Serpientes y escaleras - Comunicación y gobernabilidad

En opinión de Eolo Pacheco

Serpientes y escaleras - Comunicación y gobernabilidad

La comunicación es el eje rector del gobierno federal; localmente la comunicación ha impedido el colapso gubernamental

 

Comunicación y gobernabilidad

Andrés Manuel López Obrador entendió desde hace tiempo la importancia de la comunicación política y a partir de ahí diseñó una estrategia que se mueve en torno a lo que él mismo informa cada mañana en sus conferencias. Con una habilidad que no tiene en este momento ningún otro político mexicano, el presidente se ha convertido en el pilar de la cuarta transformación, en el eje rector de todas las acciones gubernamentales; es un hombre que rebasó la investidura. Cierto, su desgaste existe en muchos sectores, se refleja en múltiples frentes sociales abiertos y opositores que han surgido más allá de los partidos; pese a todo la fuerza del presidente es innegable, le alcanzará hasta terminar bien su sexenio, aunque le dejará un enorme reto a quien lo suceda. AMLO colocó a la comunicación como un elemento primario de la gobernabilidad.

De no ser por el hábil manejo de comunicación del presidente, hace mucho que su gobierno habría caído en crisis; por mucho menos de lo que hemos visto a lo largo de este sexenio, gobernantes anteriores fueron expuestos, acusados y sentenciados por la opinión pública; me refiero a errores de su gabinete, fallas en el manejo institucional, decisiones equivocadas que cuestan millones de pesos del erario y omisiones que han provocado la muerte de miles de personas. La comunicación ha sido el mejor y mayor blindaje del obradorismo. Al menos hasta ahora.

El problema de Morena es que toda esta estrategia recae en la figura de Andrés Manuel López Obrador; es él y nadie más que él quien mueve a un sector importante de la opinión pública a su antojo, es el que debate y enfrenta a la prensa escudado siempre en los “otros datos” que posee. Ni Vicente Fox, ni Felipe Calderón ni Enrique Peña Nieto se atrevieron a hacer lo que hace hoy el jefe del ejecutivo federal con los datos oficiales.

En política la comunicación va de la mano de la percepción pública y a partir de ahí se construye la gobernabilidad; el gobierno federal lo ha dejado muy claro y su operación es fina, a pesar de que a primera vista se percibe que hay una abierta confrontación del presidente con los medios de comunicación. Entendamos: por un lado está el discurso estridente de López Obrador, la confrontación diaria y las verdades que se plantean a través de las mañaneras; por otro está el trabajo institucional de su equipo con los medios de comunicación formales, para que a pesar de la pugna, nunca se rompa el diálogo. Ese es el gran valor de su equipo.

En Morelos, guardadas las claras diferencias, sucede algo similar. La comunicación ha sido un factor clave para que esta administración no colapse a pesar de los múltiples errores que han cometido algunos secretarios o de las luchas de poder al interior del gabinete. Es claro que a Cuauhtémoc Blanco no le interesa la comunicación, que observa a la prensa de manera distinta a la de un político como el presidente y sigue creyendo que su trato con los reporteros debe ser como cuándo era un futbolista profesional.

El problema de la actual administración ha sido la defensa desigual de los colaboradores, es decir, por un lado hay figuras que demuestran su lealtad con trabajo, con resultados y resolviendo problemas y por otro están los que entienden la lealtad como sumisión, los que no se esfuerza a la par de los demás y justifican su cargo asintiendo a todo lo que les dicen. Son estos últimos los que han provocado conflictos a lo largo del sexenio, los que recurrentemente exigen que se tapen sus errores en la prensa y se escudan en la figura del gobernador para evitar ser cuestionados.

La de Cuauhtémoc Blanco Bravo no ha sido una administración sencilla, porque su llegada al poder coincidió con la explosión delictiva que a nivel nacional provocó la estrategia de “abrazos y no balazos”; item más: la gran mayoría de los actores políticos tradicionales fueron desplazados por la 4T e incluso muchos morenistas quedaron rezagados porque el nuevo gobierno apostó por figuras distintas para gobernar. Conclusión: a esta administración se le acumulan problemas históricos, historias actuales y el enfado de la clase política que está en la banca.

El manejo de la comunicación de este régimen ha sido complicado, muchas veces polémico, pero al final ha conseguido que la crisis no agobie al régimen de Cuauhtémoc Blanco; el trabajo de esa área no es sencillo porque en muchos casos tiene que navegar a contracorriente, debe atender a circunstancias políticas o intereses personales internos que obligan a tratar de tapar el sol con un dedo y en la mayoría de los casos tiene que resolver los problemas con saliva. Aún así los hechos están a la vista: a pesar de las crisis, mediáticamente el gobierno estatal ha salido de todas.

Una máxima política señala que los problemas de un gobierno no se resuelven en la prensa; el manejo de la comunicación es importante, indudablemente ayuda a la gobernabilidad, pero requiere de resultados para que la percepción sea favorable. Pongámoslo de esta manera: no importa lo que se haga, se diga o se oculte, el problema de violencia e inseguridad es real, enorme e indefendible; hablo del estado, pero en general de todo el país. México está en llamas.

“Te imaginas que con su fama pública Cuauhtémoc Blanco hubiera entendido a tiempo la importancia de la comunicación en un gobierno” me comenta un funcionario federal. Y se responde él mismo “Sería hoy una figura presidenciable, porque su voz se multiplica cada vez que habla. Lo que siempre le ha hecho falta es escuchar”. De acuerdo.

Quienes identificaron el peso de la comunicación en el gobierno estatal fueron los diputados, por ello el recorte del 75 por ciento al presupuesto de comunicación, situación que nunca se había presentado en Morelos y que tampoco se ha visto en otro estado del país. Los legisladores locales notaron que el único blindaje de Cuauhtémoc Blanco, más allá del apoyo presidencial, está en la prensa; lo entendieron, pero no totalmente, porque le trataron de quitar la voz al ejecutivo, pero también ellos se callaron. Por eso su estrategia fracasó.

De cara al cierre de la administración estatal la comunicación es la única arma local que le queda al gobernador para sortear el vendaval, para atender los golpes que recibe y los que vendrán cada vez más fuertes en los próximos meses. El golpeteo constante al jefe del ejecutivo ha sido a lo largo de 5 años, ha causado mella en su imagen, generado muchas crisis y puesto en jaque a su administración, pero el mate aún no ha llegado, porque a pesar de todo sigue teniendo voz y mucha capacidad de contención gracias al equipo que maneja su área de prensa.

Graco Ramírez manejó bien la comunicación al inicio de su gobierno, pero casi de inmediato cambió de estrategia, se confrontó y supuso que solo con su voz y a través de las redes sociales podría manejar la percepción; arrogante como siempre ha sido, se colocó por encima de las instituciones y se imaginó del mismo tamaño que Andrés Manuel López Obrador. Véanlo donde está ahora.

El hubiera no existe.

·         posdata

La investigación y proceso en contra del fiscal Uriel Carmona Gándara no es un asunto menor, ni algo que los relacionados con el tema puedan tomar a la ligera. La muestra de poder del gobierno federal es inédita, nunca en la historia del país se había actuado de esta manera contra un fiscal en funciones.

El debate mediático versa en torno a dos razonamientos: la legalidad del proceso instaurado al funcionario estatal, donde para un sector se trata de un acto violatorio a la constitución, porque el fiscal Uriel Carmona Gándara cuenta con fuero federal y estatal; y los hechos que se le atribuyen, que aparentemente van más allá de su participación en la investigación sobre la muerte de la joven Ariadna Fernanda, de ahí la solicitud de un amparo contra extradición.

La difusión de parte del contenido de las carpetas de investigación abre una Caja de Pandora respecto a lo que el fiscal habría hecho en su cargo y las personas que estarían involucradas en algunas historias; las revelaciones exponen charlas que Carmona Gándara habría tenido con diversos personajes de la vida pública local como el presidente de la comisión de derechos humanos, Israel Hernández y el alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui, con ambos respecto al feminicidio de Ariadna Fernanda; con el edil de Cuautla Rodrigo Arredondo, a quien lo involucrarían en un acto de espionaje a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México y hoy precandidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo. Y con un regidor de Cuernavaca, por la sospechosa muerte de su pareja.

El último tema ha puesto muy nerviosos a muchos personajes de la capital, empezando por el alcalde, quien se escuda en la máxima jurídica de que “quien acusa prueba”. Conocedor del derecho, José Luis Urióstegui tiene claro el alcance legal que pueden tener las investigaciones y el contenido de los chats, sobre todo porque aunque los involucrados hayan borrado de su teléfono, las conversaciones y el contenido no se borra de los servidores de las empresas telefónicas, que es de donde los extrajeron las autoridades de la Ciudad de México.

Insisto: el tema todavía dará mucho de qué hablar y habrá muchos damnificados en esta historia.

·         nota

El presidente de la mesa directiva del congreso local interpuso, a nombre del congreso del estado, una controversia constitucional contra la detención del fiscal; se trata de la última carta que tienen los diputados del G15 para tratar de evitar la destitución de Uriel Carmona Gándara.

Cuanto se supo del recurso legal interpuesto, los cinco diputados de la 4T se desmarcaron de la querella y del comunicado en donde la 55 legislatura se inconforma por las acciones de la FGR y la FGJCDMX; más aún, afirman que tal postura no representa su opinión, ni el sentir de los morelenses ante la participación de un funcionario en la comisión de un delito.

Ahora toca al bloque minoritario de la cámara local de diputados hacerse sentir. A ver cuándo aguanta el bloque opositor antes de que algunos de sus integrantes den un paso al lado, por el destio que se observa para muchos de ellos sin la protección del fsical.

·         post it

“Se visten de feministas el 08 de marzo, pero cuando se trata de defender la justicia por un feminicidio, prefieren defender a sus amigos” dijo la exjefa de gobierno Claudia Sheinbaum.

Zas!

·         redes sociales

Hagamos un recuento de los directores de comunicación de los últimos sexenios:

Con Sergio Estrada estuvieron Ferando Carbonell Paredes y Fernando Hoyos. Con Márco Adame Javier López y Carlos Tercero. Con Graco Ramírez Jorge López, Flores, Arturo Martínez Núñez, Miguel Sandoval y Rodrigo Licona. Con Cuauhtémoc Blanco es Alexander Pisa.  

Comentarios para una columna optimista: eolopacheco@elregional.com.mx

X: @eolopacheco

Facebook: Eolopachecomx

Instagram: eolopachecomx