El terror y el terrorismo mexicano
La definición de terrorismo delincuencial aún no está plenamente aceptado, pero los elementos de las organizaciones criminales y su actuar en contra del gobierno y de los ciudadanos de una nación, son los mismos que se emplean para su definición en materia religiosa. Trump tiene razón en su propuesta de catalogar a las organizaciones delincuenciales mexicanas como terroristas. El gobierno mexicano se resiste a aceptarlo como narco terrorismo, no le conviene.
Se le llama terrorista a todo grupo o persona que implanta el terror como método para obtener lo que desea. En ese sentido las organizaciones criminales encajan plenamente en ese elemento porque varias regiones de la nación mexicana están sujetas a la presión de esos grupos cuando se exhiben mantas en lugares públicos amenazando a funcionarios, a grupos opuestos o a personas y que siembran en la sociedad el temor generalizado de ser víctima de los actos violentos que muchas veces anuncian o preceden a los hechos.
Varios estados en zonas específicas como en Guerrero y Michoacánetc, tienen aterrorizada a la población civil. Es más, actúan como gobierno y se imponen como gobierno ante los ciudadanos y esa imposición regularmente es a base de sembrar el terror. El derecho de piso es un claro ejemplo del miedo que infunden a las víctimas y del terror en que cae la población ante la intensión de esos grupos armados y ante la notoria incapacidad del gobierno de proteger las vidas y los bienes de los integrantes de un conglomerado social. Técnicamente esos grupos sí caen en el concepto de terroristas, aunque jurídicamente no está definido así por nuestras leyes. Esto no da derecho a EU a intervenir en México y desde luego, lo rechazo.
El problema es que nuestro socio principal tiene el sartén por el mango y puede válidamente definir a los grupos mexicanos como terroristas, lo que implica otra connotación en el trato de gobierno a gobierno porque México se verá obligado si las presiones aumentan a aceptar el concepto y por lo mismo reformar leyes para endurecer las penas y los castigos para ese tipo de actos intimidatorios. En laRepública del Salvador los Maras, principal organización criminal, ha sido ya considerada por su sistema legal como terroristas. La amenaza a la estabilidad del estado por parte de ese grupo es notoria en la hermana República. 60 países más lo han hecho. Pero ahí no termina el problema. Se menciona frecuentemente que las organizaciones criminales mexicanas se nutren de droga sobre todo en Sudamérica al asociarse con grupos criminales o grupos guerrilleros como el caso de Colombia y como consecuencia han llegado al dominio muy amplio de regiones de algunas naciones sudamericanas donde Pablo Escobar en el pasado tuvo tal control sobre el gobierno colombiano que incluso ocupó cargos públicos e imponía sus condiciones al gobierno legítimamente establecido. Otro hecho mencionado es que en Bolivia se sabe que los campesinos cocaleros protegidos por Evo Morales son fuente de suministro de cocaína que después se distribuye en Europa y Estados Unidos, lo que convierte a esos grupossubversivosy grupos criminales en delincuentes sumamentepeligrosos. Se documentó recientemente que un hijo del Chapo estudió en ese país. Desde luego aclaro, también la coca tiene fines medicinales.
Mucho del dinero que se tiene para actividades políticas se ha mencionado en publicaciones que se obtiene por políticos encumbrados en el poder en algunas de las repúblicas sudamericanas a través de este comercio ilegal que después se utiliza para desestabilizar la región. Hace una semana en España se detectó un submarino de construcción casera con tres toneladas de cocaínaque se dirigía a África y que al parecer ya con anterioridad surtía a Europa. Estados Unidos no escapa de éstos hechos y México es el paso obligado para hacer llegar la droga que alcanza precios exorbitantes en territorio americano. Hemos dejado ir demasiado lejos esta actividad y ya miramos como los vicios que genera destruyen una parte de la vida de nuestros jóvenes y desintegra a la unidad básica de cualquier sociedad que es la familia. Donald Trump tiene razón y seguramente empleará electoralmente su argumento de definir a las organizaciones criminales mexicanas como grupos terroristas porque la seguridad nacional de su país está en entredicho, máxime que son más de 100mil americanos generalmente jóvenes que dice que mueren como consecuenciadel uso de las drogas. Ebrard en la matanza de Walmart en El Paso Tx el pasado 4 de agosto pidió en el nombre de México a EU se clasificara como terrorismo la muerte de mexicanos, hoy cuando es a la inversa, lo rechaza lo que resulta paradójico y contradictorio. El concepto es amplio porque hay terrorismo de estado, fiscal, económico, etc. La real academia Española lodefineasí: “Delito que consiste en llevar a cabo delitos graves con la finalidad de subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o abstenerse de hacerlo” Con la reciente ejecución en Jalisco de miembros del poder judicial, y con la constante presencia de mantas amenazantes en áreas públicas vemos que esta premisa está presente en nuestra sociedad. Hay terror en parte de la sociedad, luego entonces sí hay terrorismo. El gobierno mexicano no tiene razón para negar ese calificativo.