L'inmmondizia.

En opinión de Aura Hernández

L'inmmondizia.

“Toda mujer ya ‘liberada’ que acepte con complacencia su situación de privilegio se hace cómplice y participa de la agresión a las demás mujeres”.

Susan Sontag

 

No sé qué es lo que me ha indignado más. Si la muerte absurda de Ariadna, o el burdo montaje que la criminalizó para proteger a un feminicida, o las omisiones de los servidores públicos que deberían estar trabajando para hacer justicia o, el silencio de los organismos públicos “humanitarios”, o el silencio de las diputadas y del Instituto de la Mujer, o, lo peor, la complicidad de algunos medios de comunicación que se han regodeado en mostrar su talante mercenario.

Creo que es esto último. Pero esa actitud de los medios no es nueva. Históricamente, muchos trabajadores y dueños de medios de comunicación, y ahora “influencers”, cohabitan con una sociedad, que tal parece, les es ajena. Aunque pensándolo bien, es posible que los periodistas seamos una especie parida por los dioses o venida de otro planeta, tal vez de Marte, y eso nos hace inmunes a cualquier problema social.

Como si la inseguridad no nos afectara, como si la corrupción no nos dañara, como si nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras amigas, nuestras madres, no pudieran padecer la violencia que cómodamente deciden no difundir. O como si no pudieran ser víctimas de la impunidad que se pretendió urdir en torno al caso de la joven Ariadna. El pretexto perfecto es la “objetividad”.

De Ariadna, se han dicho muchas aberraciones y lo peor, es que no está para defenderse. Se dijo por ejemplo que el origen de su muerte estuvo relacionado con la cantidad de alcohol que ingirió la noche trágica en que la asesinaran. Se dijo también que su victimario es miembro de la delincuencia organizada y, que tanto ella como la “amiga” que la acompañaban, trabajaban para él.

No conozco las fuentes de esas noticias difundidas en medios de comunicación y redes sociales, lo que sí sé, es que quienes han escrito eso, necesitan un curso intensivo y urgente de perspectiva de género y de derechos humanos, porque todos la han revictimizado.

Diré en descargo de los medios, que antes que nada son empresas y que deben cuidar su viabilidad económica, pero también diré que un piso mínimo de ética en el ejercicio de su profesión no les vendría nada mal. Ganarían credibilidad y ganaríamos las personas que consumimos noticias.

Pero lo que no tiene ninguna justificación es el silencio y las omisiones de servidores públicos de algunos órganos autónomos y del Poder Legislativo del estado, que se han autocensurado y maniatado por sus compromisos e intereses. Es inconcebible, el nivel de descomposición que aqueja a la clase política.

¿En qué momento, se trastornó tanto, la ya de por si vapuleada vida política de nuestro estado de Morelos? ¿Quién decidió que como sociedad nos merecemos esta clase política? ¿Dónde ha quedado la tradición de sociedad beligerante, demandante y consciente que caracterizó las luchas del sindicalismo independiente de los años setenta, o a las luchas vanguardistas por los derechos humanos en los ochenta y principios de los noventa? ¿No ha quedado nada de todo aquello?

Ariadna murió por ser mujer, por ser joven y por vivir su vida ejerciendo su derecho al libre desarrollo de la personalidad, en un país en el que el machismo, de tan interiorizado, de tan metido en nuestra cultura, no se percibe y que este caso ha desnudado de manera muy importante.

Pero lo más lamentable y para lo cual no existe ninguna justificación es que, este caso está mostrando el talante vergonzoso de la investigación criminal en nuestro país, y peor, ha mostrado cómo se construye la impunidad desde las instituciones mismas.

Como bien lo apuntó en su cuenta de twitter la periodista francesa Emmanuelle Steels, refiriéndose a la campaña en los medios nacionales que busca lavar la cara al fiscal: “esta entrevista con el fiscal de Morelos sobre el feminicidio de Ariadna López es un ejemplo edificante de cómo se concibe la investigación criminal en México y cómo se construye la impunidad: cada acto de investigación es considerado de manera aislada, sin una dinámica de interpretación, sin cerebros humanos que unan las diferentes pistas, sin comunicación entre los MP y policías…”

Es l'inmmondizia.