Serpientes y escaleras - La carrera por la gubernatura

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - La carrera por la gubernatura

Ocho compiten por la candidatura a gobernador; algunos lo hacen para obtener un premio de consolación.

 

La carrera por la gubernatura

Poco a poco se va aclarando el panorama para el relevo en la gubernatura de Morelos en el 2024; además de los ocho precandidatos de Morena está el alcalde de Cuernavaca, virtual candidato de la alianza opositora y ahora alzan la mano la diputada federal Brenda Espinoza, el legislador local Agustín Alonso y el presidente municipal de Cuautla Rodrigo Arredondo; los tres últimos no tienen ninguna posibilidad de ganar, pero quieren que les toque algo. El candidato de la 4T se conocerá por allá del mes de febrero del 2024.

Aunque el proceso de sucesión comenzó desde hace varios meses, la definición formal del candidato a gobernador no ocurrirá en el 2023; en septiembre se conocerá al ganador de la encuesta de Morena a la presidencia de la república y también al abanderado de la oposición; a partir de ahí comenzará el proceso para elegir a los candidatos a los gobiernos estatales.

En el caso de Morena el proceso en las nueve entidades con elecciones concurrentes será similar al federal, habrá una mesa de diálogo y acuerdo entre los aspirantes, conducida por la dirigencia nacional, pero con presencia de los comités estatales; en ese espacio se decidirá el formato de las encuestas y las empresas que realizarán los estudios, superado este proceso se dará paso a la precampaña que podría iniciar en noviembre o diciembre y los resultados se conocerán hasta el siguiente año.

Para entender con claridad el proceso morenista se debe tomar en cuenta todos los aspectos que intervienen: la encuesta es el método formal que validará la decisión del partido, pero no es el único factor que incidirá; ganar la encuesta es un aspecto importante, pero no el único ni tampoco el factor definitivo. El interés del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la candidata (o) a la presidencia de la república también pesan, lo mismo que el veto del gobernador saliente del estado, en casos como el de Morelos donde el ejecutivo es parte de la 4T.

Amén de lo anterior hay un elemento más que puede modificar el escenario: el género. La ley obliga a los partidos a cumplir con los requisitos de paridad: de las nueve gubernaturas al menos cuatro deben ser asignadas a mujeres.

Competir bajo las siglas de Morena es más rentable en este momento para cualquier candidato; todas las encuestas otorgan al Movimiento de Regeneración Nacional una ventaja que en el caso de Morelos es de al menos veinte puntos respecto a una alianza opositora; si los partidos compitieran por separado la distancia es mayor.  

Hoy se puede anticipar que habrá un candidato por el bloque de la 4T, donde estarán Morena, el PT y el Verde, otro por la Alianza Opositora que sumará al PAN, PRI y PRD, uno más de Movimiento Ciudadano y quizá una candidatura más bajo las siglas de Nueva Alianza. En este escenario las posibilidades de triunfo de la oposición bajan, porque el voto opositor se divide.

De los aspirantes que han expresado su deseo de competir solo hay algunos que pueden realmente ir a la contienda; en Morena están Margarita González Saravia, Víctor Mercado, Rabindranath Salazar, Juan Ángel Flores, Rafael Reyes y Lucía Meza. El PAN llevará mano en la selección del candidato opositor y el dirigente Marko Cortés ya confirmó que su propuesta será el alcalde José Luis Urióstegui. Movimiento Ciudadano jugará en solitario con Víctor Sánchez o Armado Haddad y Nueva Alianza tiene a Agustín Alonso.

En la 4T vienen tiempos complicados porque tratándose del partido con más posibilidades de triunfo, concentra también el mayor grado de riesgo, porque las pasiones se ha desatado y comienzan a aparecer personajes que tratan de apuntarse a la carrera por la gubernatura con el único interés de alcanzar otro espacio; tal es el caso de Breda Espinoza y Rodrigo Arredondo.

La mesa donde se definirá la candidatura al gobierno de Morelos puede complicarse al extremo si el partido deja libre el proceso, es decir, si permite que cualquiera se apunte solo para conseguir un premio de consolación. Un filtro que podrían aplicar a los aspirantes a la gubernatura y al resto de las posiciones es limitar la competencia a un solo espacio, es decir, que quienes aspiren a la candidatura al gobierno estatal se descarten para competir por otras posiciones.

Reflexionemos un momento al respecto ¿Cuántos de los aspirantes a la gubernatura de Morelos compiten con seriedad y cuántos lo hacen en busca de un premio de consolación? ¿Cuántos mantendrían su decisión de competir en la carrera por la gubernatura si el partido limitara a una las candidaturas por las que pueden aspirar en el mismo proceso electoral?

Tirar arriba para agarrar algo abajo es una práctica común en política, en todos los partidos.

Recordemos que Morena surge de la suma de personajes de todos los partidos.

·         posdata

Cuando parecía que tomaba la delantera todo se le vino abajo. Me refiero a la senadora Lucía Meza, quien ha gastado muchos millones de pesos en su precampaña para posicionar su imagen; la inversión dio resultados mediáticos: en unos meses su nivel de conocimiento aumentó, aunque sus negativos se conservaron.

Las cosas parecían pintar bien para la dama: si lograba evadir el veto del gobernador, los números y la posibilidad de que en Morelos aplicara la regla de género la convertía en la virtual candidata a la gubernatura. Entonces vino el apoyo del fiscal.

A la senadora le pesa la relación que por muchos años tuvo (¿tiene?) con el exgobernador Graco Ramírez; muchos la recuerdan como hechura suya, por imitar su estilo, por compartir su carácter y porque durante casi seis años fue su operadora política. El apoyo de Uriel Carmona el día del abogado no fue casual, Lucía Meza acudió al festejo con la agrupación afín al fiscal a sabiendas que ahí la iban a destapar; lo que nadie esperaba es que al día siguiente la Secretaría de Gobernación se lanzaría contra el fiscal de Morelos.

Después del operativo de la Marina en casa del fiscal las cosas se le han descompuesto a la senadora; el destape sirvió para que sus adversarios reforzaran la idea de que sigue vinculada a Graco Ramírez, pero sobre todo fortaleció el veto que sobre ella tiene el gobernador Cuauhtémoc Blanco. Su relación con Graco Ramírez, severo crítico de López Obrador y ahora promotor de Xóchitl Gálvez no solo le pesa en Morelos, también la aleja del dirigente Mario Delgado, del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la precandidata Claudia Sheinbaum.

Después de la captura de Uriel Carmona nada ha sido lo mismo para la senadora: se le nota nerviosa, preocupada y sin poder retomar el rumbo; lo único que ha hecho en los últimos días es rasgarse las vestiduras por la 4T, como tratando de congraciarse con quienes desde México tomarán la decisión de la candidatura. El problema es que allá no le creen.

El juego de la política es sumamente complicado, sobre todo cuando como en el caso de la senadora, el carácter personal no ayuda a conservar la prudencia.

·         nota

Primero como dirigente estatal del PRI en Morelos y luego como alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós mantuvo siempre una postura crítica hacia Graco Ramírez. Su opinión respecto al tabasqueño no era privada, públicamente lo reprobaba, señalaba sus errores y lo acusaba persecución política, al tiempo de señalarlo de corrupto junto con su familia.

La distancia personal, ideológica y política entre Manuel y Graco es por todos conocida a pesar de que en la alcaldía Rodrigo Gayosso fungió como secretario del ayuntamiento y se convirtió en un hombre muy cercano e influyente con el presidente municipal.

En todos los espacios que ha ocupado Manuel Martínez ha combatido de manera cotidiana a Graco: en el 2015 participó en la campaña de Cuauhtémoc Blanco para evitar que ganara Jorge Messeguer y luego en el 2018 operó en contra de Rodrigo Gayosso, aunque este último presumía que tenía un acuerdo.

Tras su renuncia al PRI, la carrera política de Garrigós ha venido a menos, porque se la ha pasado saltando de un lado a otro, cotizándose muy alto, sin tomar en cuenta que su mejor momento político quedó atrás desde hace más de una década. Hasta hace unos meses era común observar que desde su fundación y siempre acompañado de su hermano, Manuel Martínez promovía la 4T y se presentaba como obradorista convencido; de repente volvió a cambiar de rumbo, retornó a su origen tricolor y manifestó su deseo de competir en el 2024 por la alianza opositora.

Por supervivencia política se entiende que Manuel Martínez busque espacios donde se los abran, queda claro que a esta altura de su vida pública no puede poner condiciones, ni tiene nada tangible que ofertar. Pero aparecer al lado de Graco Ramírez, un personaje que lo persiguió política y legalmente, que dañó a su familia, que lo atacó desde el gobierno e intentó meterlo a la cárcel, que afectó irreversiblemente su imagen y patrimonio, eso sí ya es demasiado.

Personalmente le tengo aprecio a Manuel Martínez, aunque en los últimos años no entiendo ni comparto muchas de sus decisiones políticas. En este caso me parece lamentable que por tratar de encontrar acomodo político haga de lado su dignidad.

Se necesita tener mucha sed para caer tan bajo.

·         post it

El alcalde de Cuernavaca ha tomado la decisión de competir por la gubernatura de Morelos, ya tiene el aval de Marko Cortés y por consecuencia recibirá el apoyo de los partidos que conforman la alianza.

La carrera en la que participa el edil no es sencilla, ni es ajena a problemas de índole político, como su aparición en el expediente que obra en contra del fiscal Uriel Carmona. José Luis Urióstegui es un buen hombre, tiene un amplio reconocimiento como abogado y es respetado como persona. Su desempeño al frente de la comuna, empero, ha dejado mucho que desear.

Cuernavaca no ha salido del hoyo en el que la dejaron administraciones pasadas, por el contrario, en aspectos como la seguridad, la honestidad y la eficiencia las cosas se ven peor que antes. El gabinete capitalino es de claroscuros, en él participan figuras con reconocimiento y trayectoria como Carlos de la Rosa, Nadia Luz Lara, Lorena Castillo, Javier Arozarena y Demetrio Chavira, pero también hay secretarios que no tienen nada que aportar a la ciudad, como Laura Hernández o Humberto Paladino.

Pero el problema principal del municipio no está en la pesada carga financiera heredada, ni en el lastre social y político que representa la participación de los hermanos Martínez Terrazas; lo que está haciendo colapsar al ayuntamiento es la falta de carácter del presidente municipal.

La candidatura del PAN a la gubernatura de Morelos dará a José Luis Urióstegui la posibilidad de competir en el 2024, pero también puede convertirse en el fin de su carrera política y un golpe muy fuerte a su imagen profesional y personal.

Los comentarios hacia su persona son cada vez más frecuentes: “José Luis no solo fracasó como alcalde, falló como persona”

·         redes sociales

Cayó el fiscal Uriel Carmona. Si cae el fiscal Juan Salazar el exgobernador y sus huestes quedarán completamente desprotegidas.

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