Diputados, estoicos en sucesión de ESAF
A un año y tres meses, el órgano sigue acéfalo con encargados de despacho
No hay avances, reconoció Ariadna Barrera Vázquez, congresista de Morena.
La 54 Legislatura continúa indiferente ante la sucesión del titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF). A un año y tres meses, el órgano sigue acéfalo (con encargados de despacho). No hay avances, reconoció Ariadna Barrera Vázquez, congresista de Movimiento de Regeneración Nacional.
En entrevista, y ante el cuestionamiento: “¿Para cuándo se dará la designación?”, respondió: “esperamos que ya sea pronto, porque ya vamos a media legislatura, y los consensos no se dan…”.
“De repente se da un acuerdo”; sin embargo, hasta ahí han quedado. Ante esto, pretextó que los candidatos no reúnen “los requisitos”; sobre todo, en el rubro de la “honestidad”. Además, “hay compañeros que han desistido en su sentido de votación, por no estar conformes con el perfil de cada uno de los aspirantes…”.
La asambleísta agregó que, en apego al proceso jurídico correspondiente, se podría cancelar la anterior convocatoria y “reponer” el proceso: “puede ser”. No obstante, añadió que “existen buenos candidatos” en la lista anterior (conformada por alrededor de 25 interesados). “Tendría que revisarse”.
Desde su óptica, mencionó que las características que se deben cubrir, para tal vacante, son las siguientes: “de preferencia, profesionista; con cédula, con experiencia; más que nada…”; sobremanera, con experiencia en estructuras temáticas de “fiscalización y auditoría; objetivos; sin ningún tinte político”.
“¿Este pendiente los ha dividido, como legislatura?”, se le insistió; en seguida, replicó: “no; simplemente, no lo tienen consensado (sic) los compañeros. Habrá que revisar nuevamente los perfiles, para que todos los demás estén de acuerdo”. El nuevo auditor tiene que entrar en “una dinámica” de transparencia.
Negó, por otro lado, que tenga un vínculo consanguíneo en la ESAF (ya le contestó, por medio de un escrito, a “Morelos Rinde Cuentas”). Expuso que la “autonomía” en ese órgano es “indispensable” y, con base en eso, se tienen que cumplir con los complementos para ocupar los espacios laborales.
Desde noviembre del 2018, cuando Vicente Loredo Méndez dispuso de su dimisión (por “razones personales”), el organismo no posee auditor.