Quedó inaugurado el IV Festival del Maíz Nativo
Con el compromiso de conservar la herencia agrícola y cultural, se inauguró el IV Festival del Maíz Nativo del Estado de Morelos en la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
En el marco del Día Nacional del Maíz, esta actividad tubo por objetivo reconocer, valorar y conservar la riqueza de este grano milenario, base de la alimentación e identidad de los pueblos mesoamericanos.
Con la precia de Luis Pastor Larracilla Jiménez, encargado de despacho de la FCA; Margarita Galeana Torres, secretaria de Desarrollo Agropecuario del gobierno de Morelos (Sedagro); José Luis Arizmendi Bahena, titular de la Oficina de Representación de Agricultura en Morelos; y Felipe Martínez Meza, director del Área de Protección de Flora y Fauna Corredor Biológico Chichinautzin de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), se llevó acabo el acto inaugural este día en las instalaciones de la FCA.
Larracilla Jiménez, en su mensaje, subrayó que el festival es un espacio para reconocer la riqueza agrícola y cultural del maíz, un símbolo de identidad y vida para las comunidades. Destacó el compromiso de la FCA con la investigación, la docencia y el desarrollo sustentable, y agradeció la colaboración interinstitucional para fortalecer el campo y las comunidades.
La secretaria de la Sedagro, Margarita Galeana, enfatizó que el maíz es un patrimonio biocultural y una herencia que trasciende lo gastronómico, pues sus variedades nativas son cruciales para la genética de los maíces híbridos. Anunció que, en colaboración, se ha conformado el Consejo Estatal de Maíces Nativos para asegurar su conservación e impulsar políticas públicas que fortalezcan el campo.
Por su parte, José Luis Arizmendi, recordó que el origen del maíz se sitúa en la región del Balsas, entre Morelos y Guerrero, y enfatizó: "somos gente de maíz, estamos hechos de maíz, olemos a maíz".
Destacó el trabajo conjunto con el gobierno del estado para dar valor agregado a los maíces nativos, logrando que productores vendan a restaurantes con distintivo de consumo local e incluso realicen exportaciones a Japón, elevando su precio de venta. También resaltó la labor de la Conanp en la protección de los bosques, vitales para la captación de agua que irriga los cultivos y abastece a la población.
Felipe Martínez destacó el papel de las Áreas Naturales Protegidas en la conservación y mencionó el apoyo a productores de maíces nativos y la colaboración en el festival, que incluirá la presencia de productores de otras regiones como Tlaxcala y el Nevado de Toluca.
El festival incluyó conferencias magistrales sobre temas para el futuro del cultivo: Teoría sobre el origen del maíz y el registro de variedades nativas, a cargo del investigador Jaime Poblete Vargas; Producción de huitlacoche en maíces nativos, a cargo del investigador Isaac Tello Salgado; y Análisis de calidad nutracéuticos y minerales en granos y tortilla de maíz nativo de Morelos, por los investigadores Irán Alía Tejacal y Rafael Ambriz Cervantes.
El maíz nativo en México es un tesoro cultural y genético que ha sido cultivado y protegido por generaciones de campesinos y comunidades indígenas. Con más de 64 razas de maíz en el país, 59 de las cuales son nativas, este grano representa la identidad y la diversidad genética de México. El maíz nativo es fundamental para la seguridad alimentaria y la soberanía de las comunidades rurales, y su protección es esencial para preservar la riqueza cultural y biológica del país.
La importancia del maíz nativo en México se refleja en su papel en la dieta y la cultura de los mexicanos. El maíz es un ingrediente básico en la cocina mexicana, y su consumo es una tradición que se ha mantenido viva a lo largo de los siglos. Además, el maíz nativo es un símbolo de la resistencia y la resiliencia de las comunidades indígenas y campesinas, que han luchado por preservar sus prácticas agrícolas y culturales frente a la globalización y la modernización.
Recientemente, el gobierno mexicano ha lanzado el programa "Sin maíz no hay país" para proteger y promover el maíz nativo. Este programa busca fortalecer la producción de maíz criollo y asegurar el bienestar de las familias campesinas, principalmente en las regiones centro, sur y sureste del país. El programa incluye la implementación de precios de garantía para los pequeños productores y la venta directa de productos elaborados por ellos mismos.
La protección del maíz nativo es fundamental para preservar la diversidad genética del país. El maíz nativo es una fuente de genes valiosos que pueden ser utilizados para mejorar la resistencia y la productividad de las variedades de maíz comerciales. Además, la conservación del maíz nativo es esencial para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas agrícolas.
El programa "Sin maíz no hay país" se suma a otros esfuerzos para proteger el maíz nativo en México. La reforma constitucional que prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado en México es un paso importante para proteger la diversidad genética del maíz nativo. Esta medida busca prevenir la contaminación genética de las variedades nativas y proteger la salud de los consumidores.
La protección del maíz nativo también es importante para la economía de las comunidades rurales. El maíz nativo es una fuente de ingresos para muchas familias campesinas, que lo cultivan y lo venden en mercados locales. El programa "Sin maíz no hay país" busca fortalecer la economía de estas comunidades y mejorar su calidad de vida.
El maíz nativo es un símbolo de la identidad cultural de México. Su protección y promoción son fundamentales para preservar la riqueza cultural y la diversidad del país. El programa "Sin maíz no hay país" es un paso importante para reconocer y valorar la importancia del maíz nativo en la cultura y la economía mexicanas.
La conservación del maíz nativo requiere la participación activa de las comunidades indígenas y campesinas. Estas comunidades han sido las guardianas del maíz nativo durante siglos, y su conocimiento y experiencia son fundamentales para proteger y promover este recurso. El programa "Sin maíz no hay país" busca fortalecer la capacidad de estas comunidades para proteger y promover el maíz nativo.
El maíz nativo es un recurso valioso que requiere una protección y promoción sostenidas. El programa "Sin maíz no hay país" es un paso importante para reconocer y valorar la importancia del maíz nativo en México. Sin embargo, se necesitan esfuerzos continuos para proteger y promover este recurso y asegurar su conservación para las generaciones futuras.
La protección del maíz nativo es un desafío que requiere la colaboración de diferentes actores. El gobierno, las comunidades indígenas y campesinas, y la sociedad civil deben trabajar juntos para proteger y promover el maíz nativo. El programa "Sin maíz no hay país" es un ejemplo de cómo se puede lograr esta colaboración y proteger un recurso tan valioso como el maíz nativo.
La conservación del maíz nativo es un tema que trasciende la agricultura y la economía. Es un tema que toca la identidad cultural y la soberanía alimentaria de México. El maíz nativo es un símbolo de la resistencia y la resiliencia de las comunidades indígenas y campesinas, y su protección es fundamental para preservar la riqueza cultural y biológica del país.