Yo tengo otros datos

En opinión de Carlos A Galicia

Yo tengo otros datos

Es muy lamentable lo que le ocurrió al escritor Salma Rushdie en Nueva York. La publicación de su novela versos satánicos ha sido la causa de que su vida este en peligro.   “Los versos satánicos, es una novela muy bien recibida en la que la fantasía se combina con la reflexión filosófica y el sentido del humor. La obra despertó las iras de los musulmanes shiíes, quienes la consideraron un insulto al Corán, a Mahoma y a la fe islámica”.1_(buscabiografias. com).

Durante la presentación de su obra “un individuo se le aproximó y le apuñaló en el cuello. Tras recibir ayuda médica en el lugar de los hechos, fue trasladado en helicóptero a un hospital”.

Al parecer, “el 14 de febrero de 1989 el ayatolá Jomeini declara la obra una blasfemia contra el islam y decreta una fetua contra el escritor, poniendo precio a su cabeza por valor de 5.000.000 de dólares ofreciendo la recompensa a quien lo ejecutara, así como a todos los implicados en la publicación del libro. A pesar de que Rushdie se retractó públicamente y redactó una declaración en la que manifestaba su adhesión al islam, la fatwa no fue levantada.”

¿Salma Rushdie es una víctima o es un verdugo? Por atreverse a cuestionar ciertos designios de una de las religiones más antiguas de la humanidad.  Hasta donde un escritor puede adentrase a una realidad y atreverse a revelar ciertos patrones morales y éticos. Habría que preguntarse si la literatura tiene ciertos límites en el que el escritor no debe traspasar. ¿Qué sucede con los escritores que se han atrevido a develar a través de las letras la situación que prevalece en el vaticano?  En las cuales algunas obras literarias cuestionan la corrupción, o bien, el manejo de las finanzas, o las prácticas de pedofilia ¿Acaso la iglesia los ha perseguido a los hombres y mujeres que no piensa igual que ellos y que se atreven a cuestionar las acciones de los hombres del vaticano? Tal vez sí, en su momento, principalmente durante la época oscura de la humanidad. Sin embargo, hoy, sería inconcebible.

 ¿Hasta donde está permitido que un hombre ejerza su derecho a pensar libremente? Es preocupante y alarmante que en pleno siglo XXI estemos presenciando este tipo de eventos. Se supone que en sociedades modernas prevalecen ciertos valores que hacen posible la convivencia entre los seres humanos. Acaso existen sociedades soterráneas que existen al margen de la civilización y que no están dispuestas a despertar. Y, por lo tanto, quieren someter a los individuos a sus principios morales que son totalmente antiéticos para una humanidad civilizada.

Si es así, el mundo camina en sentido opuesto. El daño que le han causado a Rushdie, es un golpe para la libertad de expresión, un atentado para el libre pensamiento. En donde la humanidad no lo debe permitir, no basta que quienes lo dañaron paguen ante la ley. Se requiere que el mundo en su conjunto intervenga para liberar a sociedades que se quedaron atrapadas en el tiempo y que hoy requiere tener un encuentro con la libertad.

Oportunas

  • Escuchar a los jóvenes expresarse es muy gratificante. Son motivo de reflexión y de admiración, como ocurrió recientemente en el Congreso del Estado en el que se llevó a cabo el Parlamento infantil, que más que infantil debería de ser Parlamento Juvenil. Hoy, en día vemos que hay mucha efervescencia de jóvenes participando en actividades sociales como políticas. Ojalá en este ejercicio se logre formar jóvenes con otras perspectivas y visiones de la política en Morelos, que tanta falta hace en la entidad.
  • Por fin el Mercado Adolfo López Mateo tendrá inversión para remodelar su aspecto. Ojalá se logre modificar los cables de la luz eléctrica porque son un riesgo para los locatarios y para los compradores de mercancías.
  • Es importante una revisión en los taxis por parte de la autoridad correspondiente porque al parecer existen choferes de la tercera edad que están conduciendo vehículos de transporte público. Y dada las condiciones físicas y de salud de dichos hombres, no es conveniente que conduzcan un taxi.