Se quejan campesinos por extorsiones; les cobran del fruto de sus cosechas
Ni los campesinos se han salvado de la delincuencia organizada, ya que han sido víctimas de los malhechores, quienes les han sido pagos por sus cosechas, de lo contrario los amenazan con dañar sus parcelas. Mariano de la Torre campesino de la Región Oriente del Estado, señaló que no solo es del robo de las huertas de aguacate, durazno o higo de lo que tienen que protegerse sino también de las extorsiones de los delincuentes.
“Primero te llaman para decirte que quieren una cantidad de dinero, lo mismo puede ser que te pidan 5 mil pesos o hasta arriba de los 20 mil, según sea la parcela que sembraste de productos como el jitomate, la cebolla, y otras hortalizas como el peino, la calabacita y el ejote, además del maíz y el sorgo”, apuntó. Subrayó que de no pagar entonces por la madrugada dañan la cosecha, ya sea que apenas este empezando o que ya se vaya a levantar “por ejemplo el elote”.
Evidenció que no hay denuncias de parte de la mayoría de los afectados “la verdad es que tienen miedo, porque si se meten a tu parcela a dañarla, imagínate que pasaría cuando te dicen que están en riesgo tus familiares”. Acompañado de otros productores como Anselmo Mier García y
Cándido Calderón, dejaron en claro que no hay seguridad, que las denuncias no sirven porque no hacen nada para auxiliarlos, para apoyarlos.
“De qué sirve que vayamos a denunciar que somos extorsionados, si ni nos hacen caso, creen que nada más vamos a perder el tiempo, por eso, no hay quejas, ya nos acostumbramos a pagar, que nos queda, que nos maten o que asesina a algún miembro de nuestra familia”, refirieron. Indicaron que siempre escuchan que se debe de denunciar, que son una queja o señalamiento no se puede actuar, “cuando hemos ido, perdemos nuestro tiempo y de todos modos tenemos que pagar o nos va mal”.
Simplemente, abundaron que los robos a las huertas de aguacate, de higo o de durazno, en la zona de Los Altos de Morelos, cuando han sido atendidos, “cuándo se ha visto a la policía, al Ejército o la Marina hacer recorridos por los lugares donde están los árboles”.
Ante los robos que realizan, lo único que han hecho es conformar las guardias comunitarias “de esa forma, vigilamos no solo nuestras huertas sino la de los vecinos y viceversa, de alguna manera eso nos ha servido, no mucho, algo se ha disminuido”. No sucede lo mismo, añadieron, con respecto a las extorsiones, ahí no hay “más vuelta de hoja, o pagas, porque ya sabes que de lo contrario los avisos los tendrás en tus cosechas”.