¿Maldad, ignorancia o perversidad de los diputados morelenses?
En opinión de José Román
Aprobaron recientemente una ley que no tiene ni pies ni cabeza: La Ley de Video Vigilancia para el Estado de Morelos. Son tan serias y graves las inconsistencias que rayan en lo absurdo ya que impone obligaciones al ciudadano y al empresario sin que exista sustento viable. Es ésta ley una fuente más de recaudación y obligaciones delegadas que corresponden al estado y que con cargo al particular indebidamente endosan los costos de la factura de lo que vendrá siendo si es que logra afianzarse, un absurdo por la imposición de actos que le son propios y exclusivos de la autoridad.
Esta ley impone al particular la obligación de sostener bajo su peculio el tipo de cámaras de vigilancia que el gobierno determine siempre y cuando éstas enfoquen a la calle o a cualquier vía pública, obliga a sí mismo a adecuar los equipos privados al sistema estatal, determinando el gobierno el tipo de cámaras con las cuales deberá estar conectado. Es decir, pagará lo que el gobierno determine para poder acceder un enfoque a la calle de su negocio o casa y además, tendrá que firmar un contrato con ese fin. No determina de donde sale esa obligación, cuando no está regulado ese derecho por ser de la esfera de lo privado.
Entre otras lindezas determina en el colmo de lo absurdo el que se anexe un texto a manera de advertencia al delincuente pero con el fin eminente de poner en riesgo la vida del particular el que mencione que persona es la responsable del manejo de esa o esas cámaras de vigilancia, proporcionando además sus datos. Es decir, entrega en bandeja de plata a la delincuencia el santo y seña de quien o de quien es el equipo. Supongo que así la venganza o el desquite por esa osadía, el mismo gobierno lo pone a disposición del delincuente.
Si por azares del destino la cámara de video se descompone o se deteriora, tiene el particular de acuerdo a la miopía de éste ley de avisar, supongo que por escrito al sistema y a la dependencia correspondiente de tal falla, procediendo a reponerla a su costa, mejor dicho a su costilla del ciudadano que osó protegerse mediante estos equipos. Y cuidado y se le ocurra borrar del disco duro las imágenes de las otras vistas interiores de su casa o negocio, porque está penado y puede entrar el particular a la cárcel, no importando que todo seas de su propiedad. La nueva adquisición en cuanto a calidad y características la fija el gobierno, no el propietario, pero la paga el dueño, no el gobierno.
De paso, raspa las relaciones laborales ya que al imponer el nombre de quien la instala o que trabajador del empresario o particular la instaló le da por hecho una relación laboral que puede ser motivos de demanda en contra de la empresa o contra el particular que la instaló. Y cuidado y suba Usted a las redes las imágenes de un delito porque de acuerdo a ésta ley, Usted comete un delito al exhibir al potencial delincuente, supongo que para protegerlo y no puedan identificarlo otras víctimas.
La otra idiotez, por que no merece un calificativo menor, es que si por alguna razón pasa un evento delictivo que pudo ser captado por las cámaras, el gobierno a través de la dependencia respectiva tendrá derecho en entrar al domicilio de la empresa o casa y sustraer el disco duro que contenga toda la información y sin orden judicial. Verdaderamente vergonzoso el que los leguleyos del congreso de Morelos no se hayan percatado de que esto es violatorio de una garantía individual, ya que no puede ni debe de hacerse sino mediante juicio y menos aún entrar a un domicilio particular y sustraer cualquier objeto sino es mediante orden de juez, en éste caso federal, por ser la comunicación materia federal. Pero ahí no termina tanta estupidez: Autoriza a llevarse el contenido total del disco duro, es decir, se llevan junto con las imágenes de la calle, las imágenes de las recamaras o del interior de toda la casa o negocio, que es generalmente lo que contiene cualquiera de éstos equipos. De ésta forma están entrando indebidamente a la esfera de la privacidad que mediante esta aberración invaden al ciudadano y sus familias. Hay más inconsistencias y errores que por falta de espacio omito mencionar, pero soy creyente de que jamás se consultó ésta ley cuando fue un proyecto, lo que siempre hacen. Es decir, aprueban lo que quieren o lo que creen, no lo que deben ni cómo deben.
Cuando uno mira éste tipo de leyes, la pregunta es obligada: ¿De verdad son tan pen…sadores e ignorantes que no saben lo que hacen? La lógica indica que no porque tienen a un cuerpo de abogados que se supone les debe advertir cuando caen o rayan en la idiotez, en la violación de un derecho y luego reflexionas que debe ser por maldad, por perjudicar a cambio de algo al empresario o ciudadano Morelense. ¿Qué puede ser ese algo? Supongo que capricho o trauma psicológico de quien la propuso y falta de dignidad de cualquier abogado asesor que no advierte el ridículo que hacen los legisladores.
Francamente, dan lástima. Todos, unos más, otros menos pero cojean del mismo pie: Son unos rengos inútiles. ¿Dejará el ciudadano y el empresario Morelense que pase ésta ley absurda?