El próximo Congreso morelense
En opinión de Roberto Salinas
2,500 millones de pesos nos han constado a los morelenses las últimas dos legislaturas (2015-2018 y 2018-2021). La transparencia con la que se han conducido es escandalosa y muy molesta, fortalecida por la simulación, impunidad y complicidad de quienes llegan en las nuevas legislaturas.
Durante campaña prometen que van a ser diferentes, conducirse con transparencia, ser de puertas abiertas y legislar con la sociedad. Cuando llegan, se encuentran con un abanico de recursos y poder, olvidando las prioridades de los ciudadanos, para buscar alianzas que cambian constantemente en función del interés personal o económico.
¿Por qué ha sido tan ineficiente nuestro Congreso? En mi opinión, por el mal que azota nuestro país, la corrupción. Después de 3 años no ha sido posible conocer las finanzas de las anteriores legislaturas, la ex presidenta del Congreso informó en su entrega recepción (2018) que como ninguna legislatura entregaba información contable, ella tampoco lo hacía. No pasó nada, la denuncia presentada en la fiscalía anticorrupción fue por no pagar prestaciones de los trabajadores por siete millones de pesos. No hay denuncias por la desaparición de documentos o por el uso de otros cientos de millones de pesos.
Con tan solo 20 diputados pensábamos que se requerían menos recursos. En 1997 con 30 diputados, el Congreso funcionaba con 28 millones de pesos, esa cifra actualiza representarían 91 millones al 2021, hoy 20 diputados ejercen 430 millones. Al menos 200 millones de pesos anuales se podrían destinar en inversión pública o programas sociales que estimulen el desarrollo económico o social de Morelos, pero no, en el Congreso se cree ser Diputado es para cambiar de clase social y ensanchar el patrimonio personal o familiar.
En 2019 se destinaron 18.5 millones de pesos para gestiones de Diputados, que en su mayoría se han negado a transparentar o presentan información de apoyos o donativos de los que es difícil comprobar la veracidad de los apoyos y no existe una obligación de entregar comprobantes fiscales. Para prerrogativas y dietas de Diputados se destinaron más de 31 millones y otros 3.6 millones para gastos de diputados, 6 millones para informes legislativos y 2.2 millones para apoyos de la presidencia del Congreso y de la Junta Política y de Gobierno. Las asignaciones a grupos parlamentarios fueron de 15 millones para Morena, 5 millones al PES y 2.6 al PT, la forma de distribuirse es desconocida.
Antes de la pandemia, se podía percibir que en las oficinas del Congreso no había más de 150 empleados, pero que en sus registros la lista ascendía a más de 400 entre los que se encontraban familiares de Diputados.
Para que el Congreso pueda funcionar correctamente y cumplir con su labor de legislar y revisar a los otros poderes, debe estar integrado por personas con valores y virtudes más altos que el de la miseria de enriquecerse o hacerse de más poder colocando familiares, conocidos o aviadores en diferentes instituciones incluido el Congreso. Habrá chantajes, amenazas, presiones y compra de voluntades, parecerá que el que no entra al juego de la corrupción es un perdedor, un ignorante o un tonto, porque no supo aprovechar los años de bonanza a costa de los ciudadanos.
La transparencia jugará el papel más importante en la próxima 55 legislatura. La opacidad o la transparencia marcarán su destino. En la medida en que los nuevos legisladores abran la discusión, el debate, las designaciones, la toma de decisiones y el uso de recursos se tendrá mayor posibilidad de llega a acuerdos. En la medida en que la transparencia, acompañada de la participación ciudadana sea el pilar de la siguiente legislatura, se podrá cambiar el modo de hacer política en Morelos, de garantizar una auditoría funcional y un mejor uso de recursos estatales y municipales.
No hay de otra, o los próximos legisladores adoptan la transparencia, rendición de cuentas y la participación ciudadana como sus pilares o serán rechazados en tres, seis, nueve o más años, como muchos otros. Los ciudadanos ya se dieron cuenta que es necesario involucrarse en la revisión de sus funcionarios porque al no hacerlo, se comenten abusos que nos llevan a una crisis institucional y social de la que tomará años reponerse.