Serpientes y escaleras - El congreso de la ignominia
En opinión de Eolo Pacheco
La maldición sigue: cuando parece que no habrá una legislatura peor, llega otra.
El congreso de la ignominia
En el discurso los representantes populares de Morelos hablan de unidad, de trabajo coordinado, de esfuerzo conjunto y de enfocarse en sacar al estado adelante; una y otra vez los integrantes de la 55 legislatura local han reiterado que son diferentes a sus antecesores, que ellos no caen en tentaciones, que no roban, que no abusan, que no mienten, ni se mueven por revanchas personales. Así son, pero solo en el discurso.
Lo ocurrido la semana pasada en la entrega del cuarto informe de labores del ejecutivo estatal mostró la forma como se conduce el parlamento local; a principio de semana la jefa de la gubernatura anunció que, cumpliendo con lo estipulado en la ley, el viernes entregaría la glosa del informe y atenderían los llamados a comparecer para los secretarios, para que abundaran en el contenido del documento entregado. Si nos citan ahí estaremos, dijo Mónica Boggio.
Un día antes de que los representantes del poder ejecutivo acudieran a la sede del congreso el presidente de la mesa directiva Francisco Sánchez Zavala, confirmó que se recibiría el informe, se analizaría y eventualmente se llamaría a comparecer a los encargados de las diferentes áreas. “Vamos a estar aquí, recibiendo el 4 informe del ejecutivo, de manos del encargado de despacho de la secretaría de hacienda del poder ejecutivo, aquí lo recibiremos en un acto protocolario en el salón de comisiones, a las once de la mañana de mañana viernes; lo que queremos es que Morelos este mejor, habremos de trabajar, el gobernador habrá de informar las acciones que realizaron durante el año 22 y el congreso a partir de que recibamos el informe lo analizaremos y como lo marca la constitución, se decidirá si se llama a comparecer a algunos secretarios o secretarias”.
La entrega del documento que contiene el informe de labores es un acto que se establece en la ley e incluye un protocolo político. La entrega de la glosa fue enviada desde el ejecutivo a través de los titulares de Hacienda y Gobierno; del lado del Legislativo normalmente lo reciben varios diputados, siempre encabezados por el presidente de la mesa directiva. En esta ocasión acudieron Gerardo López Huérfano en su calidad de encargado de despacho de Hacienda y Samuel Sotelo Salgado, secretario de gobierno, pero no estuvo el presidente de la mesa directiva Francisco Erick Sánchez Zavala.
La ausencia del representante legal de la cámara de diputados puede no tener una repercusión legal, pero si evidencia una descortesía que, además, confirma la postura de la legislatura respecto al poder ejecutivo. Al presidente de la mesa directiva no le costaba nada haber recibido el cuarto informe de labores y mostrar congruencia entre su discurso y las acciones que lleva a cabo, pero se ausentó y dejó claro el rompimiento político con el gobernador, evidenciando una actitud bélica y revanchista, opuesta a lo que refiere en sus discursos.
Este tipo de imprudencias no importan a los diputados, porque no entienden ni respetan el cargo que ostentan. Estamos frente a uno de los peores congresos en la historia del estado, el peor de las últimas dos décadas, el más corrupto, el más vulgar y el más caro de todos los poderes legislativos del país. Ni los graquistas fueron tan malos como estos.
Lo de menos es que el presidente de la mesa directiva y sus catorce contlapaches hagan el feo a los representantes del ejecutivo en la entrega del informe de labores; lo malo es que esa es su actitud en general y la manera como se conduce uno de los tres poderes del estado. A lo largo de los años los morelense hemos visto pasar muchas legislaturas mediocres, corruptas, abusivas o entreguistas, pero nunca una que, además, brillara por la naquez que caracteriza a la actual. Naquez: vulgaridad, grosería, o conducta que demuestra falta de educación; se los explico para que lo entiendan.
La 55 parecía al principio una representación popular diferente, mejor; la inclusión de cuatro expresidentes municipales exitosos, que hicieron un buen trabajo al frente de sus comunas y que contaban con respeto social abría la esperanza de un congreso distinto, que no repitiera los abusos del pasado y que sin perder autonomía ni visión, sirviera como una cuña para que los otros dos poderes hicieran más y mejores cosas por el estado.
Lamentablemente esa esperanza se perdió muy rápido: hoy se cometen las mismas faltas que antes, se abusa del poder de la misma manera y se distribuyen los recursos públicos en mucha mayor cantidad que antes. Institucionalmente aprobaron un presupuesto que beneficia solo a tres municipios y deja descubierto a los otros 33 que conforman el estado de Morelos. Personalmente se incrementaron en 88 millones de pesos su propio presupuesto, superando así los 500 millones de pesos anuales y, dicen, destinando poco más de dos millones de pesos al mes para cada legislador.
La actual es una legislatura que pasará a la historia por las infamias en las que se ha visto envuelta, se trata de un parlamento que actúa como pandilla, en la que hay escándalos y una de sus integrantes fue ejecutada a tiros, al puro estilo de la mafia. En este último punto sobresale que las figuras sobre las cuales las autoridades sospecharon de estar detrás del crimen fueron directamente beneficiarias de la muerte de la legisladora y cobijados políticamente por el bloque opositor de diputados.
Los legisladores mexicanos son figuras repudiadas en todos lados, la confianza, credibilidad y respeto que infunden los representantes populares entre la sociedad es apenas superior a la que la tienen los delincuentes; diversos estudios de opinión, incluido el que hace unos días presentó el Congreso de la Unión, exponen el descrédito de los políticos y de los diputados. En febrero pasado la Encuesta Nacional de Opinión Pública Representación Política y Participación Electoral refirió que el 74 por ciento de los ciudadanos no se siente representado por los partidos políticos, el 73 por ciento no se siente representado por los diputados locales y el 72 por ciento siente lo mismo por los senadores.
En Morelos el rechazo social hacia los diputados es mayor que la media nacional porque desde hace varias legislaturas nuestros representantes populares han olvidado sus compromisos y asumen actitudes individualistas que van en contra del bien de la mayoría; en Morelos hemos tenido congresos entregados al gobernador o confrontados a él, pero nunca uno que anteponga el interés ciudadano por encima de las ambiciones personales.
El descrédito de los legisladores se refleja en lo que ocurre con los diputados una vez que concluyen su encargo: la inmensa mayoría de quienes llegan al congreso local encuentran en él el final de su carrera, incluso aquellos que cuentan con un capital político propio o una verdadera representación social terminan desprestigiados y rechazados por la gente. Reflexiona, lectora lector queridos ¿Cuántos diputados del pasado recuerdas con beneplácito? ¿Por cuál diputado morelense volverías a votar?
De unos años a la fecha la actividad política se ha vulgarizado y la representación social se convirtió en un gran negocio; la mayoría de quienes llegan al congreso lo hacen con una ambición desmedida que los hace olvidar sus promesas, sus convicciones y hasta su dignidad. Ahí está el caso de Andrea Gordillo.
Pero aunque pasar por un parlamento es un jugoso negocio para quienes ocupan una curul, la riqueza que obtienen no dura para siempre y en la mayoría de los casos se acaba en unos cuantos años. Lo que queda para siempre es el desprestigio, el rechazo social y el estigma de políticos corruptos, mentirosos y traidores.
La 55 legislatura morelense es propositiva en el discurso. Pero solo en el discurso.
· posdata
“Elegir a un gobernador sustituto o interino es un gran negocio para los diputados; es como sacarse el premio gordo de la lotería”
La expresión la escucho de un personaje que ocupó una curul hace muchos años, uno de quienes eligieron a Jorge Morales Barud como relevo de Jorge Carrillo Olea.
“Los actuales van a vender muy caro su voto y hasta podrían elegir a uno de ellos como gobernador por un año en lugar del Cuau; ya piensan en Agustín Alonso” agrega.
¿Y si Cuauhtémoc Blanco no deja el cargo? Poner en manos de este congreso la elección de un nuevo gobernador sería terrible para el estado… y suicida para el futbolista.
· nota
Datos para tomarse en cuenta:
En México tres de cada cuatro habitantes consideran que a los partidos políticos, a los diputados federales y a los senadores, les interesa poco o nada lo que piensa la gente; un porcentaje significativo se siente mínimamente identificado con sus representantes de elección popular.
La Encuesta Nacional de Opinión Pública: Representación Política y Participación Electoral que realizó el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados refleja que un 74 por ciento de los ciudadanos consultados dijo no sentirse representados por los partidos políticos, el porcentaje más alto en este rubro seguido de un 73 por ciento que señaló a los diputados locales y un 72 por ciento sienten lo mismo con relación a los senadores.
El 70 por ciento de los mexicanos aseguró no sentirse representados por los diputados federales, 69 por ciento no se ve reflejado en sus autoridades municipales, el 66 por ciento dijo que el gobierno federal no los representa y un 65 por ciento siente lo mismo con relación al gobierno de su estado.
Un porcentaje mayoritario de mexicanos piensan que en nada sus opiniones son tomadas en cuenta por los partidos políticos, senadores, diputados locales, diputados federales, gobierno federal, gobierno del estado y sus autoridades municipales. Para el 52 % de los ciudadanos a los senadores en “nada” les interesa cómo piensan, los diputados locales registran un 51 %, los federales un 52 %, un 49 por ciento el gobierno federal, un 47 % el gobierno estatal y 49 % las autoridades municipales.
En el rubro de confianza en las instituciones el 45 por ciento dijeron tener “nada” de confianza en los partidos políticos, 39 por ciento “nada” en el gobierno, 32 por ciento “nada” de confianza en el proceso electoral y un 30 por ciento “nada” en el Instituto Nacional Electoral (INE).
En materia de participación un 56 por ciento respondió que “definitivamente sí votará”, un 17 por ciento respondió “probablemente sí votaré” y un 7 por ciento dijo que “definitivamente no votará”.
· post it
Al parecer el ayuntamiento de Cuernavaca no tendrá la solvencia para pagar el adeudo comprometido a la CFE y ello abre la posibilidad de que nuevamente se corte el suministro de energía a los pozos de la capital.
El alcalde José Luis Urióstegui reconoce que no hay dinero.
Para casos como este era importante la libertad de transferencias del ejecutivo estatal.
· redes sociales
Políticos tiktokeros. Políticos comediantes. políticos que no se deben tomar en serio.
Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx
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