El Tercer Ojo - Breve Historia de la medicina y de la relación médico-paciente (Décimo Quinta Parte)

En opinión de J. Enrique Álvarez Alcántara

El Tercer Ojo - Breve Historia de la medicina y de la relación médico-paciente (Décimo Quinta Parte)

Como señalamos en nuestra última colaboración, el origen del estudio “moderno” de la anatomía suele atribuirse a de HumaniCorporis Fabrica (de la estructura del cuerpo humano), escrito por Andreas Vesalio. También manifestamos que, pese a ello, Ve salió debía mucho a los primeros anatomistas.

 

Según refiere Francisco González Crussi, en su breve Historia de la Medicina: “al parecer, la idea aristotélica de que el conocimiento verdadero de la estructura corporal sólo es posible a través del estudio del organismo viviente, les dio pie a la vivisección humana. Los reyes de Alejandría,deseosos de mantener su ciudad como el centro rector de las artes y las ciencias, permitieron que los criminales condenados a muerte se entregaran oficialmente a los anatomistas quienes, entonces, podrían abrirlos `legalmente’”. No es sorprendente que algunos historiadores pusieran en tela de juicio la veracidad de esta práctica; sin embargo, San Agustín o Tertuliano condenaron a los médicos, así comosus prácticas,adjetivándolos de “bestias despiadadas y carniceros sanguinarios”. Como concluye Francisco González Crussi: “transcurrido el brillante periodo alejandrino, el estudio de la anatomía cayó en el profundo letargo intelectual de la edad media (…y, agrego yo, del poder católico y de la inquisición…). El interés por la anatomía humana se revivio durante un breve periodo gracias a Galeno”.

 

Esta dualidad entre el oscurantismo medieval y los fugaces aportes de galeno propiciaron las condiciones favorables para que, los conceptos anatómicos de este último se convirtieran el dogma.

 

Como es perfectamente sabido, pero invisibilizado historiográficamente, el conocimiento de la anatomía pudo conservarse vivo gracias a los intelectuales árabes como Avicena (Abu Bakr Mahammad íbn Zakariya al-Razi 865-925 d.n.e.) y Maimónides (Moshe ben Maimón 1135-1204 d.n.e.), entre otros.

 

Como expresamos también en nuestra colaboración anterior, existen testimonios de que la disección de cuerpos humanos volvió a practicarse en el año 1315, en Bolonia.

 

Si uno observa sin mucho esfuerzo intelectual los grabados de anatomía medievales comprenderemos cómo se realizaban las disecciones y las lecciones de anatomía.

 

“En estas imágenes, por lo general, se muestra un cadáver tendido sobre una mesa, rodeado por quienes participaban en la experiencia didáctica (…el famoso cuadro de Rembrandt, Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp es una muestra clara de ello…)Bajo la mesa se ve un canasto o algún otro receptáculo donde se depositan los restos de la disección, sosteniendo un cuchillo y apunto de usarlo en el cadáver, vemos al sector (el tecnicismo actual es ‘prosector’, es decir el individuo encargado de efectuar la disección (…) Se trata probablemente de un barbero o cirujano, profesión que no gozaba de mucho prestigio por entonces (…) en la imagen aparece otro hombre, el ostensor o demostrador (…) el ostensor indicaba dónde cortar y que hacer enseguida (…) tras ellos, alejado de la mesa, en el sitio más alto vemos al lector. Se trata del profesor de anatomía sentado en su catedra leyendo un texto de las obras de Galeno, o bien recitándolo de memoria. El resto son los estudiantes (González Crussi)”.

 

Si reflexionamos esta imagen podremos comprender que, para ese entonces, la práctica quirúrgica no sólo no tenia un buen prestigo; más bien, por el contrario, era una práctica despreciada mientras que el lector o profesor de anatomía seguía el dogma escolástico.

 

Por lo que hemos descrito, la obra de Vesalio fue considerada la fuente original de la anatomía. Sin resaltar la belleza de los dibujos de Tiziano por ahora, debe señalarse que echó por tierra nociones tales como la existencia de poros que conectaban los ventrículos cardiacos, la división de la cavidad uterina en siete cámaras, la conexión directa entre el cerebro y los testículos, entre otras.

 

No obstante, la mayoría de los estudiosos de la obra de Vesalio concuerdan en que la repercusión de su obra habría sido menor de no ser por su elegancia y su valor artístico, debido a Tiziano.

 

Una vez muerto Vesalio (15 de octubre de 1564), este camino fue seguido por Bartolomeo Eustachio (1520-1574) y Gabriel Falopio (1523- 1562).