¨Yo tengo otros datos¨

En opinión de Carlos Alfonso Galicia Pineda

¨Yo tengo otros datos¨

Las omisiones de la autoridad

1.- Resulta que una de las atribuciones de los Ayuntamientos es mantener actualizada la nomenclatura y el nombre de las calles, es decir, que las avenidas y calles tengan nombre y número. Sin embargo, en Cuernavaca no observamos este tipo de acciones. Existen lugares en donde los vecinos se tomaron la molestia de ponerle número a su domicilio, o bien el nombre a su calle que mejor les parece, sin que la autoridad municipal tenga conocimiento. Para efecto de la credencial de elector, la propia autoridad electoral en algunos casos bautizó las calles y puso el número. Por lo tanto, en dicho documento aparece ya el nombre y número, datos que no conoce el propio Ayuntamiento. Este tipo de acciones lo único que muestran son las deficiencias de la autoridad municipal que no está cumpliendo con su función pública. Entonces, ¿a qué se dedican las áreas encargadas de realizar este tipo de acciones?

Elección de candidatos

 2.- En estos momentos la entidad está atravesando los inicios del proceso electoral que consiste en que los partidos políticos elijan a sus candidatos a cargos de elección popular. ¿No sería conveniente que los aspirantes presentarán un examen de conocimiento acerca de la problemática del Estado y de su municipio? Porque muchas veces los aspirantes no tienen idea de lo que van a realizar una vez que son elegidos. Ellos creen que gobernar solo es cuestión de poseer, o bien de actitud, de ser “buena onda” con la gente. Algunos hasta consideran que ser representante popular consiste en hacer declaraciones y salir en los medios. Otros, creen que el mandato popular se trata es vivir y actuar con glamour. Y no es así, se requiere de responsabilidad y de visión, al igual de que se solicita cierta noción de lo que implica desempeñar una función pública.

Cuántas veces hemos escuchado a los candidatos que lo que pretenden es ayudar a la gente, si no saben ni siquiera cuáles son sus atribuciones y los más lamentable es que no saben cómo hacerlo. Las ocurrencias y las improvisaciones, hoy en día, no tienen por qué ser parte de la función pública.

Los típicos candidatos que se desviven por ayudar a la gente, proporcionando dádivas, o apoyos a través de despensas, no resuelve en sí la problemática de la población, se requieren políticas públicas que subsanen los problemas.

 Las designaciones de los candidatos deberían de cubrir ciertos requisitos, que se proponga a los más apto para ocupar tal responsabilidad. Muchas veces no basta con tener una preparación profesional, sino que debe conocer la problemática de su región, pero sobre todo que tenga alternativas de solución. Últimamente se recurre a la experiencia como la llave para designar a los candidatos, pero en la práctica esa llave resulta contraproducente. Porque la misma experiencia les da la pauta para hacer de las suyas.  

En la actualidad ya es un problema la elección de los candidatos, no basta con elegirlo, sino de garantizar que es la persona indicada. Y si en algunas instituciones públicas como privadas los aspirantes presenta una serie de requisitos. Como es el caso cuando el ciudadano quiere participar como consejero de algún órgano constitucional autónomo. Primero se evalúa su perfil, después se somete a un examen, si lo aprueba pasa a la segunda ronda, nuevamente se evalúa, si pasa, está en la recta final. Igual ocurre en algunas otras instituciones, el ciudadano presenta un examen, después se somete a un curso propedéutico, si aprueba forma parte de la institución.

En cambio, en lo que respecta a la representatividad popular, basta con que pertenezca al grupo en el poder;  o sea amigo de quien dirige un instituto político, o bien forme parte de alguna élite, con eso basta para que puedas ser candidato a un cargo popular  y no se diga con respecto a las diputaciones plurinominales, basta con que sea amigo personal de algún personaje político, o tengas trayectoria política, o pertenezcas algún grupo con influencia para que esté garantizado el puesto de elección popular… considero que es tiempo de cambiar la forma de elegir a los candidatos a cargos de elección popular.