieron, al parecer en otro país. Mi compadre vuelve la mirada al horizonte, incrédulo, ante mi respuesta. Con cara de ¿?
Después de un rato reacciona y me dice: “no, ma…no, no” Encojo los hombros, miro al cielo y le digo “el avión…el avión” con la mirada distante en el horizonte me quede ¿?
Dicen los religiosos: “y se verán cosas peores”. ¡Me dueles México!