Inclusión Educativa en la UAEM - Enseñanza Virtual y Discapacidad: UAEM
En opinión de Eliseo Guajardo Ramos
En la UAEM hay 107 estudiantes con discapacidad casi en todos los grados y niveles. En Educación Media Superior y en licenciatura y posgrado. Ya hay egresados, también. Porque Primero como Programa y luego como Unidad para la Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad de la Universidad Autónoma, fueron ingresando y han sido acompañados en su trayectoria académica, desde 2013 en adelante. En total, han ingresado 131 y han egresado 10. Y hasta el momento, hay 16 aspirantes, tanto para Media Superior, con 5 jóvenes; como para licenciatura, 11. Hay de todas las discapacidades, Sordos, ciegos, con dificultades motrices, con autismo, e intelectuales. Además, de casos únicos, que se denomina así cuando hay un síndrome extraño o extraordinario y es inclasificable, desde el punto de vista de la deficiencia orgánica mas que a la discapacidad.
Recordamos aquí, que la discapacidad a diferencia de la deficiencia orgánica, es el desempeño con base en la interacción con el entorno social del niño, joven o adulto con discapacidad. Y que con la misma deficiencia orgánica puede haber una gran diferencia en el desempeño. Depende más de las condiciones sociales que de la determinación orgánica lo que alguien con discapacidad puede lograr hacer. Por eso la gran diferencia entre quienes tienen una formación académico-profesional de quienes no la tienen. Como ocurre con cualquier persona sin discapacidad. Se trata de dos dimensiones. Hay una tercera, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la normatividad de las actividades sociales e institucionales. Estas normas son o incluyentes o excluyentes, y se les denomina a estas últimas, minusvalía. Estas normas son históricas. Cada vez más, de acuerdo a las Políticas Públicas, se van venciendo las barreras que burocráticamente se han impuesto. Así cada vez más, hay mayores accesos a la igualdad de oportunidades.
Se ha avanzado mucho en el aspecto de la eliminación o minimización de las barreras normativas, de las prácticas inclusivas en muchos ámbitos. Muestra de ello es que acceden a las universidades, entre las que está la UAEM. Para que no sólo ingresen, sino que permanezcan, se requiere realizar una serie de Ajustes Razonables y Ayudas Técnicas en el aula, a la que asisten al lado de estudiantes sin discapacidad.
Una de ellas, es que cuenten los Sordos en el aula con intérpretes en Lengua de Señas Mexicana (ILSM). Que los que tienen ceguera y dominan el sistema de escritura en Braille, accedan a textos en este código para que tengan información relevante. Ahora, es posible pasar de texto en español (sistema en negro, se le llama en el contexto de los ciegos) a voz, con alguna aplicación de traductor en el celular. Para los chicos con silla de ruedas, en muletas y andaderas por dificultades motrices, hay accesibilidad con las rampas de la infraestructura física de los edificios académicos. Para los jóvenes con autismo, que hay unos cuantos, se conoce su diagnóstico y se apoya a la familia y a las Unidades Académicas, precisando la forma en que reciban instrucciones estos alumnos. Porque se trata de casos únicos. Nos referimos a que cada chico tiene su propia forma de interacción y no se puede generalizar.
La contingencia sanitaria debido a la pandemia del Coronavirus ha limitado, prácticamente, al 100% las actividades académicas presenciales en la Universidad. Pero no se han suspendido las clases. Las Unidades Académicas y sus docentes fueron apoyados por eUAEM para abrirles sus aulas virtuales en la plataforma de la UAEM. Algunos profesores han habilitado por su cuenta la plataforma de Google, el Classroom y el Drive para el repositorio del material bibliográfico de consulta. Otros, utilizaron el Skype, y otros más estrenaron una herramienta muy dúctil, el Zoom. Se dieron las clases y se encargaron tareas con estas mismas herramientas. Así como para subir tareas y trabajos de ensayo o investigación temática. Súbitamente, cambió la relación profesor-estudiante. Muchos ya habían experimentado la virtualidad académica. Pero muchos otros no, ésta fue la oportunidad para contactarse a distancia virtualmente.
Muchos académicos e investigadores educativos coinciden en que cuando se regrese a clases, las cosas ya no serán como antes. Que estas prácticas y herramientas electrónicas llegaron para quedarse. Y no es que ahora todo será a distancia, mediante la plataforma de eUAEM, Classroom, Skype y Zoom, pero ya no desaparecerán de la cotidianeidad. Se convertirá la práctica docente en modalidad híbrida: parte presencia y parte a distancia. Esa es la ganancia de esta contingencia, entre otras más.
Habrá que hacer un recuento de cómo les fue a los estudiantes con discapacidad con las plataformas digitales. Y, apoyarlos en la virtualidad de aquí en adelante. El ILSM, debe aparecer en pantalla de una u otra forma. Pero deberá haber una fuerte carga visual en la forma de dar clase a todos los estudiantes, de donde será ganancia para los Sordos, sin perder el apoyo del ILSM, desde luego. Se reducirá la imperiosa necesidad de acuñar neologismos en Señas que no existen para algunos conceptos, dado el empleo visual de los contenidos. Los estudiantes ciegos, requerirán, por el contrario, que les describan todo el material visual que aparezca en pantalla. Y habrá que investigar las aplicaciones tridimensionales digitales, para ellos. Las herramientas periféricas para los chicos con problemas motores de espasticidad en brazos y manos, pero son los menos. Y así por el estilo. Se termina el espacio y seguiremos en la próxima entrega para las demás discapacidades.