Por balaceras, se debe recurrir a protocolos de seguridad escolares
Padres temen que sus hijos tengan secuelas de crisis nerviosas
Cuautla, Mor.- Estudiantes de distintas escuelas tanto públicas como privadas tuvieron que poner en acción el protocolo de protección contra balaceras, luego de que el lunes se registrara una balacera al interior del restaurante Bambú Limón, de Cuautla, que se encuentra ubicado a unos metros de 2 planteles educativos. La misma acción se replicó ayer lunes en el poblado de Anenecuilco, municipio de Ayala, en la telesecundaria, tras de que hubo una balacera en calles aledañas al edificio escolar.
Mientras en el municipio de Yautepec, otras escuelas más, llevaron a cabo el mismo protocolo para poner a salvo a los alumnos, debido a que también una balacera en donde un comando asesinó a una persona y dejó heridas a dos más.
En los tres casos los padres de familia tuvieron que actuar prácticamente de manera inmediata, debido a que consideraron que sus hijos se encontraban en peligro, por lo que mujeres y hombres se apresuraron a recogerlos. “No es posible que esto esté sucediendo, qué vamos a hacer, tenemos que regresar a clases virtuales porque no hay seguridad en los municipios”, resaltaron María Guadalupe, Aldana y Francisco Pérez Montesinos, padres de familia.
A su vez, el director de la escuela primaria Plan de Ayala, de la colonia Emiliano Zapata, de Cuautla, Luis Rey Vera Yáñez señaló que en los planteles educativos “al menos desde preescolar hasta de educación básica”, ya han echado a andar el protocolo de protección de los estudiantes. Observó que se trata de que los alumnos, aprendan y entiendan que en caso de que lleguen a escuchar disparos o detonaciones de armas de fuego, lo primero que hagan es tirarse al suelo y tratar de resguardarse con los pupitres, mesabancos y cualquier objeto grande.
Los tutores de las escuelas involucradas relataron que no solo se trata de que se haga el protocolo de prevención, porque “les guste o no a las autoridades educativas, federales, del estado y municipales, nuestros hijos tendrán secuelas de crisis nerviosas. Nosotros que ya somos adultos, pueden a las madres corriendo, orando a Dios para que a sus hijos no les haya pasado nada, porque uno nunca sabe que es lo que sucedió”, observó Miguel Millán Carmelo.
El profesor Vera Yáñez, recalcó que mientras haya inseguridad, los padres de familia y los estudiantes tienen que estar alertas, “no estamos hablando en exclusiva de salones de clase y planteles educativos, sino hasta en los hogares, no hay de otra, tirarse al piso y no asomarse es lo único que nos puede ayudar a todos”.