Cuando sea demasiado tarde…
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Centro de Investigación Transdisciplinar en Psicología
Universidad Autónoma del Estado de Morelos
Antes de terminar el semestre.
Pues henos aquí, nuevamente arrancando el semestre universitario. Nos esperan muchas cosas para el último tercio del año. Primero que nada está el tema del presupuesto. Si no me equivoco, éste es el cuarto año que llegamos a agosto sabiendo que no sabemos cómo llegaremos a fin de año, mucho menos a los aguinaldos. Unos dicen que septiembre, otros que octubre, otros que tal vez lleguemos hasta noviembre. El Dr. Urquiza ha tenido varias reuniones con rectores de otras universidades, con autoridades de la ANUIES, con autoridades de la SEP. Yo en lo personal le doy un voto de confianza. La Universidad sigue a flote.Ya están los músicos preparando sus instrumentos, pero sigue a flote. El rescate de las universidades no es un tema local, es un tema manejado en otros círculos. Están los intereses de la educación privada, los intereses políticos, y apostaría que hasta los intereses gringos. Al día de hoy, no se puede proveer educación gratuita y de calidad a todo aquel que lo requiera en este país. No hay dinero, no hay infraestructura, no hay capacidad para hacerlo y no hay voluntad de hacerlo. No sólo es que no se puede, y no sólo es que no se quiere. También hay quienes tienen la voluntad de hacer que la educación sea cada vez más inalcanzable para la mayor cantidad de gente posible.
Nos han convencido de que el sistema educativo es una suerte de videojuego, en el que tenemos que ser capaces de sortear una serie de pruebas que nos permitirán acceder a alguna alegría secreta que traerá el siguiente nivel. Evaluamos para egresar de un nivel, evaluamos para ingresar al siguiente nivel, y estamos convencidos de que sólo los más aptos son los que obtienen los privilegios. El sistema educativo está convenciendo al estudiante ya no de que tiene que pasar al siguiente nivel, sino de que la tarea que está realizando tiene un significado oculto que en algún momento de su futuro se revelará. Estudia chaval, para que seas alguien en la vida. Haz una maestría, para que aprendas lo que no aprendiste en la licenciatura, y así sucesivamente. He escuchado quejas de estudiantes, quienes a duras penas saben realizar operaciones matemáticas sencillas, referentes a lo “aburrido” o “estricto” que es un profesor determinado, y reclamar una justa restitución. Yo recuerdo que en la licenciatura había una inmensa presión por aprobar, pero también había una gran sensación de que el haber aprobado significaba algo para mí, más allá de pasar de nivel o no. Ahora en los objetivos particulares de cada plan de estudios habría que incluir “Convencer al estudiante de que adquirir conocimiento es importante para él o ella.” La educación pública de México se desmorona, no sólo hay que luchar porque el gobierno no nos la quite, también hay que luchar para que el estudiante sepa que la necesita.
No soy ingenuo, veo que mis habilidades en Matemáticas, Gramática, Ortografía, Historia y Geografía, son inferiores a las de mis padres. Soy capaz de darme cuenta de que mi adquisición de competencias básicas para la vida es inferior a la que se le proveyó a la generación anterior, ¿cómo es que no nos es evidente que la siguiente generación viene en peores condiciones que la nuestra? ¿En qué condiciones vendrá la que le sigue? ¿Qué es lo que está ocurriendo a nuestro alrededor que nuestra juventud está tan aturdida?
El tema de la política local lo he dejado descansar un poco, este último año me dejé las noticias del Estado para el final. El sexenio anterior me dejó muy desgastado y hubo que tomar un poco de distancia para darle prioridad a mi vida personal. Sin embargo veo que business as usual con sabor cuernavacense. Sé que están jugando con el tema de las nóminas doradas que dejaron en el sexenio anterior (es tanto el cinismo que hay hoy en día), empezaron a volar las narcomantas con y sin porciones de individu@, y al final se entregó el Carrete. No podemos decir que lo agarraron, porque todo este tiempo se sabía dónde estaba. Entre eso y que el Cuau está ausente en una ceremonia, y en la otra también, opino que el tema político local está un poco insípido. Los actores se acostumbraron a la política de dimes y diretes del sexenio anterior, cuyo único logro fue llevar al Estado de Morelos a la bancarrota. Si el alcalde se quiere vestir como vaquero, dejen que se vista como vaquero. El tema en cuestión es el SAPAC y los 400,000 baches que adornan la ciudad. Estoy seguro de que me faltan muchos temas importantes en la esfera local, trataré de ponerme al corriente.
No quisiera decir que la educación ha muerto, pero sí somos nosotros los que la estamos matando.