Yo tengo otros datos - Trump: el presidente caótico
En opinión de Carlos Galicia

Ante las políticas de rechazo por parte de Donal Trump en contra de los migrantes, era de esperarse una reacción de los indocumentados. Realmente se habían demorado en manifestarse, tardaron un poco en hacerlo, tal vez tenían miedo o quizás era prudencia. Lo que, si es un hecho, es que se pone en tela de juicio la estabilidad del gobierno de Trump.
Las medidas que pretende aplicar el mandatario para evitar los disturbios, no son las más adecuadas. Tratar de hacer un desplazamiento de fuerzas armadas por el territorio estadunidense y encarcelar a los líderes del movimiento, cree con ello que puede intimidar a los manifestantes.
Es un hecho que el problema no termina con ese tipo de acciones, al contrario, es el inicio de una serie de acciones concatenadas que se entrelazarán en contra de la actuación del presidente norteamericano.
El número de agrupaciones de inmigrantes en Estados Unidos es muy grande y seguramente, surgirán aun más. La lucha por la defensa de los derechos de los migrantes creará organizaciones en diferentes lugares de los Estados Unidos. Además, La posición de los senadores y representantes del Congreso no será circunspecta, habrá representantes que se pronuncien en contra de la política del mandatario, principalmente los del partido opositor.
Por otra parte, el sector empresarial será el más afectado, porque la mano de obra que se emplea en la planta productiva es mano de obra barata, mal pagada, que no cuenta con derechos o prestaciones, lo que ha permitido incrementar la riqueza de los propietarios. El trabajo doméstico que realizan los indocumentados en las residencias en donde se emplean como: jardineros, empleadas domésticas, cuidadoras de niños y cocinera es obvio que será una molestia para la comodidad de los norteamericanos, porque ellos tendrán que realizar dicho trabajo, o bien, tendrán que emplear a sus compatriotas.
Por otra parte, el impuesto que impuso a las remesas, perjudica a los mexicanos, pero seguramente, inventarán otra vía para enviar recursos a su familia a México, si algo tienen lo mexicanos es que son creativos, en situaciones de riesgo son inventivos, ocurrentes. Son muy dados hacer gala de la adversidad; suele inventar canciones, corridos, hace parodias.
No dudemos que los autores intelectuales de las manifestaciones en territorio americano son obra de mexicanos. Si algo tiene la raza de bronce es que son solidarios, se une a causas en común. Ellos enarbolaron el movimiento, pero después, migrantes de otras partes del mundo se unieron a esta gran manifestación. Por qué el problema no era solo para los hijos del sol azteca, sino con todo aquel que no sea de raza blanca y ojos azules, pese a que los manifestantes están conscientes de lo riesgos que corren al enfrentarse a un gobierno represivo y xenofóbico como es la administración de Donald Trump, han decidido organizarse y mostrar su fuerza migrante.
Es seguro que las organizaciones de mexicanos en América no se van a replegar ni a intimidar. Los actos de violencia que se presentaron no son los más aptos ni adecuados, pero son actos de resistencia, en el momento que les niegan la posibilidad de realización. Según Michel Wieviorka, la violencia es la negación de la subjetivación. “la violencia, en algunos casos, no es más que la incapacidad del sujeto de convertirse en actor: la violencia no es más que la marca del sujeto contrariado, negado o imposible, la marca de una persona que ha sufrido una agresión, sea física o simbólica[1]”. Pero, además, considera que cuando un individuo ha sufrido agresión reacciona de manera violenta; no es por el simple hecho de que en su ADN contenga genes de violencia, sino por que le han negado la posibilidad de convertirse en sujeto. Considera “que la violencia expresa un profundo sentimiento, una fuerte percepción de haber sido despreciados, descalificados, de no haber sido reconocidos, respetados. Y la violencia ha surgido porque ha habido una negación de las subjetividades[2]”.
Ahora bien, si los indocumentados no se manifiestan, es seguro que pierden todo lo que han logrado en una nación que no les reconoce derechos, ni tampoco respeta su identidad. Mientras que muchos de ellos han hecho su vida en Norteamérica, no están dispuestos a perderlo todo.
Donald Trump suele actuar de manera abrupta, para medir al opositor, una vez que analiza a su oponente, toma una decisión contraria, finalmente es comerciante; dispuesto a negociar, o en algunos casos recula en sus decisiones, Lo hizo con algunos aranceles que amenazó que impondría a los países, y en la recriminación de Trump al presidente de Ucrania. “que no diera las gracias por el apoyo que le ha brindado EE.UU. durante la guerra”[3]. En los funerales del Papa Francisco, en la Basílica Vaticana, fue la ocasión para reanudar las platicas acerca de la guerra Ucrania -Rusia. Con otra actitud el mandatario norteamericano abordo el diálogo con el presidente de Ucrania que en su momento fue ríspida. Aunque, últimamente está generando más conflictos su actitud, como la que tiene con Gavin Newson, Gobernador de California, en el cual Trump pasó por encima de su autoridad para mandar tropas federales a los Ángeles sin el consentimiento del mandatario estatal, y recientemente el suceso del Senador Demócrata, Alexis Padilla, cuando fue arrestado porque pretendió cuestionar las respuestas de la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem. Así que hay que esperar cual será su actitud del hombre que fue elegido de manera democrática, pero que él siente que su designación es divina. Se siente un rey. Hay que esperar que la población estadunidense se empiece a cansar de los disturbios, las atrocidades y el caos que están generado sus decisiones racistas y xenofóbicas.
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[1] https://www.redalyc.org/pdf/122/12210301.pdf
[1] https://www.redalyc.org/pdf/122/12210301.pdf
[1] https://www.bbc.com/mundo/articles/clyd11np8p7o