Serpientes y escaleras - Caso primavera, segunda llamada
En opinión de Eolo Pacheco
Aguas: el Caso Primavera puede servir al presidente para desviar la atención del coronavirus.
Caso primavera, segunda llamada
Morelos enfrenta varias crisis simultáneas que podrían generar un momento de caos en las semanas siguientes; la pandemia por el covid-19 y la confirmación de los primeros infectados desvía momentáneamente la atención de los problemas que ha arrasado con la confianza pública en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, pero en la mesa siguen varios asuntos pendientes de resolver que no se disolverán con el coronavirus. El Caso Primavera y la confirmación de que el personaje investigado por la UIF es José Manuel Sanz es un elemento que el futbolista no puede descuidar ni perder de vista.
En este momento la atención de todos está en la pandemia que ha provocado el covid-19 y su propagación mundial; en México, según expertos, estamos a punto de enfrentar las dos semanas más complicadas, sería el momento en donde el número de casos crecería exponencialmente, saturando los centros de atención médica y provocando un mayor número de muertes.
Si los modelos matemáticos que los expertos han desarrollado se confirman, la tendencia de la pandemia en México puede ser similar a la que actualmente se vive en España, donde el número de infectados se cuenta por miles y hay ya varios centenares de personas que lamentablemente han perdido la vida. Toda esta información es pública, la ha comunicado la Organización Mundial de Salud y se replica insistentemente a través de muchos medios de comunicación y entidades de gobierno; pero mucha gente sigue sin hacer caso.
Si no sucede algo extraordinario (esperemos que sí), los siguientes quince días serán muy difíciles porque la falta de conciencia sobre la necesidad de mantenerse aislados pasaría una factura muy alta a todos. A falta de una vacuna que atienda de origen la enfermedad, lo que los expertos internacionales recomiendan es cerrar el paso a la propagación a través de la cuarentena, como única medida para cerrar el paso a la transmisión del virus.
El problema es que el propio presidente de México es reacio e incrédulo a esta situación y a los costos que esta pandemia va a provocar a México y a sus habitantes; Andrés Manuel López Obrador es el primero en desobedecer las indicaciones que dan los expertos de su gobierno, se rehúsa a suspender sus reuniones de prensa matinales y a cancelar sus giras y eventos masivos. Tranquilos, no pasa nada, repite incesantemente.
Sus respuestas han provocado polémica en todo el mundo, pues mientras otros líderes mundiales resaltan la gravedad de la crisis y alertan sobre los enormes costos sociales, económicos y políticos de la pandemia, en México nuestro presidente lo toma a la ligera y refiere que se está exagerando, que no hay por qué tenerle miedo al coronavirus y que, en todo caso, con un escapulario estamos bien protegidos.
Esta irresponsabilidad tendrá enormes costos al país y muy graves efectos en la figura e imagen del presidente López Obrador. La gente cuestiona su actuación y esa crítica se ha reflejado por varias semanas consecutivas en las mediciones de su popularidad; hoy Andrés Manuel López Obrador se encuentra en el punto más bajo de su calificación como presidente de México… y sigue bajando.
Lo que vendrá políticamente como consecuencia de esta crisis es fácil de vaticinar, porque la actuación del líder moral de Morena es sumamente predecible. Si el problema del Conavid-19 explota, como todo apunta, y la propagación del virus rebasa la capacidad de atención del sistema de salud mexicano, Andrés Manuel López Obrador necesitará una caja china para desviar la atención y mostrar que aún tiene el control de las cosas. Es ahí donde aparece el Caso Primavera.
La semana pasada el gobierno de Morelos firmó un acuerdo de colaboración con la Unidad de Inteligencia Financiera con el propósito, dijeron los titulares de ambas instituciones, de abrir un canal de comunicación permanente que permita un intercambio de información eficiente para de manera oportuna detectar y perseguir cualquier acto de corrupción.
Al hacer uso de la palabra el jefe del ejecutivo morelense resaltó que aquí “ni se pacta, ni se encubre ni se solapa a nadie”, en clara referencia a la investigación que la UIF lleva a cabo en Morelos, denominada “Caso primavera”, cuyo personaje principal es el jefe de la oficina de la gubernatura José Manuel Sanz Rivera.
El funcionario federal reconoció la voluntad del gobernador de Morelos, dejó claro que por el momento su oficina no investiga a Cuauhtémoc Blanco y agregó que la coordinación entre instituciones ayuda a construir mejores escenarios de seguimiento y castigo en casos de corrupción financiera y enriquecimiento ilícito; “Este convenio ayudará a incrementar la capacidad del estado para combatir eficazmente la corrupción y la impunidad”.
Pero más allá de los discursos políticos y las posiciones públicas, lo que hay detrás de esta historia debe tener a Cuauhtémoc Blanco con el alma en vilo, porque el investigado es un hombre muy cercano a él desde hace más de 20 años, una figura que lo representó profesionalmente cuando fue futbolista profesional, que lo introdujo en la política, que lo acompañó en el gobierno municipal y que ocupa un espacio principal en su gobierno.
Frente a la crisis que enfrenta el gobierno de México y el acelerado desgaste que sufre Andrés Manuel López Obrador, no resultará extraño que en las próximas semanas comiencen a surgir temas de orden político que ayuden a desviar la atención del problema sanitario y la problemática económica; al presidente le gustan los golpes mediáticos, los utiliza cuando las cosas se le complican y echa mano de cualquier cosa que le reditúe beneficios y devuelva la confianza en su persona.
Ahí es donde el “Caso primavera” y otros asuntos políticos más pueden servir al mandatario federal para generar una cortina de humo que le ayude a minimizar los costos que tendrá la explosión del coronavirus y sus repercusiones económicas; el gobierno federal ha informado cada mañana sobre la situación, pero las medidas que ha tomado ante la pandemia siguen siendo insuficientes, de ahí que varios gobiernos estatales, muchas empresas y millones de ciudadanos asumen por su cuenta otro tipo de acciones de prevención.
El covid-19 no solo le va a ganar la batalla médica al gobierno de México, también arrebatará al presidente su popularidad y lo colocará en una condición de suma fragilidad política en un año preelectoral. Por eso Andrés Manuel López Obrador recurrirá al uso de su discurso contra la corrupción y dará golpes mediáticos muy fuertes contra personajes que le ayuden a remontar el marcador; el caso primavera es uno de los instrumentos de los cuales puede echar mano el presidente, lo que hay que reflexionar es si el nombre de José Manuel Sanz es suficiente para las necesidades del presidente.
Hoy está confirmado que solo el jefe de la oficina de la gubernatura de Morelos está siendo investigado por la UIF por el presunto desvío de más de mil millones de pesos, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera se refirió al hecho, aunque se reservó detalles por respeto al debido proceso. La presunción de inocencia obliga a la UIF a reservarse detalles del caso, pero la presunción de culpabilidad hizo que el tema se ventilara a nivel nacional en la conferencia de prensa mañanera del presidente.
Suponer que el Caso Primavera solo involucra al jefe de la oficina de la gubernatura de Morelos puede ser un muy grave error de cálculo del gobernador Cuauhtémoc Blanco. El alcance de este asunto no depende solo de lo que encuentre la UIF, sino de lo que pueda declarar el propio José Manuel Sanz cuando quede vinculado a proceso y de las necesidades del presidente si la crisis del coronavirus se desborda y necesita una caja china.
Santiago Nieto dijo que Cuauhtémoc Blanco no está siendo investigado por la UIF porque “no se tiene ningún indicio para hacer una investigación sobre él”. Esta situación puede cambiar, dicen, si Sanz Rivera aporta datos o decide convertirse en informante de la Unidad de Inteligencia Financiera.
En una crisis nacional, investigar a un personaje secundario no ayuda mucho.
- posdata
En medio de la pandemia México no tiene aún las cifras de contagios que presentan otros países, aunque el número de infectados aumenta exponencialmente cada día. Los datos son fríos y por ello varios gobernadores comienzan a tomar medidas extraordinarias, más allá de lo que plantea el gobierno federal. Jalisco anunció medidas sanitarias más fuertes, así como acciones para preservar la economía regional; en la Ciudad de México finalmente se tomó la decisión de cerrar algunos negocios para disminuir contagios.
Morelos registró la semana pasada los primeros dos casos de Covid-19, pero se espera que el número aumente en los siguientes días; es lógico: los cuatro estados vecinos tienen muchos pacientes confirmados y la migración natural anticipa que pronto habrá nuevas personas infectadas.
Hasta ahora la situación de Morelos en la pandemia es relativamente cómoda, porque los enfermos son muy pocos (dos) y solo uno ha tenido la necesidad de ser hospitalizado. Esta situación en lugar de generar confianza en nuestras autoridades debe servir como una ayuda para tomar acciones preventivas antes de que las cosas cambien y el panorama empeore.
En algunas partes del estado se comienzan a notar los efectos de la cuarentena, pero en otras la concentración de personas sigue siendo muy alta, lo que naturalmente aumenta las posibilidades de contagios.
Aunque muchos ciudadanos han tomado en serio la situación, entienden la gravedad del problema y voluntariamente se aislaron, otros más suponen que nada pasará y siguen su ritmo de vida normal, sin considerar que con ello se ponen en riesgo y ponen en riesgo a los demás.
Por este último sector de la población es urgente que el gobierno estatal actúe de inmediato, antes de que comience la crisis y los infectados sean más; cerrar temporalmente algunos negocios es una medida dura, pero necesaria ante una contingencia mundial que nunca habíamos vivido. En una situación sin precedentes, las reglas normales no aplican; no se puede recurrir a herramientas habituales en tiempos tan inusuales.
El gobernador Cuauhtémoc Blanco necesita tomar decisiones preventivas ya; el gobierno del estado está quebrado y no tiene los recursos ni los elementos necesarios para enfrentar una crisis sanitaria, por ello la doble importancia de proceder con oportunidad.
La línea está marcada, Claudia Sheinbaum es gente del presidente y ya actuó; Cuauhtémoc Blanco debe seguir la misma línea ya.
- nota
Lo que enfrenta la humanidad es algo que nos obliga a pensar en lo que hemos hecho, pero sobre todo en lo que haremos una vez que hayamos superado esta crisis juntos.
Vivimos tiempos adversos en donde nuestra mejor defensa es la unidad, el compromiso mutuo y temporalmente, el aislamiento. La cuarentena es la mejor medida para detener el avance del virus y debemos actuar con responsabilidad.
La situación económica de nuestro estado y país, empero, no permite a todos seguir estas simples reglas; suena fácil decir que las personas se queden en dos semanas en casa, pero es algo imposible para mucha gente que vive al día y que si no trabaja, simplemente no come.
La solidaridad ha sido una característica de nuestro pueblo en momentos de crisis y hoy no debe ser la excepción; apoyemos a quienes menos tienen, consumamos en negocios locales y seamos sinceros de nuestra condición: quien esté enfermo o haya estado en contacto con alguien infectado, que lo diga.
Lo importante es no perder el ánimo. Lo fundamental es entender la situación, dimensionar el riesgo y ser mejores después de la crisis.
Al virus lo frenamos juntos.
- post it
En Morelos los reporteros y los periódicos estamos listos para dar la batalla, cerramos filas para informar de manera oportuna y profesional, sin amarillismo, con el único objetivo de generar conciencia y ayudar a vencer al virus. Hoy no hay diferencias ni competencia, somos uno mismo con un solo fin: ganar la batalla al covid-19.
- redes sociales
Lean todo, pero no hagan caso de todo. Los chistes ayudan a relajar el ánimo, pero no debemos perder de vista la seriedad de las cosas. No compartamos información falsa en redes sociales, es muy peligroso.
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