El fracaso político en el apoyo a la cultura en Morelos
En opinión de Tania Jasso Blancas
La cultura en Morelos atraviesa un momento crucial, marcado por decisiones políticas y presupuestarias que han afectado significativamente a los artistas locales. En la actual administración dirigida por Cuauhtémoc Blanco, el presupuesto destinado a la Secretaría de Turismo y Cultura ha sufrido ajustes que no han favorecido a la comunidad artística. En 2024, el presupuesto fue de aproximadamente 179 millones de pesos, una disminución en comparación con los 199 millones del año anterior, evidenciando una falta de prioridad hacia el sector cultural.
A lo largo de los años, los gobiernos en Morelos han mostrado un patrón de apoyo selectivo a ciertos grupos de artistas, creando una especie de “mafia cultural”. Este fenómeno ha dejado de lado a muchos creadores talentosos que no se alinean políticamente o no tienen conexiones con las autoridades. La administración de Graco Luis Ramírez, por ejemplo, aunque incrementó el presupuesto de 114 millones en 2012 a 130.9 millones en 2018, también fue criticada por favorecer a un círculo cerrado de beneficiarios.
Además, eventos culturales significativos han sido discontinuados. El Festival Cervantino, que tuvo una extensión en Morelos hasta 2018, o la suspensión en 2019 y 2020 del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico PECDA, es un ejemplo de cómo las oportunidades de exposición y desarrollo para los artistas locales han mermado con el tiempo. A pesar de la creación de instituciones importantes como el Centro Cultural Teopanzolco y el Museo Morelense de Arte Contemporáneo Juan Soriano, la falta de programas de estímulo consistentes ha generado una dependencia en eventos esporádicos y no en un apoyo continuo y estructurado.
En contraste, durante la gestión de Marco Antonio Adame Castillo, se observó un enfoque en la creación de infraestructura cultural, como el Centro Morelense de las Artes y la promoción de los conventos del siglo XVI. Sin embargo, estos esfuerzos no siempre se tradujeron en un apoyo efectivo y sostenido para los artistas locales, evidenciando una desconexión entre la infraestructura cultural y el desarrollo del talento local.
Es fundamental que las autoridades reconsideren su enfoque hacia la cultura en Morelos. El apoyo a los artistas no debe ser visto como un gasto prescindible, sino como una inversión en la identidad y el patrimonio del estado. Programas de estímulo consistentes, eventos culturales regulares y un presupuesto que refleje la importancia de la cultura son esenciales para revitalizar la escena artística en Morelos y garantizar que todos los artistas, sin importar sus conexiones políticas, tengan la oportunidad de prosperar.
La cultura en Morelos necesita un nuevo rumbo. La reducción de presupuestos y el apoyo selectivo han dejado a muchos artistas talentosos sin el respaldo necesario. Es tiempo de que el gobierno estatal reconozca el valor de la cultura y asegure un apoyo equitativo y sostenido para todos los creadores. Solo así se podrá construir un legado cultural sólido y diverso que beneficie a futuras generaciones.
Además, es imperativo que la próxima administración estatal se comprometa con una gestión transparente y responsable de los recursos destinados a la cultura. La designación del titular del órgano encargado del rubro cultural debe basarse en la experiencia, la integridad y el compromiso con el desarrollo artístico de Morelos, dejando de lado cualquier influencia política o intereses particulares.
En este sentido, es necesario que la nueva gobernadora, como lo han prometido las candidatas, se comprometa a erradicar cualquier indicio de desvíos, corrupción y mafias culturales que hayan afectado históricamente el panorama cultural del estado. Esto incluye una auditoría exhaustiva de los fondos destinados a la cultura, así como la implementación de medidas de transparencia y rendición de cuentas que aseguren que cada peso invertido beneficie realmente a la comunidad artística y cultural de Morelos.
En resumen, la próxima administración en Morelos tiene el desafío y la responsabilidad de transformar radicalmente el panorama cultural del estado. Esto implica no solo un aumento significativo en el presupuesto y un apoyo equitativo a todos los artistas, sino también un compromiso firme con la transparencia y la integridad en la gestión de los recursos culturales. Solo así se podrá construir un futuro próspero y vibrante para la cultura en Morelos.