Escala de Grises - Una renuncia por mes
En opinión de Arendy Ávalos
El día de ayer el secretario de Hacienda y Crédito Público renunció a su cargo mediante una carta dirigida a López Obrador. El documento, firmado por Carlos Urzúa, está compuesto de tres párrafos. En resumen, el primero es un agradecimiento y la notificación de su renuncia, el segundo es una declaración de negligencia respecto a las decisiones que se han tomado estos últimos meses y el tercero es una acusación de largo alcance para las personas involucradas en la misma Secretaría.
A pesar de lo concreto que podría parecer el texto, las frases que utiliza son golpes fuertes, directos, de los que sacan el aire. “Toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener”, escribió el ahora exsecretario. Esta premisa no aplica únicamente en materia de economía, agregaría yo. Las decisiones de Andrés Manuel y su gabinete han tenido un impacto distinto (o crisis) en diferentes rubros: migración, medio ambiente, salud, seguridad y turismo, entre otros.
El caso de Urzúa se suma al fenómeno de tener una renuncia por mes y la duda es casi palpable. ¿Quién más se retirará de La Cuarta Transformación? Los conflictos en diversos ámbitos se van haciendo más visibles, más difíciles de controlar y los argumentos para defender el proyecto inicial de AMLO se vuelven diminutos.
La noticia tiene una relevancia política y económica considerable no sólo porque expone las fallas de esta administración, sino porque representa un foco rojo sobre el manejo que tienen y tendrán las finanzas públicas.
“En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”, explica Carlos Urzúa sin dar mayores detalles; pero tampoco es necesario, la lista de posibilidades es larga: el tren maya, el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas, la planta termoeléctrica en Morelos, los nuevos apoyos económicos, etc.
El impacto de la renuncia en el mercado financiero también es importante. ¿Cuál es la imagen que la presente administración está proyectando a nivel internacional? Incertidumbre e inestabilidad, dos de las palabras que AMLO se rehúsa a considerar siquiera posibles.
La opinión pública se divide entre quienes aplauden la congruencia de Carlos Urzúa y entre quienes lo catalogan como un traidor a la patria y, aunque hay quienes procuran mantenerse en el centro, la cantidad de comentarios divididos en el blanco y el negro son mayoría.
La difícil situación económica bajo la que se encuentra el país tiene muchas aristas; una a considerar es la posibilidad de que se sigan generando recortes y gastos sin equilibrio alguno, problema que se verá reflejado en un menor crecimiento económico (cuyas expectativas ya están por debajo del 2%).
Otra declaración polémica de Urzúa, además de las (muchas) discrepancias en materia económica, fue “la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública”. ¿Pues no que esto ya se había terminado? Una de las banderas que se ondearon con mayor ahínco fue terminar con prácticas como la que anteriormente se denuncia. Habría que explicarle a ya-saben-quién que eso también entra en el amplio espectro de la corrupción y que, si sigue sucediendo, entonces el cambio no es muy profundo.
Otro de los aspectos que surgen irremediablemente es que, entre todas las razones por las que la gente votó por AMLO y su partido, una de las más difundidas en los medios digitales fue el gabinete que lo acompañaba y, de cierto modo, lo respaldaba; incluso circulaban infografías en Facebook con el currículum de las futuras secretarias y secretarios.
¿Qué pasa ahora cuando un porcentaje importante de esas personas ya no está? Juntos haremos historia fue un estandarte en el que no sólo se unieron ciertos partidos políticos, sino bajo el que se buscaba darle al pueblo “sabio” —como lo bautizó AMLO— una muestra de representatividad y unión… Habría que ver cuántos integrantes le quedan al adjetivo y si el slogan puede seguir vigente.
¿Qué sigue, entonces?
Si las acusaciones de Carlos Urzúa y sus convicciones son realmente ciertas, debe denunciar las prácticas equivocadas y a las personas que, sin conocimiento alguno, forman parte de la institución que presidía. Se deben desarrollar estrategias para generar certidumbre (en todoslos aspectos que presentan crisis) y proyectar esa imagen a nivel nacional e internacional.
El equipo de la 4Tdebedetenerse y replantearse sus formas de actuar. Si esta renuncia no provoca una pausa y los cambios necesarios dentro del gabinete, entonces estaremos caminando sobre una cuerda floja los próximos cinco años. López Obrador se ha jactado siempre de ser un hombre con firmes convicciones, a lo que debemos prestarle atención es a la delgada línea que separa la convicción de la necedad.
¿Usted qué opina? Escríbame.
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