Cuando sea demasiado tarde… - Movilidad a lo cuernavacense.

En opinión de Gabriel Dorantes Argandar

Cuando sea demasiado tarde… - Movilidad a lo cuernavacense.

Muy buen día, apreciado lector. Henos nuevamente por aquí, afortunadamente hemos sobrevivido la segunda semana del semestre (hubiera jurado que era la tercera, eh… y eso que hubo puente) con suficiente bienestar como para poder leer estas líneas, cosa que como siempre, le agradezco infinitamente. Esta semana la cosa estuvo bastante particular para la joya del Cuauhnáhuac, mi amada ciudad de Cuernavaca. El estado de crispación social es tal que, como ya lo he dicho antes, se puede sentir en la movilidad. Insisto en que ver gente toda histérica conduciendo sus automóviles (o agrediendo a sus vecinos) es señal del estado de animadversión ciudadana en el cual nos encontramos inmersos.

            La nota de la semana se la lleva el video que inocentemente se filtró en redes sociales en el que se libra una balacera entre civiles y policías, en lo que aparenta ser un taller mecánico, supuestamente en la hermana república de Temixco. En éste se puede observar principalmente a un individuo uniformado de agente del orden, con todo y equipo táctico, esgrimir una ametralladora en contra de otro individuo que se resguarda detrás de un vehículo. No se alcanza a apreciar ni el inicio, ni el final de la refriega, sólo se aprecia el intercambio de disparos. Por supuesto, las redes no dejaron de sostener diversas hipótesis al respecto de lo sucedido. Por un lado, se dice que se trata de una ejecución extrajudicial, por el otro de un arresto debidamente realizado. Hasta no ver el video completo con el contexto debidamente establecido (cosa que no sucederá jamás), podremos establecer cuáles fueron las circunstancias particulares del hecho. El tema aquí es que las balas siguen volando.

            Por otro lado, encontré en las redes varios videos de motociclistas haciendo maniobras particulares en la pista de carreras que conecta la Ciudad de México con la gloriosa capital del estado de Morelos, ya ven ustedes que casi no suceden tales cosas. Pude observar individuos haciendo chispas con sus rodilleras al inclinarse en las curvas, parejas de individuos que rozan con sus manos el pavimento (tanto conductores como pasajeros) al realizar maniobras similares, un individuo que realiza el ángulo de la curva con los brazos abiertos en forma de águila, y alguien que tiene la osadía de dar la curva con los neumáticos sobre el muro de contención, y no sobre el pavimento. Vamos, que los convoys de la Guardia Nacional que estuvieron dando vueltas en las últimas semanas dejaron de hacerlo, y los pisteros continuaron con su diversión dominical. Es su derecho y privilegio, como muchos de ellos sostienen, y nada de lo que los demás (o las fuerzas del orden) opinemos al respecto los hará cambiar de opinión.

            Otro video, aparecido el jueves, nos muestra a el conductor de una Ruta 16 arreglar un desacuerdo vial con lo que aparenta ser un conductor de auto particular por medio de los puños. Poco sorprendentemente aparecen varios individuos de pantalón oscuro y camisa blanca para asistir a su compañero, mientras los pasajeros del transporte descienden evitando los puñetazos que se reparten a diestra y siniestra. Vamos, que así es como se arreglan los percances viales en mi ciudad. Por lo general sugiero permitir el paso a todo transporte público, principalmente porque no les estás cediendo el paso a un conductor, le estás cediendo el paso a los 40 pasajeros que trae dentro con él, sin olvidar que en general es mala idea librar un pleito a puñetazos con un conductor de transporte público en general (a menos que cuente usted con la formación para ello).

            Luego, vino el presidente López a (cosa que no me queda muy claro) supervisar las obras de reconstrucción del Palacio de Cortez, después de los daños sufridos en el temblor del 17 (seis años y medio después del hecho). Ojalá se hubiera dado una vuelta por Alta Palmira en Temixco o la 10 de Abril en Cuernavaca, a ver con qué se encontraba. Llamó la atención de varios colegas el semblante que tiene el pelmazo en turno, con la cara toda hinchada y un ojo cerrado, no sería la primera vez que al preciso se le mira con evidencia de un derrame cerebral (cosa que no es sorprendente, dado el peso de su incompetencia y el esfuerzo que se requiere para negarla).

            Ya para terminar (me esperé lo más que pude), el sindicato administrativo de la UAEM ha votado por declarar la huelga en virtud de que no se le cumplieron las exigencias de un aumento salarial del 20% directo. Hay argumentos a favor y argumentos en contra, pero todo apunta que en una semana o dos se levantarán las banderas rojinegras alrededor de mi amada universidad, habrá que ver cómo se desarrolla la siguiente semana y ver si el sindicato mantiene su postura o la administración central encuentra la manera de hacer una oferta mejor.

            Si es que usted siente que el conductor cuernavacense anda en general más intransigente y agresivo, tal vez sea por las circunstancias que aquí le plasmo, o por aquellas que no me cupieron en los caracteres.

Porque la paz social no ha muerto, pero todavía faltan cuatro meses para las elecciones.