Son universidades necesarias para construir la paz en México: académicos

Son universidades necesarias para  construir la paz en México: académicos

Las universidades en México, tienen hoy en día la gran responsabilidad de implementar a través de sus planes y programas de estudio, acciones tendientes a trabajar y responder a las expectativas de la sociedad en tiempos de pandemia por el Covid-19, para generar una colaboración y cooperación entre todas las partes involucradas para avanzar en la construcción de una verdadera cultura jurídica y de paz, señaló Julio Cabrera Dircio, profesor e investigador de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.

Al dar inicio este día, mañana 25 y el 26 de noviembre la 11ª Semana Internacional de la Cultura Jurídica y la Paz, “Los derechos humanos un camino a la cultura de paz que se lleva a cabo a través de las plataformas virtuales de la FDyCS, Cabrera Dircio, destacó la importancia de que el Estado elabore políticas públicas incluyentes y participen todos los sectores de la población, al igual que las universidades y contribuyan a fortalecer el proceso cultural.

“Yo les decía, que son procesos que no generan votos pero que sí generan estabilidad dentro de la sociedad y qué, además, pueden ayudarnos a trabajar de manera coordinada, por ejemplo, para abatir los índices de delincuencia y no precisamente para tener una más seguridad sino para generar una mayor confianza entre la sociedad. Necesitamos establecer mecanismos de autoevaluación de las políticas públicas y saber lo que hemos avanzado”.

Por su parte, Jorge Arturo Olivares Brito, catedrático de la FDyCS refirió que los tiempos que vivimos son difíciles más aún en la defensa, garantía, protección, promoción y la difusión de los derechos humanos que actualmente son más necesarios que nunca. No obstante, agregó, que se debe reconocer que hoy en día el sistema protector de estos derechos, atraviesa por momentos críticos y un de ejemplo de ello es la reducción de los presupuestos, el acotamiento de las facultades de los organismos que están dentro del Sistema Nacional de Organismos Públicos Autónomos Defensores de los Derechos Humanos.

Incluso, advirtió, se vive el temor y riesgo de que desaparezcan como ha sucedido con otros organismos autónomos, al sufrir grandes e importantes reducciones de sus presupuestos y la disminución de sus facultades que aumentó desde el inicio de la pandemia.

Reconoció que aún es prematuro análisis la situación de la crisis sanitaria sin embargo, es del conocimiento público que los despidos masivos de personal en diversas instituciones públicas y privadas, las reducciones salariales y demás consecuencias devastadoras son el reflejo de un sistema reproductor de desigualdad y condiciones laborales precarizados, que generan rasgos de seguridad e incertidumbre, así como la falta de garantías y condiciones socioeconómicas mínimas e suficientes para una supervivencia digna.