El gobierno estatal rechaza la represión

El gobierno estatal  rechaza la represión

La mañana de este jueves 2 de octubre, el jefe de la Oficina de la Gubernatura, Héctor Javier García Chávez, en representación de la titular del Poder Ejecutivo, Margarita González Saravia, encabezó en la Plaza General Emiliano Zapata Salazar de Cuernavaca la ceremonia cívica en memoria de las víctimas de la represión ocurrida en Tlatelolco en 1968.

 

En su mensaje, García Chávez afirmó: “Estamos en un estado y en un país de libertades, y en el gobierno de Margarita González Saravia nunca habrá represión. Siempre se reivindicará la libertad individual y colectiva, la libertad de prensa, la crítica y la autocrítica. Esa es la herencia principal que debemos honrar a quienes cayeron en el 68”.

 

Por su parte, la secretaria de las Mujeres, Clarisa Gómez Manrique, subrayó que cada 02 de octubre la bandera se iza a media asta como acto de memoria, respeto y compromiso. Recordó a las y los jóvenes, maestras y maestros, trabajadoras y trabajadores, víctimas de la opresión al movimiento social de 1968, episodio que marcó la lucha por la democracia y la libertad en México.

 

“Hoy, en La tierra que nos une, conmemoramos esta fecha con el compromiso de fortalecer la conciencia histórica, consolidar la democracia, defender los derechos colectivos y avanzar hacia una sociedad basada en la justicia y la dignidad”, señaló.

 

Como parte de la ceremonia, las autoridades guardaron un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de aquel 02 de octubre.

 

En el acto estuvieron presentes integrantes del gabinete legal y ampliado del Poder Ejecutivo; el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Isaac Pimentel Mejía; la diputada Ruth Cleotilde Rodríguez López; el fiscal regional metropolitano, Fernando Blumenkron Escobar; así como titulares de instituciones educativas, personal académico, administrativo y comunidad estudiantil.

 

El 2 de octubre de 1968 es una fecha que marcó la historia de México. En la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, Ciudad de México, se llevó a cabo una manifestación pacífica de estudiantes y ciudadanos que exigían cambios políticos y sociales en el país. La manifestación fue brutalmente reprimida por las fuerzas del orden, lo que resultó en un número indeterminado de muertos y heridos.

 

La noche del 2 de octubre de 1968, la plaza de las Tres Culturas estaba llena de personas que habían acudido a la manifestación. La tensión era palpable, y de repente se escucharon disparos y ráfagas de ametralladora. La confusión y el pánico se apoderaron de la multitud, y muchos intentaron huir del lugar. Sin embargo, las fuerzas del orden bloquearon las salidas y comenzaron a disparar contra los manifestantes.

 

El número exacto de muertos y heridos en la plaza de las Tres Culturas nunca se ha determinado con precisión. Las autoridades mexicanas han reconocido que hubo víctimas, pero nunca han proporcionado un número oficial. Los testimonios de los sobrevivientes y los testigos oculares han descrito una escena de horror y violencia, con personas heridas y muertas en el suelo.

 

El 2 de octubre de 1968 es un día que nunca se ha olvidado en México. La represión de la manifestación en Tlatelolco se considera un punto de inflexión en la historia del país, y ha tenido un impacto duradero en la política y la sociedad mexicanas. La fecha se ha convertido en un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad en México, y se conmemora cada año con manifestaciones y actos de recuerdo. La plaza de las Tres Culturas es un lugar de peregrinación para muchos mexicanos que buscan recordar y honrar a las víctimas de aquella noche trágica.