Cuando sea demasiado tarde… - Comienza la aventura en motocicleta.
En opinión de Gabriel Dorantes Argandar
Buen día, apreciado lector. Ha logrado sobrevivir usted a la tercera semana del décimo mes del año 2023, enhorabuena. Justo estoy leyendo que en el glorioso estado de Morelos llevamos registrados oficialmente 930 homicidios dolosos a dos meses de terminar el año, cuando el año pasado hubo 758 en el año completo. A nivel nacional, este estado ocupa el primer lugar en despojo y secuestro, segundo en feminicidio, y tercero en robo de autopartes, al comparar las tasas por cada cien mil habitantes. Estos datos los presenta la ONG Morelos Rinde Cuentas en su cuenta de X (antes Twitter), pero no encuentro los datos en su página (por lo que no los voy a citar). Al parecer esta estadística se presenta directo de los datos del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Voy un poco tarde con estas líneas por lo que no corroboraré sus datos, pero no me suenan desoladores. Además, y de todas maneras, los números de gobierno siempre vienen cuchareados, y si se sigue la tendencia terminaremos el año en más de 1,100 homicidios dolosos, osease tres diarios. Según su servidor, por lo menos estamos en 5 muertos diarios por fierro o plomo, así que vamos, la cosa no pinta nada bien. Pero pasemos a lo propio, que no puedo dejar de comentar al respecto de las características de las circunstancias, pero el tema en cuestión de estos meses ha sido otro, por lo menos para su servidor.
El proyecto de comportamiento agresivo en motociclistas está llegando a su final, esperaría tener los datos recolectados en algún momento de la siguiente semana, agradezco mucho a Lari, Vivi, Ian, Luz, y Miguel Ángel (en orden de entrega de información) por su apoyo en la recolección de datos. Hay que esperar a los colegas internacionales, pero por lo menos los datos de México ya casi están listos. Su servidor ha encontrado que el mundo de las motocicletas es eso, un mundo diferente. En mi arrogancia había asumido que era más o menos igual la experiencia de conducir un automóvil que una motocicleta, y me he encontrado que son cosas completamente diferentes. El motociclista es parte de una comunidad en sí misma, tienen sus propios criterios, actitudes, y referentes, y considero que el problema principal radica en que nadie se ha molestado en darle estructura a tal comunidad. Hay clubes y asociaciones, pero cuando indagas sobre dónde se aprendió a operar una motocicleta, las tres respuestas principales son (1) así nada más, (2) mi papá, y (3) videos de Youtube. Aquí hay un importante hueco qué llenar.
Por lo que, en un intento de acto de congruencia, y entrega y amor a la ciencia, he llegado a la conclusión de que debo aprender a andar en motocicleta. He dado algunos pasos en dicha dirección, y supongo que, si el de allá arriba y la familia de El Regional me lo permiten, les estaré contando por aquí tal experiencia. Cuando me caiga y me parta la crisma, por aquí también se los estaré contando. Debo admitir que la idea me da PAVOR, llevo dos o tres semanas viendo videos de accidentes en motocicleta (ahora todo el mundo me manda videos de tales menesteres), y muy en definitiva tener un accidente de automóvil no es lo mismo que tener un accidente en motocicleta. Dicen por ahí que cuando vas en motocicleta, el conductor es el chasis, pero en un accidente de automóvil el chasis no vuela por los aires dando dos, tres, o hasta cinco vueltas antes de impactarse contra el pavimento.
Ya elegí la motocicleta que quiero, supongo que ocuparé parte de mi aguinaldo en ello y el resto lo pagaré a crédito. El costo de las motocicletas es irreal, puedes comprar una unidad de 50 centímetros cúbicos por veinte mil pesos (que no durará más de un año o dos), o puedes comprar una de 600 centímetros cúbicos por medio millón de pesos, o más. Hay motocicletas que pueden costar millones. Uno de los detalles que me pareció de los más importantes es el mantenimiento, mientras más económica sea la motocicleta, más económicos son los materiales con los que está hecha. Literalmente, las motos se desarman nada más de la vibración, por lo que se les tiene que dar mantenimiento constantemente nada más para apretarles los tornillos, ya deje usted el aceite y los filtros. He elegido una motocicleta de fabricación mexicana, lo cual hasta le da un poco más de sabor a la experiencia, y supongo que iré a tramitar mi licencia de conducir motocicleta. Ya les estaré contando cómo se desarrolla la situación.
Por lo pronto y como siempre, querido lector, si no tiene a qué salir, le ruego no lo haga. En Temixco andan cateando negocios a plena luz del día y sin importar el peligro de iniciar una balacera, y comienzan las movilizaciones por los fideicomisos del Poder Judicial.
Porque este año no ha muerto, pero no veo para cuándo lleguen las vacaciones decembrinas.