DIVISIONES Y CAÍDAS
En opinión de César Daniel Nájera Collado
César Daniel Nájera Collado 
En torno al movimiento del 8 y 9 de marzo, lo único que mencionaré es lo mal que está la situación actual que las mujeres, para ser valoradas, tienen que ausentarse. De ahí en fuera, los hombres no merecemos protagonismo en tal movimiento.
Sin embargo, otro hecho que merece ser revisado detonó en estas fechas. A causa de un gran efecto de “bola de nieve”, el precio del petróleo se desplomó súbitamente el día lunes, al abrir los mercados asiáticos. Aparte de la caída del 5% que le representó a la moneda mexicana, y la gran posibilidad de un deterioro continuo, ¿por qué nos atañe tanto este tema?
La fragmentación del mundo es cada vez más evidente. Es verdad que desde tiempos inmemorables, la humanidad se ha divido en diversas ocasiones. Pero la diferencia es que ya no estamos en condiciones de aplicar el “sálvese quien pueda”, porque no se salvará nadie. El brote de coronavirus ocasionó que la producción automovilística cayera debido a sus fundamentos en China, y a su vez, el precio del crudo descendió. La Organización de Países Exportadores de Petróleo intentó llegar a un acuerdo y disminuir su producción para derivar en una alza, pero debido a la oposición rusa, esto fue imposible. En respuesta, Arabia Saudita remató su petróleo, generando la caída del mercado asiático e internacional. Este tipo de acciones también se han visto cuando Donald Trump salió del Acuerdo de Paris, rompiendo todo tipo de avances colaborativos en materia ambiental. Si los líderes se empeñan en polarizar al mundo en pos de una supuesta salvación individual, ¿qué nos espera a los receptores de consecuencias? Pereceremos si olvidamos que somos una misma especie. Se deben salvar todos.
