«Leer nos hace libres»: UAEM; persiste déficit
Ana Silvia Canto Reyes, directora de Publicaciones y Divulgaciones de la máxima casa de estudios del estado, ponderó: “Leer nos hace libres”; sin embargo, el rector del Colegio de Morelos, Juan de Dios González Ibarra informó que impera el déficit: cada persona lee 1.8 libros al año.
En el marco de la inauguración de la Feria del Libro 2019, en la Plaza de Armas de Cuernavaca, González Ibarra externó que México, después de Haití, es el “peor lector” en el continente. Además, se encuentra por debajo de otros países caucásicos. De igual forma, expuso que no existe un hábito “consolidado” de la lectura; hay un analfabetismo funcional.
En su intervención, Margarita González Sarabia, titular de la Secretaría de Turismo y Cultura, indicó que se debe fomentar la inmersión en los libros. “La Lectura se ha ido perdiendo”. Esta feria, agregó, es una oportunidad para “nutrir” el pensamiento.
En el acto, en que estuvo presente Natalia Rezende Moreira, esposa del gobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo, trascendió que la labor editorial preserva la memoria. “Un lector es capaz de hacerse una idea de algo que conoció en un libro”.
La exposición consta de alrededor de 50 expositores. Durará una semana. Se mercantilizan textos de distintas casas editoriales, desde un costo de 10 pesos. Hay un cubículo específico para editoriales independientes y uno de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Por su parte, Eduardo Villegas Mejías, coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México, recalcó que la estrategia nacional, que está emprendiendo el gobierno de la Cuarta Transformación, consiste en “acercar librerías y bibliotecas”. Y, sobre todo, “cambiar la percepción. Leer no se asocia con el aburrimiento”. Los certámenes de esta naturaleza son una “oportunidad para coincidir: lectores y libreros”, acotó.
Tras el corte de listón, en que se sumó la presiente de la Comisión de Educación y Cultura del Congreso local, Blanca Nieves Sánchez Arano, las autoridades hicieron un recorrido sobre los pasillos, donde hojearon algunas obras e intercambiaron impresiones.
El lector puede adquirir desde tratados filosóficos, hasta cuadernillos para niños, que fomentan su creatividad.