De sucesiones, presidencias y justicia. ¿Está todo dicho en el relevo de la titularidad del poder judicial de Morelos?

“Nunca escriba o diga algo de una persona que no se lo pueda decir a la cara”. 

Miguel Ángel Granados Chapa.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

Si los medios de comunicación de la entidad reflejan certeramente los equilibrios políticos dentro del Poder Judicial del estado de Morelos, todo indica que prácticamente está decidido quién sucederá en la Presidencia a la actual Titular de ese poder. Sin embargo, no hay que descartar el factor sorpresa.

Hasta ahora, ha habido un activismo indiscutible de un juzgador que desde hace algún tiempo, ha denunciado diversas anomalías en el ejercicio del poder por parte de la todavía titular de ese órgano del Estado, a quien paradójicamente apoyó para llegar al máximo cargo de la institución, pero que en los reacomodos políticos del interior se enlistó, como otros ex simpatizantes, al grupo disidente de la actual presidenta.

Desde su llegada al poder, que se dio con el consenso de quienes se oponían a la anterior Presidenta de Tribunal Superior de Justicia, la actual Titular esbozó cuáles serían los rasgos que distinguirían a su administración: un estilo muy personal de administrar los recursos tanto financieros como humanos, en los que prevaleció un sistema de castigo y premio más allá de cualquier otro principio ético o de eficiencia.

 En este sistema de premio y castigo, según fuera el caso, se aplicaba a rajatabla el principio de, si no estás conmigo estás contra mí, y fue la principal causa del deterioro de los escasos equilibrios de poder al interior del TJS y condujo, irremediablemente, a la actual situación en la que la presidenta no tiene control sobre su sucesión.

Aunado a ello, habría que sumarle que hay un amplio sector de la institución, no solo de magistrados, que se siente agraviado por muchas decisiones tomadas, particularmente por las afectaciones laborales y profesionales que han significado. Así como por el sometimiento al Poder Ejecutivo de la anterior administración, sobre todo a raíz de que se incrementaron los años de ejercicio para los magistrados y se disolvió al Consejo de la Judicatura y ni se diga el sistema de privilegios que de tan burdo, se normalizó.

Ayer nada menos, un grupo de trabajadores sindicalizados distribuyó en varios medios de comunicación del estado una carta en la que piden al Presidente de la República su intervención para que cesen las arbitrariedades dentro de la institución.  No sobra recordar aquí que los poderes son autónomos y que nada tendría que hacer en este problema el Presidente de la República, pero como golpe propagandístico la difusión que se alcanzó si fue muy eficaz.

Ahora se acerca el fin de ciclo y hay expectativas sobre en quién recaerá la responsabilidad de dirigir a partir del 18 de mayo al Poder Judicial del estado de Morelos. Por un lado, muchas personas esperan que no haya continuismo en el tipo de administración que va a concluir, pero también es cierto de que hay un sector de la institución que también está haciendo todo para que esto ocurra.

Mientras,  vimos ya en días pasados que uno de los candidatos para ocupar la presidencia del Tribunal recibió públicamente “la bendición” de uno de los personajes más cercano en estos temas al Gobernador del estado, lo cual indica que es bien visto el Ejecutivo, algo que en teoría debería ser irrelevante pero que bien sabemos, no es así. Este mismo juzgador ha tenido también pronunciamientos  a su favor ante los medios de comunicación por parte  organizaciones del gremio de abogados del estado de Morelos.

Hasta ahora, estamos enterados de que Tribunal Superior de Justicia sesionó en días pasados y acordó reanudar sus labores a partir del 6 de mayo, en concordancia con los acuerdos dictados por el Poder Judicial de la Federación. Sin embargo, en sesión de pleno, vía remota, el máximo Tribunal del país determinó posponer hasta el 1 de junio la reanudación de sus actividades jurisdiccionales, lo que podría emular el Poder Judicial del estado de Morelos.

En caso de que esto pase, y el Poder Judicial del estado de Morelos no reanudara sus labores antes del 17 de mayo, ¿es posible que se posponga también la fecha para la elección de quien ocupará en los próximos dos años la presidencia de este órgano de impartición de justicia? es pregunta… para juristas.

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