Cifras que duelen

En opinión de Lorena Elizabeth Castillo

Cifras que duelen

Junto al drástico peso de las cifras, todos y cada uno de los casos de feminicidios en cualquier entidad del país, afecta a la sociedad en su conjunto y desintegra la cohesión de familiares de la víctima y su entorno; ante lo cual, dependencias gubernamentales, agrupaciones y colectivas de la sociedad civil están comprometidas a ser parte de la solución de tan grave fenómeno. 

Con tal criterio, es necesario dejar en claro que el manejo de cifras, estimaciones y estadísticas pueden y deben regirse con reglas metodológicas compartidas por las autoridades y el sector civil involucrado, a fin reflexionar y accionar con evidencia, así deben darse con base al número de feminicidios contrastados con el número de habitantes. 

 

Explicamos lo anterior con un caso inmediato: Entidades como Durango con densidad de 15 habitantes por km2, Chihuahua con 14 personas y Baja California Sur, con 11 habitantes por km2, lógicamente la incidencia de casos por cada 100 mil habitantes, resulta ser mucho menor, aun cuando las cifras de casos acumulados de feminicidios sean mayores a los ocurridos en la entidad morelense. Algo similar sucede, pero en sentido contrario, en entidades como la Ciudad de México, con la más alta densidad del país que eleva a 6,163 habitantes por km2, EdoMex con 738; Querétaro, 203, Guanajuato, 201 y Jalisco, 106 hab., por km2. Mientras que Morelos, registra una densidad poblacional de 404 habitantes, por km2, cifra que se incrementa en Cuernavaca y su zona metropolitana, a diferencia de zonas suburbanas y rurales.  

Por lo tanto, la Capital con 378 mil habitantes y de éstos, 199 son  mil mujeres,  es un territorio que debemos atender con ahínco y profundidad precisamente por su densidad poblacional y la probabilidad de ocurrencia, además de reiterar que cada uno de esos los dolorosos e indignantes casos son una auténtica tragedia personal, familiar y social, y así lo entendemos y trabajamos para atender las causas, tarea que llevará mucho tiempo pero que es urgente mirar y actuar. Aquí radica la importancia de las cifras para destinar los recursos necesarios en la atención de este lastre que lastima en lo más profundo como parte de una sociedad.

 

En lo que respecta al municipio capitalino, la administración municipal 2022-2024, a través del Instituto de la Mujer (IMC) en estos dos años ha abordado las raíces biopsicosociales, históricas y culturales que sustentan la violencia de género y ha incorporado la perspectiva de género en las políticas públicas para desprogramar estereotipos patriarcales.

Por medio del Sistema Municipal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (PASEMUN) se han implementado estrategias para disminuir las brechas de desigualdad de género, tanto al interior de la administración, como en comunidades y colonias con alto índice de violencia. 

Lo anterior a la par de los programas, como "Pinta Trazos con el IMC" y el "Programa de Fortalecimiento para la Autonomía Económica de las Mujeres (FAEM) , Salud Mental,  proyectos de sensibilización en escuelas, atención integral a mujeres indígenas, acceso a servicios de salud y educación, entre otros. 

Compartimos la preocupación de representantes de asociaciones y colectivos en defensa de los derechos humanos de mujeres ante cualquier abuso, por lo que nos sumamos a las tareas, con los medios a nuestra disposición, para abatir las condiciones que generan la violencia. Al mismo tiempo, invitamos a sumar de esfuerzo para homologar criterios en el manejo de cifras, estadísticas y estimaciones, a fin de no caer en el sensacionalismo e incrementar, en su lugar, la cultura de la prevención y erradicación de las causas profundas de la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes.