El dinero ¨sucio¨ acecha elecciones

Recursos monetarios de ¨dudosa procedencia¨ acechan los comicios actuales
INE: aportaciones (en 2020) ¨en dinero y en especie¨: 99 millones 777 mil 298.28 pesos por parte de militantes

El dinero ¨sucio¨   acecha elecciones
Recursos monetarios de “dudosa procedencia” acechan los comicios actuales; poderes fácticos (crimen organizado o narcotráfico, en este caso) podrían inmiscuirse en el financiamiento de campañas de los candidatos (a cualquier puesto de elección popular).

 Recursos monetarios de “dudosa procedencia” acechan los comicios actuales; poderes fácticos (crimen organizado o narcotráfico, en este caso) podrían inmiscuirse en el financiamiento de campañas de los candidatos (a cualquier puesto de elección popular). 

La ley determina un esquema de apoyo “privado”. De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), las aportaciones (en 2020) “en dinero y en especie”, que cada partido político podrá recibir, asciende a: 99 millones 777 mil 298.28 pesos por parte de militantes; en torno a “simpatizantes”, la cifra es: 42 millones 963 mil 332.50 pesos.  

Para algunos expertos, sobre esa línea se estaría entrometiendo el dinero de “dudosa procedencia”. Morelos no es la excepción. 

En ese sentido, un estudio, en donde participó Dante Caputo (2008; director del proyecto), demuestra que el capital y “su poder pueden desvirtuar la voluntad del pueblo”; es decir, alterar la competencia comicial, mediante sobornos y el condicionamiento de políticas públicas, lo que pondría en vilo el ejercicio democrático, conduciéndolo a una atmósfera de “kakistocracia” (el “peor gobierno”). 

Cabe decir que el sufragio ciudadano renovará dos cámaras de diputados en 2021: 1. La del Congreso de la Unión. 2. La local; 500 y 20 representantes, respectivamente.  

En torno a ello, Roberto Salinas, co-editor de “Morelos Rinde Cuentas”, expuso que deben erigirse “reglas bien identificadas”, a efecto de evitar la presencia de subterfugios ignotos. Acotó: “Lo que preocupa es que (como sabemos) hay mucho dinero en campañas que no se fiscaliza, que no se declara y que podría ser recurso público”. 

La preocupación se acentúa. El estudio descrito revela que el “edificio” de la democracia se derrumbaría si el voto se decide a través de la compra y coacción, mas no de la voluntad soberana o el análisis de las ofertas políticas.  

Desde hace varias justas cívicas, la decisión se centra en visiones diferenciadas o hartazgo.  

Salinas agrega: “…es necesario que la autoridad o autoridades electores también faciliten mecanismos de denuncia ciudadana para reportar o denunciar estos actos”. 

Sobremanera, porque se corre el riesgo de que el límite individual de aportaciones (aprobado por la Comisión de Fiscalización sobre el monto que cada fuerza podrá recibir), que es de dos millones 148 mil 166.62 pesos, se saldría de cauce. 

La intromisión de monedas inciertas no es un abstracto; se vincula a distintos intereses, que propician una batalla no equilibrada.  

Así, la reforma de 2007, tras los bretes entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, fue incompleta; marginó el combate a las trapacerías recurrentes de la sucesión pactada (como lo dijo, en su momento, Jorge Castañeda).  

De ahí la frase del vate Octavio Paz (premio Nobel de Literatura): “Sin la participación ciudadana, la democracia es una quimera”. El orbe es ilusorio; así lo ven los competidores y, a partir de eso, toman una ventaja alevosa.  

 

Portamonedas público en 2021 

 

Recién, el árbitro determinó el cúmulo que recibirán las “entidades de interés  público” nacionales y candidaturas independientes para el ejercicio 2021: 7,200 millones de pesos.  

A nivel estatal, la situación es: de septiembre hasta diciembre, los nuevos (Movimiento Alternativa Social; Sumando Voluntades Podemos Construir; Morelos Progresa; Fuerza Morelos Joven; Bienestar Ciudadano; Renovación Política Morelense; Más Más Apoyo Social; Fuerza, Trabajo y Unidad por el Rescate Oportuno de Morelos, y Partido Encuentro Solidario) recibirán 37 mil 529.91, para, ahora, “actividades ordinarias, específicas y de representación política”. Empero, el acoso de la fluctuación no cesa… 

Hacia el gasto ordinario, 14 mil 702.41; actividades específicas, 2 mil 977.50; representación política, 19 mil 850. 

Los 11 ya sumergidos en la escena, en ese lapso, con base en datos del juez local, acceden a: PAN: 7,743,054.50; PRI, 9,520,642.53; PRD, 9,498,560.72; PT, 5,093,233.73; PVEM, 5,153,958.75; Movimiento Ciudadano, 4,623,994.60; PNAM, 4,623,035.51; PSD, 4,033,305.42; Morena, 19,120,722.40; Partido Encuentro Social Morelos, 5,071,151.83; y Humanista de Morelos, 4,370,053.43.  

 

La hostilidad incisiva: el clientelismo 

 

La fiscalización, con toda la vehemencia que se presuma, posee márgenes de error. No es ubicua; está adherida al plano de la estática. No detecta la compra de escaños y favores, lo que aumenta el sentido clientelar de la elección.  

Las campañas tienden a vaciarse de tópicos pragmáticos; en lo contemporáneo, apuestan por el populismo; o sea, las soluciones efímeras (el discurso demagógico en su pleno apogeo).  

La suma del financiamiento privado, bajo todas sus modalidades, incluido el autofinanciamiento y rendimientos financieros, no tiene que ser superior al monto del público. Carlos Castillo Peraza diría: “disiento”. Aquí, desde la perspectiva de algunos politólogos, se instaura la persecución de los billetes no controlados.  

Aldous Huxley se reivindica (per se): “Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje”. El engaño no tiene fin.