Grito enérgico de R. Castro C. y obispos a AMLO por violencia

Luego de dirigirse a los criminales que cometen atrocidades todos los días en el país a quienes -a través de un video- suplicó y exigió dejar de hacerlo, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, se unió hoy al resto de sus homólogos en el país para denunciar la gravedad de la violencia y exigir al gobierno federal escuchar las voces que piden cambiar la estrategia de seguridad.

En el largo texto, donde se denuncia la grave crisis que enfrenta México en materia de inseguridad, también llaman a la actual administración federal a dejar de usar como pretexto los errores cometidos en el tiempo pasado.

A través de, probablemente, el más enérgico mensaje emitido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el actual sexenio, signado por los obispos del país, se acusa que México ya se convirtió en uno de los lugares más inseguros para vivir.

Los purpurados lamentan la pérdida de miles de vidas inocentes que ponen de luto a las familias, y advierten que el crimen ya se ha extendido por todas partes "trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad".

Y espetan: "se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres".

Recuerdan el lamento papal, luego de que el Pontífice Francisco, en la plaza de San Pedro, echó en cara: "¡Cuántos asesinatos en México!", apenas el miércoles de esta semana, luego del asesinato de un laico y dos religiosos jesuitas en Chihuahua

Destacan que las propias cifras oficiales reconocen al menos 122 mil asesinatos en tres años y medio (el período del actual gobierno federal). 

En su grito de desesperación, los encargados de las diferentes diócesis en el país se dirigen severamente al gobierno federal y se suman al pronunciamiento realizado desde el Senado "para revisar las estrategias de seguridad que están fracasando". 

"Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas. Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como Nación".

De la misma manera, ese grupo de la alta jerarquía católica mexicana lanza un llamado "a todo el pueblo de Dios, en especial a los sacerdotes, religiosos, catequistas, evangelizadores y demás agentes de pastoral, a sumarse en los trabajos por concretar el proyecto de PAZ de Cristo".

El enérgico mensaje es firmado por Monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y Secretario General de la CEM.

Además de los siguientes prelados con cargos jerárquicos en la CEM:

Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, presidente; Mons. Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, vice-presidente; Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, arzobispo electo de San Luis Potosí y tesorero general;

Mons. Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula, primer vocal; Mons. Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato, segundo vocal

A cuyas firmas siguen las del resto de los obispos del país. Este inédito mensaje de la CEM, que ocupó desde ayer relevantes espacios noticiosos, puede leerse completo aquí:

https://cem.org.mx/mensaje-de-los-obispos-de-mexico-por-la-paz/

"Así, no, así, no": Sicilia

Por su parte, el activista Javier Sicilia dijo respaldar los pronunciamientos hechos esta semana por el obispo Castro, la Iglesia católica y el propio Papa Francisco.

Se dirigió al propio presidente de la república para decirle que "así, no, así, no", frente a la estrategia de seguridad que está evidentemente fallando en el país.

En una entrevista con Milenio Televisión, criticó igualmente los conflictos políticos absurdos a los que dan prioridad gobernantes y partidos, frente a la vulnerabilidad en la que están los mexicanos actualmente y cada vez peor, de cara al crimen.