Carmen, se te perdió la presidencia
En opinión de Víctor Iván Saucedo Tapia
María del Carmen Cuevas no es más Magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Estado y mucho menos Presidenta del Poder Judicial.
El pasado miércoles se publicó en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad" el decreto en el que se revierte la determinación del Poder Legislativo (durante la anterior legislatura) donde se le amplia a los Magistrados el término de 14 a 20 años.
Al revertir esto, la ahora ex Magistrada, se encuentra bajo la premisa de que su término se encontraba vencido y por ende ya no era más integrante del TSJ y por consecuencia Presidenta del Poder Judicial.
Como era de esperarse, la reacción de la ex Presidenta ha sido visceral, primero naturalmente buscó recurrir a un amparo, mismo que a decir de los expertos, no la protegió de seguir siendo Magistrada, si no que se le otorgó para que las cosas permanecieran en el estado en el que se encuentran al momento de promover dicho amparo (es decir, a partir de las 9 de la maña del 11 de septiembre), y para ese momento ella ya NO era Magistrada y NO era Presidenta, toda vez que su periodo legal había concluido.
Al ver que lo legal no iba a funcionar, sacó su lado beligerante, para evitar que a través del Decano se convocara a sesión y los Magistrados designaran un nuevo Presidente; fue todo un espectáculo, hubo “amenazas de bomba”, “alertas sísmicas”, ruedas de prensa, cierre de oficinas y del pleno y cuanta triquiñuela se les ocurra en aras de conservar el poder.
Pero los problemas de Carmen Cuevas no vienen de ahora, su personalidad, su soberbia y ambición la han metido en serios predicamentos durante su gestión, la ruptura de la relación con sus hoy ex compañeros Magistrados, su insana cercanía con el entonces Gobernador Graco Ramírez, su necesidad de ser el centro de atención y controlar todo,las actuaciones tan controvertidas que se han dado durante su gestión, siempre opacadas por el sesgo del tráfico de influencias, la intimidación o la impunidad, son lo que hoy la tiene en la más absoluta soledad.
No veo en medios de comunicación o en redes sociales quien la defienda, no veo a sus compañeros tratar de darle una salida digna por que ella no dio pie a que las cosas se hicieran así y creo que en poco tiempo, quienes la apoyan desde las sombras también van a abandonarla.
La señal había venido desde hace un par de semanas, los Magistrados habían solicitado formalmente a los órganos correspondientes que se exhortara a la entonces presidenta a que les informara previamente de los asuntos que se discutirían en el pleno toda vez que no lo hacía, su última sesión como Presidenta se llevó acabo con falta de quórum y aún así la desahogó. ¿Es ese el respeto que tenía a sus pares? ¡Imagine lo que le esperaba a aquellos que buscaban justicia!
¿Por qué presento este antecedente? Por qué es más que evidente que los intereses que buscaban conservarla en el poder atentan en contra del propio espíritu del Poder Judicial, no se están conduciendo con probidad ni imparcialidad, anteponen sus intereses al de un Poder que debe ser un pilar de serenidad y legalidad en las penosas circunstancias que reinan en el Estado.
Espero que prive la prudencia, que las aguas tomen su nivel, que asuman la ley como el único camino para resolver estos diferendos, que dejen atrás las rencillas personales, los agravios y la demagogia.
Ojalá ella recapacite y piense en su lugar en la historia, por que a diferencia de otros, ella SI es oriunda del estado, ella SI se va a quedar aquí y su nombre puede quedar manchado por estos arranques y por quienes desde las sombras la están usando para librar otro frente de guerra con el Ejecutivo.
Carmen Cuevas está contagiando al Judicial del circo que han montado el Ejecutivo y el Legislativo y eso es impermisible para los morelenses.