Crisis económica y escenarios para Morelos
En opinión de Raúl Abraham López Martínez
*Entre la continuidad o la innovación política
* A nuevos problemas se requieren nuevas soluciones
El grado de desarrollo económico es un factor importante que tiene una relación de causa-consecuencia en el desarrollo social de una sociedad. Para que se pueda dar esta ecuación es necesaria la intervención del gobierno mediante el diseño y la implementación de políticas públicas que incentiven la inversión privada, nacional o extranjera, y que de manera simultánea el gobierno implemente acciones de bienestar social para garantizar el respeto de los derechos humanos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA).
A partir de esta consideración, el presente artículo en un primer apartado expone los elementos mínimos para establecer un bosquejo de la situación económica que prevalece en el estado de Morelos y un segundo apartado se plantea los escenarios que se vislumbran en materia de economía y desarrollo social a nivel estatal.
Un primer indicador que nos permite identificar las condiciones de desarrollo social que predominan en el estado de Morelos son los resultados de los estudios de medición de pobreza 2008-2018 que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Esta institución tiene como misión “Medir la pobreza y evaluar los programas y la política de desarrollo social para mejorar sus resultados y apoyar la rendición de cuentas”.
Este estudio nos puede orientar sobre los retos sociales que los gobiernos municipales y estatal tiene que hacer frente en el estado de Morelos.
Dentro de los resultados más relevante de este estudio que el CONEVAL dio a conocer meidante un comunicado de prensa con fecha del 5 de agosto del 2019; encontramos los siguientes:
a) El número de personas en situación de pobreza en el estado de Morelos pasó de 965,852 a 1 millón de personas entre 2016-2018.
b) El porcentaje de la población en situación de pobreza en el estado de Morelos pasó de
49.5% a 50.8% entre 2016-2018.
c) El número de personas en situación de pobreza extrema en el estado de Morelos pasó
de 115,383 a 146,974 entre 2016-2018.
d) El porcentaje de la población en situación de pobreza extrema en el estado de Morelos
pasó de 5.9% a 7.4% entre 2016-2018.
e) Entre 2016 y 2018, en Morelos, el porcentaje de la población en situación de pobreza
aumentó 1.3 puntos porcentuales, y la población en situación de pobreza extrema
aumentó 1.5 puntos porcentuales, esto debido a un incremento en los seis indicadores
de carencias sociales y un aumento en el porcentaje de la población con un ingreso
inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos.
f) Entre 2016 y 2018, el porcentaje de personas con ingresos inferiores a la línea de pobreza por ingresos en Morelos disminuyó 0.9 puntos porcentuales; sin embargo, el porcentaje de personas con ingresos inferiores a la línea de pobreza extrema por ingresos aumentó en 3.2 puntos porcentuales, es decir, un menor porcentaje de personas cuentan con el ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria.
A este escenario de pobreza y desigualdad social que se encuentra afectando a una significativa mayoría de personas que habitan en el estado de Morelos, hay que agregar el indicador de contracción económica del país que se expresa en una caída del Producto Interno Bruto de México (PIB) del 2019 en 0.1%.
Para el año 2020 el Banco de México recortó su expectativa de crecimiento para el Producto interno bruto y la ubicó en un intervalo que va de 0.5 a 1.5 por ciento.
Mientras que Citibanamex, Barclays, Finamex y Bursamétrica; estiman el PIB 2020 en un 0.5%.
Este panorama nos ilustra una coyuntura económica y social nada halagadora, nos muestra con indicadores una realidad que se encuentra afectando a la mayoría de los mexicanos y de los morelenses.
Ante estas circunstancias, y colocando en el centro a los actores gubernamentales y municipales del Morelos, se pueden distinguir los dos siguientes escenarios.
Escenario de continuidad:
De limitarse la administración pública estatal y los ayuntamientos a su actividad programática tradicional, restringiendo su acción de políticas públicas solamente al mermado presupuesto público que tienen programado para el 2020. Es decir, de continuar haciendo las cosas como las hicieron en el año 2019 no será suficiente para enfrentar el escenario de crisis económica en el que nos encontramos. Un escenario de por sí difícil, en el que también tenemos que considerar los estragos económicos causados por la presencia del coronavirus.
Este escenario de continuidad dará por resultado un aumento de la pobreza, afectaciones en la productividad en el campo y en la ciudad, todo esto se verá reflejado en una considerable disminución de la capacidad económica de las familias.
Escenario de innovación política y liderazgo social:
En este escenario partimos del reconocimiento de que como gobiernos y sociedad nos encontramos ante un escenario de incertidumbre y crisis económica. En donde la única certeza que prevalece es la ausencia de estabilidad en el corto y mediano plazo.
En este contexto, cuando hablamos de innovación política nos referimos a que el gobierno tiene que buscar alternativas de acción que le permitan superar la crisis económica, para lograr esto es necesario que hasta cierto punto rompa con la inercia de las rutinas institucionales y despliegue su capacidad creadora para no quedarse anclado en reproducir comportamientos y acciones que en nada contribuyen en la solución del problema económico.
Dicho de otra manera, a nuevos problemas se requieren nuevas soluciones. Esta idea representa la base de la innovación política. Y esto se tiene que ver reflejado en acelerar sus tiempos de valoración y toma de decisiones. De actuar ante la adversidad. De no quedarse callados ante el actual estado de cosas con tal de evitar problemas, cuando precisamente la tarea fundamental de la política pública consiste en involucrarse en los problemas para construir alternativas de solución. En este concepto de la innovación política quienes pretendan evitar los problemas lo mejor que pueden hacer es dejar el ámbito de la política y dedicarse a otras actividades.
En el ámbito gubernamental, y anclados en este escenario, se requiere de una alta dosis de liderazgo social, un liderazgo que se traduzca en la capacidad de discutir, dialogar, negociar y ser factor de los acuerdos que se requieran en las acciones encaminadas para afrontar la crisis económica. Aquí la política del cuello de avestruz no viene al caso. De nada sirven los políticos que prefieren esconderse en lugar de salir a la arena pública para generar los acuerdos que sean necesarios. En este escenario, se requiere de políticos de contacto directo con los actores sociales, políticos con liderazgo social.
Para dejar bien en claro la gestión operatividad de este escenario voy a poner el ejemplo del Proyecto “Esperanza”, este proyecto que depende de la empresa Esperanza Silver de México S.A. de C.V. subsidiaria de Alamos Gold Inc. busca establecer una mina de oro en un área de los terrenos comunales de San Agustín Tetlama en Temixco.
Este corporativo minero tiene considerado en su plan de negocios realizar una inversión estimada de miles de millones de pesos derivado de los aproximadamente 500 millones de dólares que tienen considerado invertir en un periodo de 10 años.
Una inversión de estas características se podría convertir en el impulsor económico que tanto necesita el estado de Morelos para reactivar la economía local.
Desde la perspectiva de la innovación política de gobierno y el liderazgo social, los representantes del sector público deberían de ser los primeros interesados en concretar esta inversión que tiene el alcance de abrir 1,500 empleos directos y 6,000 empleos indirectos. El comportamiento que se esperaría de los servidores públicos en esta perspectiva de gestión gubernamental sería la de ser facilitadores entre el Proyecto “Esperanza” y los actores interesados en conocer o aclarar dudas sobre este proyecto minero. De ser puentes de diálogo y acuerdos para avanzar entre el gobierno, el sector privado y la sociedad.
Regresando el tema de la crisis económica, el tiempo apremia, lo mejor que podemos hacer para gestionar esta crisis es pedirle al sector público que actué con innovación política de gobierno y liderazgo social.
*Director de Innovación y Estrategia
Consultora Designio
rlopez@designioinfoestrategia.com.mx