Juego de Manos - Las cosas que no te dije VI

En días, Donald Trump tomará posesión como el presidente 47º de los Estados Unidos y, mientras tanto, ya podemos observar en el horizonte a los temas que estarán cimentados en la agenda diplomática entre Estados Unidos y México: el combate a las drogas —con énfasis en los carteles y el fentanilo—, la migración latinoamericana hacia los Estados Unidos, y la entrada de China al tablero comercial en la región.

Estos temas han estado presentes desde la campaña por la presidencia estadounidense y, una vez concluido ese proceso, su papel en discurso y acciones de ambos países se han intensificado. Vamos por partes. La crisis de fentanilo que enfrentan distintos estados al norte de la frontera, como California, ha puesto sobre la mesa el combate a esta sustancia desde la raíz y hasta la distribución y el consumo de esta.

La bolita sobre quién tiene la culpa de esta crisis de salud pública está en el aire (sin que nadie tenga la intención de tomarla), y ha destapado otras discusiones como el papel que tienen los carteles de la droga en esta problemática que, de acuerdo con el presidente electo Donald Trump, serán declarados organizaciones terroristas.

Respecto a la migración y el comercio con China, son dos temáticas que el mandatario electo y la mandataria mexicana han declarado —desde sus perspectivas y con apego a su línea discursiva— que ha sido el tema central en conversaciones telefónicas. Desde la perspectiva estadounidense, México se ha comprometido a detener el paso de migrantes ilegales por su frontera; desde acá, se habla del respeto a las personas migrantes y, de acuerdo con la presidenta de la República, el respeto a las personas migrantes legales es compartido por el presidente electo Trump. Vemos.

Por su parte, la entrada de China al mercado americano ha puesto en una situación tensa a los países integrantes del TMEC. Al momento, el gobierno de México ha impuesto remesas sobre los textiles provenientes de China y ha realizado distintos operativos para decomisar productos ilegales provenientes del mismo país. Con todo ello, la tensión se mantiene.

¿Y el estado?

Las últimas semanas del año el ritmo y la intensidad de la agenda disminuyen considerablemente, dada la naturaleza de la fecha. No obstante, el cierre del año 2024 tiene una particularidad: que con la llegada de este 2025 vienen la transición de miles de puestos en el Poder Ejecutivo, en todos sus niveles. Esto conlleva una reconfiguración de la vida pública nacional y, en algunos lugares, un cambio significativo en la balanza de los partidos políticos.

Esta última línea aplica para el caso de Morelos, donde el Congreso local se pintó de guinda, con 10 de los 20 escaños en manos de Morena (4 curules más que en la legislatura pasada), pero el partido cuenta ahora con15 presidencias municipales menos. Este cambio pone sobre la mesa un desafío interesante para la gobernadora, quien tendrá un Congreso aliado, pero deberá generar alianzas en los municipios para asegurar la gobernabilidad en el estado. Este escenario no es imposible, pero sí es desafiante.

Un paréntesis: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, visitó Morelos la semana pasada, para presenciar la entrega de tarjetas del Bienestar. La sede: Xochitepec. El mensaje: la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación y el respaldo a la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia.

¿Y el horizonte?

La política es una actividad permanente y, en ese sentido, concluido el proceso electoral del año pasado, los partidos se preparan para el 2027. ¿Qué estará en juego? La renovación de la. Cámara de diputados y Congresos locales y 16 gubernaturas, correspondientes a los estados de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.

Esta será una prueba para el partido en el poder, toda vez que serán. Los primeros comicios sin la presencia (visible) del expresidente López Obrador. Esto supone dos retos: la rentabilidad electoral del partido sin su figura líder más importante y la capacidad del partido y su dirigencia de organizarse y prevenir —o controlar— las pugnas internas por el poder. El tiempo dirá.

Al respecto, la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, se muestra optimista frente a este desafía y asegura que mantendrán a los estados     que actualmente gobiernan, y triunfarán en aquellos que no, específicamente en Chihuahua y Nuevo León.

Por su parte, la oposición también se prepara para la pugna en el porvenir. La pregunta, con pronóstico hacia la negativa, es si la estrategia de jugar en unidad opositora a Morena se mantendrá. Esto podría cambiar dadas las derrotas electorales recientes y la reconfiguración de los partidos opositores en su interior. Por ejemplo, con la entrada del nuevo dirigente nacional del PAN, Jorge Romero, se habla del regreso del partido a la defensa de sus ideales fundamentales, como la defensa de la familia y la vida desde su concepción.

Electoralmente podría funcionar, dado que centrar su estrategia política en Morena no ha sido exitoso y los ha convertido en un cascarón sin relleno. Les alcanzará, quizá, quizá no. Estos dos años serán clave para entender lo que le depara al futuro político del país. Paciencia.

Por cierto 

Día con día, los avances en inteligencia artificial (IA) transforman nuestras sociedades. Desde la optimización de procesos y el acceso a información hasta desafíos como la automatización que amenaza empleos, la guerra sucia en política y las estafas en línea. Observar este progreso con atención y responsabilidad será crucial en los años por venir.

Es bueno estar de vuelta:

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