Escala de Grises - El más grande de los problemas

En opinión de Arendy Ávalos

Escala de Grises - El más grande de los problemas

El sábado 21 de mayo, Cecilia Monzón compartió una reflexión sobre el deber y la justicia con la intención de saludar a la comunidad tuitera: “Tu deber es luchar por el derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”. El reloj marcaba un minuto después de las 8 cuando la abogada decidió publicarlo.

Horas después, fue emboscada por dos hombres armados que viajaban en una motocicleta. Cecilia conducía su camioneta sobre Periférico Ecológico y Camino Real, en el municipio San Pedro de Cholula, cuando recibió los disparos que terminaron con su vida. De acuerdo con las autoridades, el ataque fue directo.

Al lugar de los hechos acudieron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla, mismos que acordonaron la zona y notificaron lo sucedido a la Fiscalía General del Estado, institución que inició las investigaciones correspondientes. Ante la gravedad del crimen, Paola Angon, presidenta municipal de San Pedro Cholula, aseguró que trabajaría con las instancias necesarias para localizar a los autores intelectuales y materiales del asesinato.

A lo largo de su trayectoria como abogada y funcionaria, Cecilia Monzón denunció violencia y amenazas. En 2019, la también activista denunció a Juan Espinosa y a Luis Arriaga (diputado y presidente municipal de San Pedro, respectivamente) por violencia política de género. El señalamiento también se extendió a Jorge Estefan Chidiac, quien falsificó su firma en el proceso electoral del 2018; esta denuncia [todavía] se encuentra sin avance alguno.

Tal como ocurre con gran parte de los crímenes en el país, el feminicidio de Cecilia Monzón se ha convertido en una muestra clara de ciertos problemas estructurales y sistemáticos que continúan sin atenderse. La violencia de género podría ser el más evidente de ellos, así como la violencia política y la vulnerabilidad a la que se enfrentan las personas activistas y las especialistas en periodismo.

Cecilia Monzón era abogada penalista, especializada en temas relacionados con la perspectiva de género, política y funcionaria, era activista feminista y madre de un menor. Conocida como “la abogada de las mujeres”, Cecilia Monzón abordó casos de cientos de mujeres víctimas de violencia familiar.

Gracias a su actuar profesional, Cecilia se convirtió en la primera mujer en conseguir una sanción por violencia política de género en México. Lamentablemente, no consiguió estar exenta de un sistema tan violento como negligente. En 2019, la abogada denunció que recibía amenazas de muerte a través de Facebook.

La activista recibió recomendaciones como tener cuidado con los frenos de su camioneta y contratar a una niñera para su hijo, pues aseguraban que ella se ausentaría por mucho tiempo. Ante semejantes intenciones, Cecilia acudió inmediatamente a la Fiscalía local para solicitar una protección que jamás se le brindó.

Una vez más, nos damos cuenta de las carencias y deficiencias de los cuerpos de seguridad y de las estrategias como el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. ¿Cuáles son las alternativas para aquellas personas que sufren agresiones con motivo de su labor, entonces? ¿Qué acciones se están tomando para evitar que crímenes como el feminicidio de Cecilia continúen ocurriendo todos los días en todo el país? ¿Cuál es la postura de las autoridades?

Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia de prensa, aseguró que se realizará un trabajo coordinado con el gobierno de Puebla para esclarecer el caso. Además de lamentar lo ocurrido, el presidente aseguró que todo se trató de un “ajustamiento”. Según él, fueron sicarios los que asesinaron a la activista.

No fue la negligencia del gobierno estatal ni la inacción del gobierno federal. No fue la negligencia por parte de las fiscalías. No fue la violencia a la que se exponen las personas especializadas en periodismo ni la violencia de género que ha incrementado en el país. No está relacionado con los once feminicidios que ocurren cada 24 horas en el país. Nada relacionado con su administración (sic.). Ahí está el más grande de los problemas.

Esta no es la primera vez que el presidente pretende lavarse las manos y encontrar otros culpables. Si no es el neoliberalismo, es la mafia del poder o las administraciones anteriores o la oposición. Sin embargo, las pruebas de los errores que se han registrado a lo largo de su gestión indican todo lo contrario.

¿Qué se necesita para que el mandatario tome responsabilidad de sus decisiones y la ausencia de ellas? Que López Obrador pretenda ignorar su parte de culpa en crímenes como el de Cecilia Monzón, además de preocupante es insultante. En México, además de ser urgentes medidas que protejan la integridad de todas las personas (independientemente de su profesión), es imperativo que autoridades como el presidente abran los ojos y dejen de ignorar lo mucho que tienen por hacer.

¡A ver a qué hora!

arendy.avalos@gmail.com

@Arendy_Avalos en Twitter