Incorrectos, los linchamientos, pero la gente está harta: clero
El vicario de la diócesis local destacó el hartazgo social por la falta de seguridad
Estudio de la CNDH y la UNAM ubica a Morelos entre los 4 estados más proclives a este delito
La Iglesia católica reprobó los linchamientos que con frecuencia se reportan en diversos municipios de Morelos, pero reconoció el hartazgo social por la falta de seguridad.
A pesar de los actos delictivos que se han presentado en diferentes puntos del estado, el vicario de la diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera pidió a los ciudadanos no hacer justicia por propia mano, porque se distorsiona la Ley y se pueden cometer injusticias.
Lo anterior, luego de que un sujeto robó una iglesia en la colonia La Mojonera en Cuernavaca, pero los vecinos los detuvieron y lo amarraron a un poste, por ello, el jerarca católico lamentó la inseguridad, pero pidió no hacer justicia de propia mano.
El también jerarca católico lamentó los linchamientos y convocó a que como ciudadanos se respete el estado de derecho.
Dijo que la seguridad es un asunto que le corresponde a las autoridades y son las responsables de la situación que se vive en la entidad.
Además pidió al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo y a la Comisión Estatal de Seguridad actuar pronto para evitar más linchamientos.
Tambíen el párroco lamentó que las iglesias han sufrido varios robos. Detalló que los municipios que más les preocupa en materia de inseguridad son Cuernavaca, Jiutepec y Tlaltizapán.
Morelos, con largo historial
Una investigación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y la Universidad Nacional Autónoma de México, de 2019, y difundida en exclusiva entonces por El Regional (https://elregional.com.mx/mayoria-de-morelenses-a-favor-de-linchamientos) obtuvo que la mayoría de la población de Morelos está de acuerdo en que, si un asaltante es aprehendido y sometido por sus víctimas, es justo que sea linchado.
Los resultados del estudio apuntaban, junto con Morelos, a la Ciudad de México, Puebla y Estado de México, como cuatro como “focos rojos” por casos de la aplicación de la justicia popular, además de ser sitios con añejos antecedentes de incurrir en esa práctica ilegal, que es atizada por la incapacidad policiaca y la amplia impunidad con quienes delinquen.