La transición de lo virtual a lo presencial, la USAER en la Secundaria No. 11
En opinión de Cristina Castillo
En el marco internacional del día de la discapacidad (3 de dicembre 2021), como miembro del equipo de la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular No.71, algunas docentes hemos reflexionado sobre los avances en relación a la inclusión educativa, específicamente en la Secundaria General No. 11 en la que laboramos, ya que cada inicio de ciclo escolar iniciamos con un proceso de sensibilización a alumnos y docentes, aunado a un proceso de capacitación continua sobre las múltiples condiciones que presentan los niños que se atienden en las USAER, información que se comparte en algunas ocasiones con el personal de la secundaria. Valoramos mucho al personal que se ha sumado a la atención a la diversidad, sabemos que es un número bastante reducido en relación al personal que labora dentro de las escuelas Secundarias Generales, sin embargo muchos de los que se han subido al barco son constantes y consolidan gran parte de nuestro proceso educativo durante cada año.
Las enseñanzas de la escuela a distancia han sido muchas, hemos enumerado en diferentes momentos las pérdidas, tanto humanas como materiales, pero me parece igual de importante enunciar los avances, lo que debemos visibilizar, lo que aprendimos en la contingencia sanitaria y el aislamiento para poder mantener las ventajas en la nueva escuela.
La escuela Secundaria No. 11, ha iniciado éste ciclo escolar con el mayor número de alumnos con una condición de discapacidad que ciclos anteriores, pese haber iniciado aún a distancia. Actualmente estamos de forma híbrida, lo que resulta un ciclo escolar con muchos retos académicos, pero particularmente sociales y emocionales, los chavos requieren contacto en todos los sentidos, muchos nos lo gritan en sus charlas y los más vulnerables en sus miradas. Los grupos donde hay estudiantes con alguna condición de discapacidad han acogido a cada miembro con sutileza y con muchas ganas de sumarlos, apoyarlos, de coincidir; estas generaciones están aprendiendo a socializar, a encontrar nuevas formas de establecer comunicación, pese a la “sana distancia”, hay nuevos lenguajes, particularmente los corporales, donde se está reconstruyendo el sentido de pertenencia, la amistad y el interés por el otro, son oportunidades que como docentes debemos detenernos y observar con lupa para vincularnos de otras maneras con los chavos y para resignificar la inclusión educativa que ellos a su manera están dando una lección a los adultos para así sostenernos y abrazarnos desde la “nueva normalidad”.