El Tercer Ojo - La loca historia de la historia o la disputa por la Conquista de México
En opinión de J. Enrique Alvarez Alcántara
Estimados lectores que siguen El tercer ojo en el Regional del Sur; dando continuidad a los artículos que he dedicado a La Loca historia de la historia, ahora me propongo exponer algunas ideas sobre la polémica suscitada por la petición o demanda expresa que ha hecho el Presidente de México, tanto al Rey como al Presidente de España, por las consecuencias que la Conquista acarrearon a la población que habitaba esta región continental.
El intelectual peruano, José Carlos Mariátegui, en su ensayo Esquema de la evolución económica (1928), de sus Siete ensayos sobre la realidad peruana, expresa nítida y claramente que:
En el plano de la economía se percibe mejor que en ningún otro hasta qué punto la Conquista escinde la historia del Perú (… y no tengo duda de ello, agrego, tanto para México, en ese entonces La Nueva España, y para las demás naciones que fueron conquistadas y saqueadas por los conquistadores, para subordinarlas a los intereses de la Corona Española…). La Conquista aparece en este terreno, más netamente que en cualquiera otro, como una solución de continuidad. Hasta la conquista se desenvolvió en el Perú una economía que brotaba espontánea y libremente del suelo y la gente peruanos (… en ese entonces los Incas y los pueblos dominados por estos y, para lo que hoy es parte de México y Guatemala, los Aztecas y los Mayas, y los pueblos sojuzgados por estos…).
Es decir, que la historia de nuestra América hispanohablante puede escindirse en dos grandes momentos; Antes de la Conquista y A Partir de la Conquista. Sin duda alguna podemos sostener que Antes de la Conquista, en esta región, había seres humanos que producían sus condiciones materiales e ideales de existencia (esto es, que tenían un sistema económico); había seres humanos que disponían de complejos sistemas de organización política, social y cultural; poseían sistemas lingüísticos de comunicación tanto oral como escrito; gozaban de tradiciones filosóficas, poéticas y literarias, realizaban actividades de carácter religioso y ritual; en fin, Antes de la Conquista había economía, lengua, cultura, religiones, tradiciones y, como en Europa, relaciones de dominio subordinación. Ergo, es inadmisible afirmar que “gracias” a la conquista y colonización por parte de España se adquirió tal complejo sistema social. Más bien se sustituyó el autóctono por el de ellos.
Ahora bien, es necesario resaltar el hecho de que, como cualquier proceso de conquista y colonización de una región o una serie de pueblos, cuando hablamos de “Conquista” debemos representarnos un proceso sumamente complejo y para nada lineal. En este sentido, considero, debemos asumir que tal proceso implica reconocer DOS GRANDES ETAPAS O MOMENTOS de la Conquista y Colonización de Lo que hoy es México y las otras naciones hispanohablantes de América. La primera será denominada ETAPA MILITAR y, la segunda, ETAPA SOCIOCULTURAL Y PSICOLÓGICA. La primera abarca el periodo que va de la llegada de los españoles a la caída de Tenochtitlan, atravesando las alianzas de los conquistadores con pueblos sometidos por los Aztecas y las batallas ocurridas en este tiempo y, la segunda etapa contempla el espacio de tiempo entre la caída de Tenochtitlan y la colonización.
Este segundo momento se encuentra definido por los procesos de castellanización, cristianización y desarrollo de la economía de saqueo de las riquezas de las nuevas colonias.
Asimismo, es necesario destacar el hecho de que este proceso de conquista y colonización no fue pacífico y negociado, más bien fue sanguinario, salvaje y sumamente violento.
Baste para documentarse al respecto revisar las diversas crónicas y estudios al respecto.
Por otro lado, es importante subrayar el hecho de que bajo ningún argumento es admisible que debamos “agradecer” a los conquistadores españoles el haber contribuido con la “liberación” de los pueblos aliados del conquistador del yugo de los salvajes, sanguinarios y opresores Aztecas. Jamás hubo tal proceso de liberación. Fue sin ambages una conquista y colonización.
Mucho menos debemos agradecer la castellanización y cristianización, a sangre y fuego de los conquistados.
¿Era inevitable un proceso Conquista de América por España?
Parece que podemos admitir que como hecho histórico es un suceso consumado.
Lo que ahora somos o pretendemos ser como nación no puede dejar de tomar en cuenta este evento para comprender y explicar lo que este presente muestra y lo que pretendamos proyectar a futuro.