Destaca investigador importancia de estudiar inmunidad de los murciélagos
“El ser humano es responsable de una enorme dispersión de virus en la naturaleza”, señaló Humberto Lanz Mendoza, doctor en inmunología y profesor en la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en el marco de la conferencia Respuesta inmunitaria de los murciélagos y la probable transmisión del SARS-CoV-2 al hombre, impartida el pasado 27 de enero en modalidad virtual.
El también investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Humberto Lanz, detalló que está comprobado que el hombre puede contagiar de Covid-19 a otros animales de zoológico felinos, como tigres y leones, a través de su cuidador infectado con el virus y en muy pocos casos, a mascotas como perros y gatos de compañía.
Lanz Mendoza, recordó que en el caso del SARS-CoV-2, el síndrome de deficiencia pulmonar agudo severo, que produce la enfermedad de Covid-19, es una variante de la extensa familia de los coronavirus, cuya proteína spike, infecta mortalmente a los seres humanos.
En China, como en muchos países, existen mercados de comida donde se consumen animales silvestres, lo que propicia el contacto de los seres humanos con los virus y bacterias de ciertas especies animales.
“Hay una hipótesis de que el SARS-CoV-2 sea una versión mutada del COV-RaTG13 de murciélago, detectado y aislado en la especie Rhinolophus affinis de la provincia de Wuan, China, en 2015 y 2017”, dijo.
El investigador explicó que recientes estudios científicos publicados en revistas de prestigio, señalan que es el pangolín, un mamífero con mayor receptividad como portador intermedio del SARS-COV-2, tiene una alta demanda en China y Vietnam como alimento, pues su carne se considera un manjar y sus escamas son utilizadas en la medicina tradicional.
“La hipótesis sugiere que la transmisión del SARS-COV-2 surge del murciélago al pangolín y de éste a las células receptoras del ser humano, no obstante falta mucho por investigar acerca de los riesgos de zoonóticos a los que está expuesto el ser humano, en su contacto con diversas especies animales”, dijo el investigador.
Humberto Lanz concluyó que “no debemos satanizar al murciélago, su presencia no indica que nos van a transmitir enfermedades, cumplen un servicio a la naturaleza muy importante en el control de insectos y como biólogos hay que tener mucho cuidado con la información que compartimos, la reflexión es que representan una importante oportunidad de investigación para tratar de entender el sistema inmune y esta interacción entre los virus y los murciélagos”.