La sociedad de los POETAS EBRIOS - Videos y redes; abuso e impunidad
En opinión de Héctor Rangel Terrazas
Lo que pasa hoy, en medio del ventarrón de noticias de impacto, donde las "fake" también ya ganaron su lugar y no logra nadie sacarlas de ahí (todavía), es que asuntos trascendentes, con todos los sellos para el análisis y la discusión, se pierden entre los diarios, noticiarios tradicionales, tooodo lo que significan las redes sociales y los miles de sitios web de "noticias" que diariamente, de hecho, son paridos cibernéticamente.
Piense usted, gentil lector, si tiene 40 o más, en lo que, durante su niñez, habría implicado el hallazgo de una cabeza, o extremidades, o troncos humanos, a manera de mensaje de los perpetradores, en una vía pública. Hoy, hallazgos así ya no son noticia o, acaso, encuentran espacio por allá en la página 39 debido, en gran parte, a su frecuencia y a lo apenas comentado.
La semana pasada se dio un hecho pocas veces visto (en Morelos y México). Policías que tundieron a un hombre vecino de Xochitepec, a quien aprehendían, con justificación o sin ella, están hoy presos, cercanos a enfrentar un proceso judicial, por el que se pueden ver varios años privados de su libertad, tras presuntamente haber privado de la vida al sujeto por ellos masacrado, con el que se les pasó la pata (según se aprecia en el video). No son extrañas las noticias hoy que ven la luz gracias, justamente, a una foto o un video reveladores.
En ese contexto, no está por demás subrayar las ventajas que hoy ofrece la tecnología a un individuo común, de recurrir a formas de dejar registrado lo que sucede en su casa, negocio o auto. Ya no son herramientas al alcance sólo de los servidores públicos (quienes tienen el varo -obviamente el nuestro- para cuidarse en sus oficinas y casas) o personajes acaudalados para atajar embates en contra. En el caso que nos ocupa, fue la propia cámara en casa de la víctima la que sirvió para que se difundiera lo que realmente pasó. No sirvió para salvar la vida al finado hoy, pero sí para intentar que se aplique algo de justicia, lo cual NUNCA habría sido posible sin su video.
Lo penoso del caso es que la Comisión Estatal de Seguridad y la Fiscalía General del Estado sólo actuaron cuando comenzó la viralización del material. No lo habrían hecho sin el testigo electrónico ¿Sabe usted cuántos casos así quedan en la impunidad, porque no hubo una evidencia tan contundente? Un servidor desconoce la cantidad, pero sabe que son muchos; casi cotidianos, no necesariamente con conclusión en un panteón, pero sí con pisoteo de los derechos fundamentales, vejaciones innecesarias, como vía de desfogue para esos servidores públicos, casi en el más básico de los niveles quienes, en verdad, en su mayoría, representan un riesgo cotidiano con el uniforme y las armas que portan. No es un asunto aislado, aunque sí lo es el que ya comience el proceso contra los presuntos responsables, cuyo perfil del conducta es el común denominador en nuestros "cuerpos del orden".
Por no dejar: Don Porfirio, ¡Presidente!
Y oootro de los asuntos que este servidor presume que quizá pasaron muchos por alto durante el histórico fin de semana, donde Marcelo Ebrard se puso a la cabeza para suceder a su aún jefe (el otrora enemigo del neoliberalismo, quien hoy aplaude uno de sus principales instrumentos, como lo es un TLC o un TEMEC).
El escenario fue Tijuana. La mayoría llegó ahí con boletos de avión sufragados con nuestros impuestos. Todos, a aplaudir, como focas. Muchos legisladores, gobernadores, alcaldes y otra gente fina ahí reunida se apersonaron por interés mezquino, ante los reflectores que el acto de la indignidad les daría.
Todos, menos uno. Se llama Porfirio Muñoz Ledo, el joven. Su voz ya es titubeante. Desde hace mucho, por la bebida (no rara vez); últimamente, por tantas primaveras recorridas. Ya no habla con firmeza sonora. pero sí con la de las ideas, aún frescas y joviales, en una de las pocas mentes brillantes que quedan en el país.
Todos -ya dijimos- batían sus brazos cual focas de circo acuático. Él no. Fue la única voz discordante que, en verdad, hizo honra a la dignidad con la que un patriota debería conducirse. Crítico a más no poder, se lanzó contra lo sucedido en Washington, en la representación nacional de vergüenza encabezada por el carnal Marcelo. A diferencia de los aduladores que tomaron el micrófono, los lamebotas de pejelagarto, el presidente del Congreso de la nación repudió lo cedido en materia migratoria, dada la inhumanidad que las medidas conllevan, y la evidencia de haber quedado postrados ante Trump, con todas las consecuencias que ello acarreará, incluso cuando el empresario presidente ya no esté.
¿No supo usted lo que dijo, don Porfirio? Lo invito a leer unas líneas. ¿Ya lo leyó, escuchó o se lo contaron? Lo invito a recordarlo:
"Impedir el paso de centroamericanos es imposible y contrario al derecho humano a la migración".
"Es inmoral el doble rasero de pedir en la frontera norte que nos abran la, y cerrarla en la frontera sur, para hacerle un oscuro favor a los EEUU".
"No creo que dure la presión total, con amenazas económicas, con bravatas electoreras, demagógicas. Después del Gobierno de Trump, México no podrá cambiar de política migratoria".
No hubo mayor problema para quien bien podría haber sido un mejor presidente que todos los habidos en los últimos 80 años de ir contra lo que presumía AMLO. Estaba frente a puro pinnípedo, irreflexivo, cuyos aleteos sonoros estaban garantizados... hasta para él y su discurso de repudio.