Yo tengo otros datos - La lucha de egos; La apatía y comodidad: CEMA

En opinión de Carlos A. Galicia

Yo tengo otros datos - La lucha de egos; La apatía y comodidad: CEMA

Dicen que la política es una actividad apasionada; quienes se dedican a esta noble acción, consideran que está en juego las emociones, o los llamados “sentimientos”. Aunque los estudiosos del poder señalan que en el fondo es un afán por destacar, sobresalir frente a los demás,   está de por medio el  ego,  la simple y pura vanidad.

En ese sentido, el psicoanalista Erick Fromm, supone que no es tanto, vanidad, si no en el fondo es una “impotencia”, que se traduce más bien en una frustración; entendiéndola  como la imposibilidad de lograr algo, de conseguir su propia subjetividad; es decir su  plena realización como ser humano, como sujeto  pensante; que actúa y crea.  

Por lo tanto,  la política es el escenario adecuado para lograr dicha pretensión, por lo mismo todas aquellas loas,  aplausos, apapachos y  reconocimiento de los demás  son bienvenidos

En la medida  de que aparece la imagen y las  acciones de   personajes públicos en los medios de comunicación, redes sociales, los individuos se realizan.

 Contrario es cuando la crítica se encarga de opacar su vanidad. Porque los sujetos se convierten en intolerante y arbitrarios.

Los individuos (hombres y mujeres) van a tratan siempre de buscar y obtener una posición, un status, identidad, pertenecer al círculo del poder, con el propósito de mandar o de influir en el poder.

Por tal motivo la política es considerada como  una arena de lucha; un espacio de los contrarios, la guerra de egos.

Cuando los personajes principales se enfrentan aparece el conflicto, este encuentro, muchas veces, se deriva en  cerrazón para dialogar, para aplicar la tolerancia y tener  respeto del contrario. Es cuando brota la intolerancia, la agresión, envuelta en ocasiones  en denostaciones.

Y este matiz que acabamos de exponer, bien se presta para hacer una reflexión oportuna a las circunstancias próximas que están por suceder. 

En las 55 legislaturas del Congreso de Morelos, uno de los diputados más combativos y  contestatario fue Agustín Alonso Jr, fue presidente de la Comisiones Legislativa de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública, dicha comisión es una de las más importantes del recinto parlamentario.

 La cercanía que siempre mantuvo Alonso con el exgobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu y su militancia perredista propiciaron que no hubiera simpatía con el mandatario.  Fue tal la animadversión que el oriundo de Yautepec  formó parte del grupo legislativo opositor al régimen de Cuauhtémoc Blanco.  En cuanto al futbolista  es un personaje que  viene del mundo del deporte y del espectáculo, en la cual la vanidad es  ingrediente principal de interacción y de socialización de este medio.  

 Durante los casi tres años que dura una legislación, se estableció una relación ríspida entre ellos.

El futbolista seleccionado nacional reto al legislador a subir al ring para medir sus fuerzas, luego del pleito que tuvo el diputado con la diputada Erika Gordillo. En esa ocasión el mandatario llamó al diputado, “mamarracho”.

El legislador se ofendió cuando en un evento del día de las madres, los asistentes le gritaban “gobernadooor”. “gobernadooor”, en alusión de que podría ser el próximo mandatario. En son de broma Alonso  dijo, ¿qué pasó no me confundan? se tocó la espalda y exclamó; “Estoy un poco jorobado, pero no soy un burro”. Refiriéndose  a la figura del Ejecutivo Estatal. 

En las elecciones del 2024, Agustín Alonso decidió ir en alianza para su candidatura como diputado federal con varias organizaciones políticas entre ellas Morena. Incluso, le refrendo su apoyo a Margarita González Saravia,  candidata al gobierno del Estado del partido guinda. En ese instante  se desligó por completo del partido del sol azteca y se sumó al partido guinda. Y pausó su posición contestaría en contra del gobierno en turno.

Por su parte, Blanco renunció al partido que lo nombró para gobernador y se inclinó hacia Morena. Era la segunda ocasión que renunciaba a una organización política para irse con otra fuerza política.

Ambos personajes renunciaron a su partido de origen que los postuló y se fueron a Morena por conveniencia. Por lo tanto, hoy, son morenistas.   

La interrogante que surge en la opinión,  es ahora que Agustín Alonso Jr. y Cuauhtémoc Blanco Bravo son diputados federales en funciones a partir del 1 de septiembre. ¿Cómo piensan llevarse? Porque ambos son representantes federales por Morelos y tienen que hablar a nombre de la entidad, pero sobre todo tendrán  que gestionar y proponer políticas públicas que beneficien a la entidad. ¿Ahora si habrá tiro, como le dijo Blanco al diputado en su momento? O bien seguirá la descortesía y las groserías de las que  se quejó Agustín Alonso Jr del ex gobernador. Hay que estar atentos en que termina esta trifulca.  Esperemos que este conflicto no sea un “pleito de cantina”, como decía Don Fidel Velázquez cuando se refería a los  aprietos que se produjeron en el viejo régimen, y para minimizarlos, para no darle mayor importancia, el octogenario, los clasificó como un mal entendido, resultado de los tragos. O bien, cabe la duda: ¿Ahora sí, estos personajes interpretarán fielmente las estrofas del himno de Morelos…” Unidos como hermanos, los hijos de Morelos,… borremos de nuestra alma, la lucha fratricida” ?  Hay que estar atentos y esperar.

 Refilón

Es muy común que una vez que un empleado permanecemuchos años en una dependencia, con el tiempo deja de ser creativo, competitivo, e innovador. Se vuelve sedentario, y cómodo porque la misma dinámica del trabajo lo cubre. Es el caso de Javier Almazán Orihuela.Secretario académico del Centro de Artes de Morelos (CEMA). Cuando ingresó a laborar en el plantel fue un servidor muy activo, promotor de la difusión y promoción del arte y la cultura, pero después, con el transcurrir de los años, la comodidad y la apatía lo han invadido. Es muy común verlo en horas de trabajo desayunando en el tradicional restaurant “Vienés”, o en algún puesto comiéndose unos tacos de canasta, un cono de frutas en alguna calle del centro histórico. Lo que indica que seguramente, ya tiene garantizada su permanencia.