Mayorías y paridad de género

En opinión de Aura Hernández

Mayorías y paridad de género

[…] Cuando a veces me preguntan cuándo habrá suficientes mujeres en la Corte Suprema y digo, ‘cuando haya nueve’, la gente se sorprende. Pero había nueve hombres, y nadie ha planteado nunca una pregunta al respecto […]

Jueza Ruth Bader Ginsburg.

 

Durante muchos años he sostenido debates, para fortuna mía, cada vez menos enconados, con amigas y amigos entrañables devotos del formalismo jurídico que sostienen que las mujeres son iguales que el hombre ante la Ley, y por supuesto también las personas, comunidades y pueblos indígenas, por supuesto que también las personas que viven con una discapacidad, por supuesto que también las personas trans.

Si, por supuesto, solo que en la realidad algunos son más iguales que otros, pues la discriminación que muchos de estos grupos han padecido históricamente y padecen todavía hoy, a pesar de la Ley, nos obliga como sociedad a impulsar medidas afirmativas que disminuyan o desaparezcan esa desigualdad, muchas veces estructural y cultural, como es el caso de la violencia contra las mujeres.

La primera gran batalla que han dado quienes han dedicado su vida a la defensa y promoción de los derechos de las mujeres, ha sido hacer visibles las violencias, ponerle tinte a esos estereotipos de género que las normalizan.

Poner nombre a la violencia física, a la económica, a la psicológica, a la política, pero sobre todo luchar contra los techos de cristal cuyos orígenes está en la tan repetida “verdad de perogrullo” de que las mujeres debemos dedicarnos al cuidado de la familia y a las labores domésticas y que los hombres deben ser los proveedores, los que pueden dedicarse a la política.

Para hacer posible la visibilización de las violencias contra las mujeres, muchas de ellas imperceptibles para muchos porque se viven cotidianamente como parte de nuestra cultura, ha sido necesaria una lucha de muchos años, en muchas partes y de muchas formas. En Morelos, tuvimos también, para fortuna de muchas mujeres que a pesar de todo se han dedicado a la política, una lucha ejemplar para lograr la paridad de género en las posiciones políticas que se pusieron en juego en las pasadas elecciones de 2018.

Felizmente el resultado fue que, de manera histórica y gracias al esfuerzo y la tenacidad de otras mujeres, una mayoría de las que compitieron por posiciones en ese proceso electoral ganó en número a los hombres que compitieron por el mismo puesto, por ejemplo, en el Congreso del estado. La expectativa sobre la paridad de género fue incluso superada.

Pero ¿qué ha significado esto para la sociedad que las llevó al poder y para el grupo de mujeres morelenses que lucharon denodadamente para lograrlo? ¿Hemos tenido acaso como sociedad la satisfacción de contar con una legislación que favorezca la disminución e incluso la desaparición de las desigualdades a las que me referí al principio?

¿Qué se ha transformado en las relaciones de poder al interior del parlamento en el que ellas nos representan? ¿qué han hecho para luchar contra los techos de cristal que en el ámbito laboral padecemos las mujeres, ellas incluidas? Es más, ¿nos representan? ¿O solo reproducen la cultura patriarcal que ha dominado la escena política por años?

¿Qué planteamientos y programas concretos han impulsado como legisladoras para poner en le agenda política el debate sobre el acoso o las agresiones sexuales, sobre los feminicidios y las alertas de género? O, ¿sobre los derechos de las mujeres trans? que no sea su huelga de brazos caídos en lo que se exhibe más como necedad que como protesta.

Otras preguntas ¿qué ha pasado con el caso de diputado Marcos Zapotitla, acusado de supuestos delitos sexuales, luego de días en los que las diputadas protestaron contra su presencia en el pleno y exigieron su salida? Y ¿qué pasará ahora que las diputadas están luchando con la misma táctica, paralizar las labores legislativas, para lograr la presidencia de la Legislatura que hasta la fecha ha ocupado solo un diputado? ¿Ganarán la presidencia o, se las concederán sus pares hombres?

Deseamos, que su segunda batalla no tenga los resultados que tuvo la primera, deseamos que ganen la Presidencia de la cámara, que para eso son mayoría desde hace dos años, pero sobre todo esperamos que en caso de ganarla impulsen una agenda con perspectiva de género, es poco el tiempo, pero aún se puede hacer algo, posiblemente ayude la cercanía del 8 de marzo.

Pero más que nada, deseamos que como mayoría garanticen la paridad.

 

 

 

 

 

 

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