EL FORO DE LA DIFAMACIÓN Y LAS MENTIRAS.

¿Adonde debe el presidente usar el derecho humano que tiene de hablar libremente lo que el piensa sobre temas eminentemente políticos y no administrativos que es para lo que fue electo? ¿En el foro de las mañaneras con el uso de nuestros recursos que aportamos con los impuestos? ¿Con sus propios medios o las redes al que todo ciudadano tiene derecho?

Es obvio que requerimos legalmente controlar el descontrol que tenemos al usar el presidente, sin limitaciones ni autorizaciones expresas del congreso un foro que debe de ser para que hable sobre los problemas nacionales que corresponden a la administración pública que le entregamos al elegirlo como presidente de todos los mexicanos, no obviamente para asuntos políticos que no son del ámbito de la administración. Razonemos porqué es necesario imponer un control:

Nadie habla de limitar al presidente en el uso de la palabra, para nada. El tema es, ¿donde debe hablar sobre un tema, administrativo a su cargo y el político que ya no corresponde a su administración? Pero voy mas lejos, ese foro mañanero ha sido usado indebidamente no tan solo para temas políticos propios de partidos, sino que ha llegado más lejos al hablar sobre personas y descalificarlas, es decir denostarlas sin prueba alguna que es igualmente lo criticable. Nuestro presidente se ha convertido en una comadre de mercado (perdón por mencionarlo así y lo hago únicamente en función de lo que el pueblo menciona para las personas que no controlan su lenguaje) Ha hecho en exceso un abuso de la tribuna presidencial mañanera utilizando generalmente temas políticos y pocos temas administrativos. Obvio que constituye un delito cuando habla sin bases: El de difamación. Y eso sucede cuando habla sin probar hechos que ni le constan y que se comprueba generalmente que no tiene ningún sustento, pero mientras ya desprestigió a personas según el gusto y el antojo de quien por ahora ostenta el poder. Ha cometido AMLO en función de lo que refiero infinidad de delitos contra individuos o ciudadanos que están inermes ante los descalificativos del presidente y eso no es correcto. El presidente es la autoridad de la nación y expresamente del poder ejecutivo y debe hablar con autoridad, es decir, con pruebas y además si existen las culpas de las personas que regularmente siempre refiere falsedades, debe denunciarlas a la fiscalía o a la autoridad correspondiente. Yo espero que quienes hayan sido así agredidos se preocupen por una denuncia para que en su momento se le de el procedimiento que marca la ley. No en afán de desquite o rencor sino en afán de recuperar su prestigio.

La periodista Denis Merkel denuncio el inicio un proceso legal contra AMLO cuyos obvios resultados deben ser que el presidente acepte su difamación y se le otorgue a la afectada el mismo derecho de hablar y aclarar en el mismo foro donde ha sido difamada. Ella lucha por su derecho.

Nos estamos convirtiendo en una nación de chismes que emanan del propio presidente y no es su función. El foro mañanero lo pagamos todos los mexicanos con nuestros impuestos y son muchos millones de pesos lo que nos cuesta y no es correcto su uso como ahora se hace, y que debe ser mas que para informar del rumbo, el trabajo y los proyecto con sus avances de la función administrativa del poder ejecutivo. No hacerlo así viola una elemental regla de derecho y de congruencia del porque fue creado ese teatro mañanero.

El ciudadano común tiene su foro, las redes o los medios que el presidente también debería de emplear para informar, pero bueno el quiso su propio medio, que debe de desaparecer una vez concluido su mandato por obvias razones de austeridad. Mientras tanto razonemos que requerimos los mexicanos legislar sobre esta arbitrariedad con los que el presidente, odia, tiene rencores o bien pendientes del pasado que mediante el desquite de la difamación arruina y destruye honra y buen nombre de quien generalmente estuvo o está en su contra. ¿Debemos tolerar ese abuso del poder? ¿Debemos limitarlo legislando sobre el foro mañanero? Creo que sí, porque dejarlo al garete como está, el próximo presidente si fuera de la oposición, aprovecharía para hacer la misma jugada de difamaciones y eso daría lugar a que México se convierta en una nación de chismosos, comenzando por su presidente.