Mística y convicción

En opinión de Lorena Elizabeth Castillo

Mística y convicción

Desde enero de 2022 en que asumimos el reto de dirigir el Instituto de la Mujer de Cuernavaca (IMC), además del compromiso profesional y ético adquirido con la toma de protesta respectiva, dio inicio también una tarea que aceptamos como misión personal y de vida que es la de colaborar con las mujeres de nuestra ciudad en mejorar su situación de vida. 

 

Con las carencias materiales y físicas que encontramos en la sede del IMC del parque Tlaltenango, más las limitaciones presupuestal de las administraciones municipales en Morelos y el país, de entrada adoptamos también la actitud de hacer más con menos y recurrir a la imaginación y buena voluntad del equipo de trabajo para salir adelante en nuestro cometido.

 

Sin duda, las iniciativas que van en pos del bienestar colectivo, en este caso de las mujeres de la capital del estado, generan empatía entre sectores dentro y fuera de la administración municipal, cuyo interés es coincidente y entonces es cuando se generan las alianzas con personas, asociaciones, colectivos de la sociedad civil e instituciones públicas. 

 

Entre la determinación propia, las alianzas sororas y con otros sectores, uno de los retos iniciales y estructurales en estos dieciséis meses, ha sido atender la Alerta de Violencia de Género (AVG) en la que se encuentra Cuernavaca desde agosto de 2015, junto con otros siete municipios de la entidad. 

 

Además de otras tareas de apoyo psicológico y jurídico a las usuarias del IMC, la en acatamiento de las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), cumplimos las acciones de divulgación de la AVG, entre ella, la estrategia de prevención que logre la recuperación de espacios públicos y tramitar órdenes de protección a mujeres víctimas de violencia. 

 

En el contexto de la AVG integramos el banco de datos de violencia contra la mujer para identificar contextos de violencia y diseño de campañas públicas efectivas, capacitación y profesionalización del servicio público en perspectiva de género y de derechos humanos y campañas de prevención para estudiantes, profesoras, profesores y sociedad en general. 

 

Como ejemplo de lo anterior, el IMC implementó el programa Pinta Trazos de recuperación de espacios públicos, en el cual se conjugan todos los factores de colaboración antes mencionados, así como acciones en cumplimiento de Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, cuyos resultados están a la vista y en los testimonios de redes sociales.

 

Agradecemos las observaciones pertinentes, así como también respondemos con toda propiedad y respeto a las personas que hacen señalamientos, ya que todo suma cuando no hay un interés político ni personalista de por medio, sino una vocación compartida de sororidad y empatía con las mujeres de Cuernavaca.

 

No declinaremos en la mística y convicción de trabajo, en cumplimiento del compromiso profesional e institucional con las mujeres y respondiendo  a las muestras de apoyo y observaciones, puesto que el trabajo del IMC esta expuesto al escrutinio público.